El nuevo PP ya ha echado a andar con la primera reunión de la directiva nacional. Alberto Núñez Feijóo inicia el periodo de rodaje al más alto nivel, con una audiencia con el jefe del Estado Felipe VI en Zarzuela mañana, y un encuentro con el presidente del Gobierno en Moncloa, el jueves. Y ya como líder de la oposición. La conversación con Pedro Sánchez estará centrada en la economía, una de las claves programáticas del gallego de cara a las próximas generales, y en la aprobación del real decreto con medidas anticrisis propuesto por el Ejecutivo. Feijóo irá a "escuchar" las propuestas de Sánchez y a recordarle el compromiso de bajar los impuestos alcanzado en La Palma con todos los presidentes regionales.

Uno de los principales trámites que el dirigente gallego tiene que cerrar es el nombre de las personas que, junto al resto del equipo designado, asumirán las portavocías del Congreso de los Diputados, del Senado y de la delegación española popular en el Parlamento Europeo. Por el momento, Cuca Gamarra, que compagina el cargo de portavoz parlamentaria con el de secretaria general, Javier Maroto y Dolors Montserrat han acudido al comité de Dirección. Sin embargo, los tres permanecerán en esos cargos hasta, al menos, mayo. No hay decidido nada y Feijóo no tomará la decisión de mantener o sustituir a los portavoces hasta haber solventado la transición en Galicia: tanto en la presidencia del PP de Galicia como en la de la Xunta.

Así lo confirman fuentes del PP consultadas por El Independiente. Aseguran que por la cabeza de Feijóo, a corto plazo, solo pasa buscar un sustituto que le de continuidad en Galicia. Será a partir de entonces cuando se centre en la representación cameral. También en los perfiles que se encargarán de desempeñar responsabilidades parlamentarias en las distintas áreas de trabajo. Y aunque al presidente del partido no lo importaría mantener la estructura actual en el Senado, por ejemplo, no se descarta que Maroto pase a integrar una de esas áreas. Justicia, por ejemplo. Y es que Feijóo estaría pensando en una mujer para la portavocía de la Cámara Alta ante el recelo que habría levantado una cúpula poco paritaria.

Esa ha sido la hoja de ruta marcada por líder popular en su primer encuentro con la Dirección en Génova. Además de su desembarco en Madrid, en la séptima planta de la sede nacional, desde el PP también dan por descontado que Feijóo tendrá un escaño en el Senado. Será por designación autonómica, uno de los tres que aporta Galicia y de los dos que ostenta el partido -el tercero es de los socialistas-, en sustitución de Juan Carlos Serrano o Elena Muñoz.

Medita sobre el Senado

Además de asegurarse mantener el aforamiento tras el cese de sus funciones en la Xunta, la entrada de Feijóo en el Senado también abre una puerta de oposición más directa a Pedro Sánchez y el PSOE. Liderará al Grupo Parlamentario Popular en la cámara y podrá hacer un debate mensual durante la sesión de control al Gobierno. Ahora bien, también existe la posibilidad de asistir a los plenos del Congreso de los Diputados o al debate del estado de la nación, según el artículo 66 del reglamento del parlamento. Y, aunque ese punto explica que "los senadores podrán asistir a las sesiones del Pleno y de las Comisiones que no tengan carácter secreto", existe la posibilidad de solicitar intervenir en este último.

No tomará una decisión hasta haber solventado la transición en Galicia

Después de siete años sin debate, éste se celebrará entre finales de mayo y principios de junio. Feijóo podría proponer participar desde la tribuna de las Cortes, pero, para ello, tendría que solicitarlo a la Mesa del Congreso y que su presidenta, la socialista Meritxell Batet, y el resto de vicepresidentes y secretarios. Con todo, el líder conservador, según confirman fuentes populares, estaría valorando los pros y los contras de poder comparecer.

Bastaría con que Sánchez diera luz verde a sus representantes para validar una hipotética petición de Feijóo, dado que los representantes del PSOE Batet, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Sofía Hernanz, junto a Ana Pastor y Alfonso Suárez Illana suman mayoría.

No obstante, el PP duda que Sánchez acepte que Feijóo intervenga en el debate del estado de la nación. Y tampoco está muy claro que el propio líder quiera, porque un desgaste de imagen prematuro podría descarrilar el proyecto antes de las elecciones andaluzas.