La entrevista en Moncloa de este jueves entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se celebra en mitad de una gran expectación, pero con serias dudas de que acabe fructificando en algún acuerdo concreto más allá del compromiso de mantener una vía de interlocución entre el Gobierno y el primer partido de la oposición.

Y es que las posiciones entre ambos parecen muy encontradas, el ambiente previo tampoco contribuye a allanar las relaciones institucionales entre ambos -tal y como se puso de manifiesto ayer en el Congreso- y Unidas Podemos está vigilante para que el inquilino de la Moncloa no se separe ni un ápice del contenido del decreto del plan de respuesta a la crisis económica motivada por la invasión de Ucrania.

En principio Moncloa no se cierra a tramitar dicho plan como proyecto de Ley, admiten fuentes gubernamentales, lo que daría la posibilidad a los grupos de la oposición a enmendar el texto del decreto-ley. Pero eso sobre el papel. Porque nada impide que, en ese caso, la estrategia del Gobierno pase por dilatar su tramitación, como ha hecho con otras tantas leyes, mientras los efectos del decreto seguirían vigentes. Todo ello sin olvidar que, además, puede acabar rechazando las enmiendas presentadas por los populares una vez que la llamada mayoría de la investidura ha expresado su rechazo a una rebaja generalizada de impuestos.

Moncloa no se cierra a tramitar el plan de respuesta como un proyecto de ley que puede dilatar en el tiempo

Precisamente, el líder del PP dijo este miércoles que pedirá a Sánchez una bajada "inmediata" del IRPF para afrontar el incremento de precios, con carácter temporal, al objeto de devolver liquidez a las familias. En una entrevista en Telecinco, recogida Europa Press, señaló que acudía a Moncloa a "escuchar", una vez que no hay orden del día de la cita, aunque entiende que "hablaremos de ese paquete de medidas dispersas que ha planteado en el Congreso bajo un título que es falaz: la guerra de Ucrania".

Esta vez Podemos tiene la tranquilidad de que el PP "no puede aprobar el decreto tal y como está", mientras que Sánchez, por su parte, "no puede comprometer cambios que alejen a los socios parlamentarios", convencidos como están los morados de que la votación de la reforma laboral demostró la inexistencia de mayorías alternativas.

Significa que, a diferencia de otras ocasiones, no ven un peligro inminente de confluencia entre el PSOE y el PP o, lo que han definido en otras ocasiones de "tonteo escandaloso". Tampoco en lo que afecta a la renovación del CGPJ. Aquí el margen de maniobra de Unidas Podemos es mucho más estrecho. Se conforman con poner un nombre en el órgano de gobierno de los jueces, pero en este caso, creen que por mucho que Núñez Feijóo pueda necesitar un pacto de Estado para inaugurar su liderazgo del PP, "no va a sacar ningún rédito de esa renovación" y sí que toda la artillería de Vox apunte hacia él.

Podemos reta al PP a renovar el CGPJ

Quizá por ello retan a Núñez Feijóo que proceda a la renovación del Consejo y "cumpla con la Constitución" tras 1.200 días de mandato caducado de los magistrados. "Es urgente que el PP abandone su actitud de rebeldía con el cumplimiento de la Constitución, respete la legalidad y renueve de una vez por todas el CGPJ", dicen los morados.

Eso sí, siempre que se parta de lo ya acordado entre Félix Bolaños y Teodoro García Egea antes de que volviera a estallar un pacto ya hecho. El acuerdo en el seno del Gobierno, "entre PSOE y Unidas Podemos, lleva muchos meses cerrado, a la espera de que el principal partido de la oposición nos permita terminar con esta situación de anomalía democrática nunca antes vista".

El ministro de la Presidencia, por su parte, está a la espera de que tras la cita entre el jefe del Ejecutivo y el líder del primer partido de la oposición los populares designen al que será su interlocutor habitual. Todo apunta no a la secretaria general, Cuca Gamarra, más volcada en sus tareas parlamentarias, sino al vicesecretario de Institucional, Esteban González Pons.

Fuentes monclovitas aseguran que Sánchez "ofrecerá pactos de Estado a Feijóo", sin especificar, aunque el clima ayer en el Congreso de los Diputados no augura ni grandes ni pequeños consensos, al menos de primeras. Gamarra le espetó a Sánchez «¿qué futuro le espera a la sociedad española con su gobierno?» mientras que éste le dio a elegir entre si «van a apoyar» el real decreto del plan de respuesta o, por el contrario, continuarán «estorbando con la ultraderecha». El tono se mantuvo dentro de los parámetros normales de un debate parlamentario, pero mucho tienen que cambiar las cosas para que hoy se sustancie, de verdad, ningún tipo de acuerdo.