La eliminación del uso obligatorio de las mascarillas en espacios cerrados será una realidad en España a partir de mañana, salvo excepciones y los detalles o sorpresas que pueda alojar el decreto que se publique en el BOE. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha dado cuenta del acuerdo en el seno del Consejo de Ministros una vez que se decidió "gripalizar" el Covid.

No se usará en el sector educativo y en el entorno laboral tampoco será obligatoria, salvo que los responsables en materia de prevención de riesgos laborales pueden establecer medidas en sentido contrario. Quizá la parte más delicada del decreto sea aquella que da libertad a las empresas para determinar si sus trabajadores deben seguir portándola, lo que puede generar litigiosidad. Las tiendas tampoco pueden exigirla.

Nos encontramos en un contexto "que permite acabar con el símbolo de la pandemia", producto, ha dicho Darias, del alto nivel de vacunación de nuestro país. Además, "todos los indicadores se encuentran en un nivel de riesgo bajo y la gravedad de la enfermedad ha descendido por el impacto positivo de las vacunas".

Los entornos en los que será obligatoria se deciden en virtud de la vulnerabilidad de las personas. Son los centros, servicios y establecimientos sanitarios -hospitales o centros de salud- salvo los hospitalizados. También en los centros sociosanitarios, como las residencias de mayores, para trabajadores y visitas, así como en el transporte público. Por lo demás, apela Darias a "un uso razonable de las mascarillas" incluyendo a personas con riesgo añadido o factor de vulnerabilidad o en los eventos multitudinarios como competiciones deportivas. En el transporte también será obligatoria, no así en los andenes o en las paradas de autobús, tampoco en los aeropuertos, salvo en el interior del avión.

De hecho, España es uno de los pocos países de la Unión en que se mantenían las mascarillas obligatorias, pero el Gobierno prefirió sostener esta medida durante Semana Santa, con millones de desplazamientos y encuentros familiares, para evitar una nueva ola de contagios, habida cuenta de nuestros bajos niveles de incidencia.

Precisamente, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha puesto el acento en la "magnífica" campaña de Semana Santa "recuperando niveles previos a la pandemia".

Y sobre la toma de posesión del castellano y leonés Alfonso Fernández Mañueco, ha acusado a Alberto Núñez Feijóo de no haber acudido "para tapar sus vergüenzas" a pesar de haber dado el plácet a la formación de este gobierno de coalición con Vox. El Ejecutivo, finalmente, decidió enviar, en representación del Gobierno central a la ministra de Educación, Pilar Alegría.

Además, ha calificado de "rebeldía" que no se hayan retomado las negociaciones con el PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Quince días después de la cita en Moncloa entre Pedro Sánchez y Núñez Feijóo, "seguimos esperando que haya un interlocutor".