El Gobierno está "dispuesto a desclasificar información" del CNI para "aclarar los hechos" del 'Caso espionaje "en sede judicial". También a petición del Defensor del Pueblo, que ha anunciado una investigación sobre este caso. Así lo ha anunciado el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en Barcelona. Bolaños ha asegurado que "el gobierno tiene la conciencia tranquila y nada que ocultar" y "por ello se han activado" cuatro vías para dar respuesta a los requerimientos de los afectados.

La consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, no ha dado por buenas las propuestas de Bolaños. Vilagrà ha exigido "dimisiones" y ha dejado claro que las propuestas del Gobierno no satisfacen a ERC.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la consejera de la Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, se han reunido esta mañana en el Palau de la Generalitat para abordar la polémica del espionaje a más de 60 líderes independentistas con el software Pegasus. Dos horas ha durado el encuentro, que anunció ayer el Gobierno para intentar reconducir la relación con ERC.

Controles sobre el CNI

Así, el ministro de Presidencia ha anunciado la apertura de un "control interno en CNI a petición" del propio Centro Nacional de Inteligencia "para analizar las actuaciones y medidas existentes y aplicación a este caso".

Bolaños ha expresado la "plena disposición del CNI para colaborar en actuaciones del Defensor del Pueblo para aclarar hechos". Una disposición avalada por la voluntad del Gobierno de "desclasificar" la documentación referente a este caso tanto para la investigación del Defensor del Pueblo como ante eventuales acciones judiciales. Los dirigentes independentistas investigados han anunciado la presentación de querellas en los próximos días.

El ministro se ha comprometido también a la "constitución de manera inmediata" de la Comisión de secretos oficiales en el Congreso para que comparezca la directora del CNI para dar cuenta de este asunto. Aunque lo cierto es que esta comisión depende de un acuerdo con PP y Vox que ha sido imposible durante los últimos tres años.

El Govern no se da por satisfecho

Las promesas de Bolaños han sido insuficientes, sin embargo, para la Generalitat. "Hoy la reunión no ha ido bien, no estamos satisfechos con las explicaciones del ministro" ha advertido Vilagrà. La consejera ha tachado de "insuficientes, vagas, inconcretas y de resultados inciertos" las explicaciones de Bolaños. "Un caso tan grave necesita claridad, honestidad y asunción de responsabilidades".

Una asunción de responsabilidades que Vilagrà ha concretado en la exigencia de dimisiones, aunque no ha aclarado de quién porque el Gobierno no ha señalado a los responsables del espionaje.

El Gobierno sabe que nuestra reacción no es farol, esta visita no les garantiza apoyo parlamentario"

"No queremos auditorias técnicas ni excusas, exigimos una reacción a la altura de la gravedad de los derechos vulnerados" ha insistido Vilagrà. "El Gobierno sabe que nuestra reacción no es farol, esta visita no les garantiza apoyo parlamentario" ha añadido la mano derecha de Aragonès en el Govern. "Si esta era la intención se han equivocado".

Una de las principales preocupaciones del Gobierno es la votación del Decreto de medidas de recuperación tras la crisis de Ucrania que tendrá lugar el jueves en el Congreso. Un decreto que Bolaños ha defendido apelando a la rebaja en el precio de la gasolina o aumento de ayudas para reclamar el apoyo de ERC.

Sin embargo, Vilagrà ha advertido que el Gobierno "no tiene garantizado nuestro apoyo de forma genérica. Hasta que no se aclare este caso el apoyo no está sobre la mesa" ha llegado a afirmar la dirigente republicana, aunque también ha reconocido que su formación apoyará las decisiones que se adopten en beneficio de la ciudadanía.

Caso espionaje

El encuentro llega después de una semana de tensión creciente, desde que el lunes The New Yorker hizo públicas las escuchas. El Govern ha sido muy crítico con la "falta de reacción" de Moncloa, pese a que según fuentes de la Generalitat el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, advirtió al ministro Fernando Grande-Marlaska de la publicación del caso días antes, exigiendo ya entonces una reacción del Gobierno.

Con motivo de la reunión, celebrada un día después de Sant Jordi, Bolaños ha regalado a la consejera el libro 'En defensa de la conversación' de Sherry Turkle, un título que simboliza la postura defendida por el Gobierno español de mantener el diálogo con Cataluña para solventar la polémica.

Fuentes gubernamentales informaron ayer en un comunicado de que en los últimos días se habían producido diversos contactos entre el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat que habían dado lugar a la celebración de esta reunión "para continuar con el diálogo entre gobiernos".

Mantener la voluntad de diálogo

Para el Ejecutivo es "muy importante" que se siga manteniendo "la misma voluntad de diálogo" que se ha venido practicando hasta ahora con Cataluña desde que Pedro Sánchez es presidente. "Este Gobierno apuesta y seguirá apostando por el diálogo y el acuerdo", han asegurado antes de entrar en la reunión.

Vilagrà, por su parte, llega al encuentro fuertemente presionada por los socios de JxCat, que exigen a ERC que rompa la alianza con el PSOE en el Congreso y la mes de diálogo Gobierno-Generalitat. El Govern defiende que el encuentro se produce a instancias del Palau y que en ella exigirán al Gobierno todas las explicaciones necesarias y "que asuman responsabilidades".

Esto es, que el 'Caso espionaje' tenga consecuencias en forma de ceses en la estructura del Gobierno, tal como sucedió en su día con el caso de las escuchas del Cesid. Entonces, las escuchas desveladas por El Mundo acabaron provocando el cese primero del director de CESID, Emilio Alonso Manglano, y más adelante del entonces vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y el ministro de Defensa, Julián Garcia Vargas.

Fuentes de la Generalitat han advertido de que "esta reunión no sustituye la de Sánchez-Aragonès en ningún caso, ni tampoco es una preparatoria: Es un primer paso".