La primera intrusión a través del programa espía Pegasus al teléfono móvil del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, coincidió con la crisis migratoria provocada por la entrada irregular en Ceuta de más de 10.000 personas procedentes de Marruecos ante la pasividad de la policía de ese país, lo que llevó a España a movilizar a su ejército.
En el auto por el que el Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional acuerda la apertura de diligencias previas para investigar un posible delito de descubrimiento y revelación de secretos tras la denuncia formulada este lunes por la Abogacía del Estado, el magistrado José Luis Calama sitúa el primero de los dos accesos ilegales al terminal del jefe del Ejecutivo el 19 de mayo de 2021.
Dos días antes, Ceuta vivió la peor crisis migratoria después de que más de 10.000 personas -muchos regresaron en las jornadas siguientes de manera voluntaria al sentirse engañados- lograran entrar de manera irregular desde el lado marroquí. La cifra oficial no se conoce porque el Ministerio del Interior sigue sin proporcionarla.
La gravedad de la situación hizo que la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, llamara a consultas a la embajadora de Marruecos en Madrid, Karima Benyaich, en la tarde del 18 de mayo para mostrarle el malestar del Gobierno español por las declaraciones realizadas por la diplomática. Ésta mantuvo públicamente que en las relaciones entre países hay actos que tienen consecuencias "y se tienen que asumir".
Benyaich se refería a la decisión de España de acoger al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que llegó a España el 18 de abril para ser tratado en un hospital público tras contagiarse de covid-19 y encontrarse gravemente enfermo. La entrada en el país del presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que el Ejecutivo trató de llevar a cabo con total sigilo, se investiga en un procedimiento que tramita un juzgado de Zaragoza y en el que figura como imputada González Laya.
La segunda entrada en el móvil de Sánchez fue la víspera de que Ghali regresara a Argelia
Cuando un agente "externo" no conocido llevó a cabo el acceso al móvil de Pedro Sánchez hacía ya casi un mes que se conocía que Ghali se encontraba en España, lo que irritó a Marruecos. El líder del Polisario voló a la base aérea de Zaragoza, desde donde fue trasladado en una ambulación del Servicio Riojano de Salud hasta el Hospital San Pedro de Logroño. Su regreso se produjo el 1 de junio.
La acogida al presidente de la República Árabe Saharaui Democrática provocó la mayor crisis diplomática entre España y Marruecos de las última década, simbolizada por el reino alauí con la retirada de su embajadora en Madrid. El enfriamiento de las relaciones se ha mantenido hasta que, el pasado mes de marzo, Pedro Sánchez consumó el giro a la posición que históricamente España había mantenido ante el conflicto del Sáhara Occidental al apoyar la propuesta de autonomía para este territorio. La embajadora Benyaich ya ha regresado a su despacho en la madrileña calle de Serrano.
La segunda entrada en el terminal telefónico de Pedro Sánchez tuvo lugar el 31 de mayo, según se detalla en los dos informes técnicos que el Centro Criptológico Nacional -dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI)- que acompañan la denuncia presentada por la Abogacía del Estado y en el que se constata la utilización del software israelí Pegasus para espiar el presidente del Gobierno.
El 31 de mayo de 2021, la segunda entrada
El 31 de mayo de 2021 fue la víspera en que Brahim Ghali regresó a Argelia para completar su recuperación tras la mejoría experimentada en el hospital riojano. El líder del Frente Polisario pidió el alta de forma voluntaria y abandonó el centro sanitario unas horas después de declarar de forma telemática ante la Audiencia Nacional en el procedimiento incoado a raíz de la querella interpuesta por el activista saharaui de nacionalidad española Fadel Breica. Éste le acusa de delitos de detención ilegal, torturas y lesa humanidad supuestamente cometidos en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia).
Marruecos es uno de los países que han comprado el programa Pegasus, con el que habría supuestamente habría espiado a multitud de objetivos. Entre ellos figuraría el periodista español Ignacio Cembrero, que en julio pasado pidió a la Fiscalía que identificara a los responsables del espionaje del que asegura haber sido víctima.
En el caso de la intrusión al móvil de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en el auto se dice que esa acción tuvo lugar en "junio de 2021", sin mayor precisión. Fuentes del Ministerio de la Presidencia han detallado que a la titular del departamento al que está adscrito el CNI habría sufrido la fuga de información que ocupan nueve megas. Ni en su terminal ni en el de Pedro Sánchez hay rastro de que estén infectados en este momento, según han constatado los técnicos del Centro Criptológico Nacional.
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