Ir a la huelga no es una decisión sencilla. En la mayoría de los casos es un paso casi desesperado en la reclamación de la mejora o pervivencia de un puesto de empleo. En España la huelga ha ido perdiendo fuerza en los últimos años. En muchos casos ejercer este derecho supone no sólo una incertidumbre sobre su eficacia sino la pérdida del salario por cada jornada en la que no se acude al puesto de trabajo. Un coste que no todos los trabajadores pueden o desean asumir.

Históricamente los afiliados sindicales han contado con un mayor respaldo para hacerlo. En muchos casos por ser representante sindical y gozar de un mayor blindaje en el puesto de trabajo y en otros por no ver mermada la nómina. Euskadi es la comunidad autónoma con un mayor número de huelgas de todo el país. Lo es además a gran distancia del resto de comunidades autónomas. Sólo el año pasado cuatro de cada diez huelgas se celebraron en el País Vasco.

Una de la razones que explican esta circunstancia es la fortaleza de la que aún gozan sus centrales sindicales. Así, el sindicato mayoritario, ELA, hizo público ayer que durante el año pasado destinó 5 millones de euros a sufragar la llamada 'caja de resistencia' con la que se sufragan las jornadas de huelga llevadas a cabo por sus afiliados. Este importe representa alrededor de un 25% de los ingresos propios obtenidos fundamentalmente por el pago de las cuotas de su 100.000 afiliados.

De esta manera, sólo el año pasado 2.096 afiliados que participaron en huelgas convocadas por sus empresas vieron compensada las pérdidas de sus nóminas por no acudir a trabajar con el pago procedente de la 'caja de resistencia'. Desde 2017 han sido alrededor de 13.000 los afiliados que se han beneficiado de esta financiación ofrecida por la central.

1.243 euros al mes

En muchos casos este respaldo ha permitido que las huelgas se prolonguen por largos periodos de tiempo, incluso durante más de un año. De media, el pago que realiza el sindicato es de 1.243 euros al mes durante el periodo que dure la huelga. ELA aseguró ayer que herramientas como ésta son las que permiten no sólo librar las batallas por la mejora de las condiciones laborales sino no tener que ceder ante las condiciones que plantea la patronal y que el paso del tiempo y el desgaste salarial que supone para los trabajadores facilita.

ELA reveló ayer que durante el mes de enero en el conjunto del país se acumularon 9.587 días de huelga mientras que hasta febrero, en los dos primeros meses del año sólo en Euskadi la cifra alcanzó los 18.469 días. Durante una comparecencia ante los medios la central detallo los ingresos económicos del pasado ejercicio. Así, ELA obtuvo un total de 22,2 millones de euros en ingresos, de los que el 90,5% (20, 09 millones) fueron ingresos propios y un 7,45% subvenciones (1,65 millones de euros).