La Dirección General de la Policía descarta cambiar de criterio en relación con las tres palabras de la prueba de ortografía impugnadas por cientos de opositores en la última convocatoria de acceso a la escala básica (la XXXVIII), lo que aboca a estos aspirantes a recurrir ahora a los tribunales para tratar de revocar la decisión y poder continuar en el proceso selectivo (reconocimiento médico y entrevista).
El cuestionario de cien vocablos incluía escritas en redonda las palabras majorette, stent y software, corregidas como correctas por el tribunal calificador a pesar de ser extranjerismos. Se trata de vocablos que el Diccionario de la Real Academia (RAE) -obra lexicográfica de referencia de la Academia- reconoce como voces francesa o inglesas y, por tanto, deben emplearse en cursiva.
Ése es el argumento que centenares de opositores han tratado sin éxito de hacer ver a la Dirección General de la Policía a fin de que se rectificase y no tener que pleitear. Lejos de atender las razones de los reclamantes, ha respaldado el criterio seguido en el proceso de corrección de los exámenes y no suprimirá dichos términos. Acceder a dicha petición permitiría a numerosos aspirantes alcanzar la nota de corte en dicha prueba y seguir pujando por una de las 2.218 plazas en liza.
La secretaría general de la División de Formación y Perfeccionamiento está enviando en los últimos días cartas de contestación a los opositores que formularon quejas por la corrección de las tres citadas palabras en las que les comunica que el tribunal calificador "ha decidido mantener el criterio utilizado" y dar como correctas dichos vocablos. Es la decisión a la que ha llegado, dice, después de consultar a "varios expertos en la materia independientes" de los que no ofrece más datos.
En respuesta a una petición de información tramitada por este redactor a través del Portal de la Transparencia, la Dirección General de la Policía ha concretado que la División de Formación y Perfeccionamiento "ha contado con la colaboración del Departamento de Lengua y Literatura de la Universidad Carlos III de Madrid y con la del Departamento de 'Español al día' del Centro de Estudios de la Real Academia Española".
A juicio de estos especialistas, según el Cuerpo Nacional, "las palabras en cuestión tienen entrada propia (lema) en el Diccionario de la Real Academia de la lengua española, y el estilo de letra (cursiva o redonda) del lema no resulta relevante para la respuesta, ya que lo que se pregunta es, estrictamente, si esas voces figuran o no como entradas en el diccionario, y la respuesta correcta es SÍ, con independencia del estilo de letra en que están escritas". De esta forma, concluyen que no es un asunto ortográfico "sino estilístico".
En este sentido, la Policía recuerda en su escrito que en las bases que regularon la convocatoria se especificaba que, para la corrección de la prueba, "se utilizarían las entradas propias que figuren en el 'Diccionario de la lengua española', obra lexicográfica de referencia de la Academia". Y que en las instrucciones para la realización de la prueba se daban dos opciones con los siguientes enunciados: A) Figura en el Diccionario de la lengua española, B) No figura en el Diccionario de la lengua española.
Figurar o no en el Diccionario
"(...) la prueba consistía en comprobar si el opositor sabía si las palabras que figuraban en el examen estaban o no en el Diccionario de la lengua española, por lo que el tribunal dio como correcta la opción A, ya que las palabras por las cuales se reclama figuran en el Diccionario de la lengua española", expone la División de Formación y Perfeccionamiento en su contestación.
A la luz de este razonamiento cabe inferir que una persona que aspiraba a ejercer hasta ahora de policía -la prueba como tal se suprimirá a partir de la próxima convocatoria- tiene que conocer necesariamente las 94.000 palabras que aproximadamente integran dicha obra para afrontar con garantías el examen. Este criterio ha sido cuestionado por el Defensor del Pueblo, que entiende que dicha exigencia puede servir para evaluar su riqueza léxica pero no para "medir el conocimiento de la lengua a través de sus reglas ortográficas y gramaticales". Es más, el alto comisionado cree que ello "podría alterar la finalidad de la misma y generar inseguridad y poca fiabilidad en los participantes en el proceso selectivo".
En contestación a las preguntas planteadas por algunos aspirantes a raíz de la polémica suscitada en esta convocatoria, la RAE ha indicado que "entrada propia no es una etiqueta identificadora establecida como tal" en sus publicaciones y que "los lemas que encabezan las entradas del Diccionario pueden ir en cursiva o en redonda, dependiendo de si son extranjerismos sin adaptar al español (caso en el que irían en cursiva, como las tres voces que menciona) o no". De ello se deduce que, cuando se incluyeron en el cuestionario, debieron haberse escrito en cursiva al no ser términos asimilados.
En la convocatoria correspondiente a la XXXIII promoción (2016), el tribunal calificador dio como buenas escritas en cursiva cinco palabras (paparazzi, byte, apartheid, remake y spot) siguiendo la regla que prescribe la RAE, a diferencia del criterio que ha seguido este año. Este argumento lingüístico alimenta la reclamación de los afectados de la XXXVIII.
La Policía insiste en que las tres palabras son correctas aun escritas en redonda al figurar en el Diccionario
A la vista de la respuesta ofrecida por la Dirección General de la Policía, todo hace indicar que volverán a ser los tribunales de justicia los que terminen resolviendo esta controversia. Es la instancia a la que tendrán que acudir los aspirantes que consideren lesionados sus derechos por la corrección de estas palabras una vez expire el plazo que tiene la Administración para resolver los recursos de alzada, trámite que pone fin a la vía administrativa.
Como informó El Independiente, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) estimó parcialmente el pasado 28 de abril el recurso presentado por nueves aspirantes de la promoción XXXVI al considerar como válidas cuatro palabras incluidas en el examen ortográfico de las oposiciones de 2019 ('ciberataque’, ‘LGTBI’, ‘reditar’ y ‘preminente') que el tribunal había corregido como incorrectas. De alcanzar firmeza este pronunciamiento judicial, el Ministerio del Interior tendría que citar a centenares de opositores que inicialmente no lograron la nota de corte (6,20) para que se sometan al reconocimiento médico cuando sean llamados los que pasen la prueba de conocimientos y ortografía en la próxima convocatoria (con 2.456 plazas en liza).
El "sinsentido" de llevar la contraria a la RAE
El TSJM apoya su resolución en el informe emitido por el departamento de ‘Español al día’ del Centro de Estudios de la RAE, que concluyó que tanto las formas ‘preminente’ y ‘reditar’ como el compuesto ‘ciberataque’ y la sigla LGTBI -utilizada desde la década de los 90 para referirse a lesbianas, gais, transgéneros o transexuales, bisexuales e intersexuales frente al término genérico homosexual- "son palabras plenamente correctas a todos los efectos, también desde el punto de vista ortográfico".
"Sería un completo sinsentido, y en cuanto tal inadmisible, que consideráramos ‘palabras incorrectamente escritas’ las grafías/términos analizados cuando la Real Academia de la Lengua Española, máxima institución garante de establecer y difundir los criterios de propiedad y corrección en el uso de nuestra lengua común, ha señalado inequívocamente que tales grafías/términos eran ‘palabras correctamente escritas’, razón más que suficiente para que así deba considerarse", razona la Sala en la sentencia.
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