Cuando conoció la imputación de su vicepresidenta, Ximo Puig se limitó a expresar su respeto a la Justicia y pedir que se clarificara la verdad. Tras escuchar la rueda de prensa en la que Mónica Oltra ha dicho que no dimitirá bajo ninguna circunstancia, Puig no ha cambiado su tono moderado, pero le ha enseñado la puerta de salida.

Durante una visita a la localidad de Aielo de Malferit, ha suscrito las palabras del alcalde de Valencia, Joan Ribó, también de Compromís, en el sentido de que se necesita un "periodo de reflexión". "Hay que reflexionar porque el interés de este proyecto es de interés general, que ha sido muy positivo para la Comunidad Valenciana", en alusión al gobierno de coalición.

"Esto ha sido un proyecto de transformación, de cambio, de la Generalitat valenciana que ha generado muchas oportunidades, con una situación de mejora enorme de la reputación", ha añadido en alusión a los casos de corrupción que fue encadenando el PP valenciano, territorio que ahora se ve de nuevo empañado por la situación de Oltra.

"Los tiempos políticos no son los tiempos jurídicos", matiza

Si bien ha admitido que su vicepresidenta "ha dado muchas explicaciones, ahora hay un nuevo hito desde el punto de vista jurídico y un tiempo de reflexión. Los tiempos jurídicos no son los tiempos políticos. No coinciden muchas veces. Ahora creo que hay que reflexionar y tomar decisiones".

Ha dicho hablar habitualmente con Oltra con quien no tiene "un problema de incomunicación". Tras hacer una apelación a la serenidad, ha dicho entender las urgencias mediáticas y de la oposición y no parece haberse sentido aludido por las palabras de Oltra en el sentido de que hay que aguantar las presiones. "Todo el mundo recibe en política legítimas y yo tomaré siempre las decisiones en interés de la ciudadanía de la Generalitat". Cada uno, además, "es dueño de sus palabras y de sus silencios".