La brecha entre el Ministerio del Interior y los policías de Baleares continúa en aumento. El último desencuentro se ha ocasionado tras las promesas de la cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska que según el Sindicato Unificado de Policía (SUP) han quedado en palabras que no se han trasladado a la realidad. "Los 50 policías para el aeropuerto de Palma no existen. Denunciamos que los 50 policías prometidos para el aeropuerto de Son San Joan no se han incorporado", señala SUP Baleares en un comunicado.

El sindicato destaca que el pasado 8 de junio el Ministerio de Interior indicó que que el día 20 iban a reforzar con 500 policías los 12 aeropuertos nacionales más importantes, entre el que se encuentra el aeropuerto de Palma. En consonancia con esa información, 50 de los 500 agentes irían destinados al aeropuerto de Son San Joan, algo que "fue celebrado como un éxito por el director de Aena del aeropuerto de Palma y diversos responsables políticos", pero que la organización sindical "ya puso en duda" y que "hoy, el tiempo, de nuevo, nos ha dado la razón": "Los 50 policías prometidos no han llegado".

El SUP apunta a que se ha incorporado una veintena de policías de nuevo ingreso en la Jefatura Superior de Policía de Palma, pero que "de estos menos de una decena irán de forma provisional a reforzar el aeropuerto". Además, los lamentan que esta escasez se traduce en "retrasos en el control de fronteras y en las quejas de los turistas y de diversos colectivos profesionales".

Los policías baleares subrayan el desconocimiento de por qué "se prometieron más policías para el aeropuerto sabiendo que no era posible" así como "la celebración del director de Aena y de diversos políticos". ·"Lo que si sabemos es que en el aeropuerto de Palma todo sigue igual, y que la primera imagen que tienen los turistas al visitar nuestras islas son largas colas de espera para pasar el control de fronteras, mientras tanto, esperamos una solución" concluyen desde el SUP.

Esta problemática, recurrente en el enclave turístico, se une a otras reclamaciones del SUP Baleares como la fuga de policías por las falta de incentivos que ha erosionado las plantillas de las islas, ya que el elevado precio de los alquileres y del nivel de vida en Baleares condiciona el poder adquisitivo de los agentes, que prefieren otros destinos donde con el mismo salario tengan mayores posibilidades.