La cumbre de la OTAN de los días 29 y 30 tendrá una agenda paralela tanto o más interesante, aunque no tan trascendente, como la oficial. Será la que pilote la reina Letizia con un programa de acompañantes, eso es, para consortes de los jefes de Estado y de Gobierno presentes en España y los que realmente van a disfrutar de una ciudad (blindada) y sus alrededores.

El objetivo es trasladar al mundo "el proyecto de país que tiene este Gobierno. Un país moderno, abierto, inclusivo, sostenible y atractivo", dicen fuentes gubernamentales. Moncloa y Zarzuela están trabajando mano a mano en una agenda aún no cerrada, pero lo que ha trascendido haría las delicias de cualquier turista que nos visitara.

El miércoles 29 por la mañana la reina encabezará una amplia delegación que visitará la Granja de San Ildefonso (Segovia), donde tendrán ocasión de conocer el "prodigio de la ingeniería" de sus fuentes y de una ubicación privilegiada en la zona de los bosques de Valsain. Aprovecharán también para asistir a una sesión de vidrio soplado en la Real fábrica de cristales.

Foto de familia

Pero el día no acaba ahí. La comitiva volverá a Madrid para visitar el Museo Reina Sofía, con foto de familia ante la joya de la pinacoteca, el Guernica. Posteriormente, comerán en el restaurante del Museo, NuBel, en un almuerzo ofrecido por Paradores con un despliegue de gastronomía española.

El día 30 la agenda les llevará al Teatro Real, donde tendrán el privilegio de asistir a un ensayo de la ópera Nabuco, participar en una cata de aceite y atender a una charla sobre dieta mediterránea.

La jornada servirá para evaluar si la sintonía de doña Letizia con Jill Biden -con quien coincidirá por primera vez- es similar, por inexistente, con la de Melania Trump, o se parece más a la que tuvo, por buena, con otra primera dama, Michelle Obama.

Sala de las Musas

Todo ello sin olvidar que el día 28 la cena es en el Palacio Real y el 29 en El Prado, donde los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN y de la Unión Europea cenan en el claustro y los cónyuges en la Sala de Musas, después de hacer una visita a la que es, sin duda, una de las mejores pinacotecas del mundo.