El ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, se ha lanzado este lunes contra el ala socialista del Ejecutivo por la gestión de la última crisis fronteriza en la valla de Melilla. Lejos del silencio que ha guardado Irene Montero en la rueda de prensa, donde Isabel Rodríguez ha respondido en su lugar a las preguntas sobre el tema, el fundador de Podemos ha sido explícito en su podcast La Base.

"El PSOE es el PSOE y como tal hay que aceptarlo", ha dicho Pablo Iglesias, que ha defendido que Podemos no debe abandonar el Ejecutivo pese a las divergencias en asuntos concretos, como éste. Sectores del partido morado están muy incómodos por las palabras de Pedro Sánchez, que aseguró que las fuerzas de seguridad marroquíes habían resulto bien el intento de salto en la frontera, que se saldó con más de una veintena de fallecidos.

Aunque Sánchez y otros ministros han lamentado las imágenes a posteriori, no ha habido una crítica explícita y frontal contra Marruecos. "La izquierda debe estar en el Gobierno para dar la pelea dentro del Gobierno", ha defendido Iglesias.

Más adelante, el ex líder de Podemos ha cargado directamente contra el PSOE. "Lo que ha pasado en Melilla, el crimen de Melilla, la masacre de Melilla, es una demostración de que la derecha y la ultraderecha sí que dan la batalla cultural, ellos sí que están en todas partes, hasta en el PSOE". Iglesias también ha criticado que Pedro Sánchez hablase de "asalto violento" o que dijese que el intento de salto a la valla ponía en cuestión la integridad territorial del país.

Este lunes, socios parlamentarios del Gobierno, como ERC, EH Bildu o Más País, han registrado una petición en el Congreso para que Pedro Sánchez comparezca y ofrezca explicaciones sobre la vulneración de derechos en la frontera entre Marruecos y Melilla, donde denuncian que "al menos 37 personas fueron asesinadas".

Junto a esta petición, que también lleva la firma de Compromís, JxCat, la CUP y el BNG, estos grupos han presentado otra en la que piden la comparecencia en la Cámara Baja del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.