El PSOE se enfrenta a otra hemorragia electoral tras la sufrida en los comicios de Andalucía el pasado domingo 19 de junio. De celebrarse hoy unas elecciones generales, los socialistas perderían casi 1,2 millones de los votos obtenidos en noviembre de 2019, los cuales permitieron a Pedro Sánchez conformar el primer Ejecutivo de coalición en España desde la Segunda República. El 10N, después de la repetición electoral por la incapacidad de llegar a un entendimiento con Ciudadanos y Unidas Podemos, el PSOE consiguió convencer a 6.792.199 electores. Ahora, Sánchez solo conseguiría mantener entre las filas del centroizquierda a un 64,2%. O lo que es lo mismo: 4.360.592 votantes.
Al margen de Cs, que quedaría desmembrado políticamente con fugas masivas hacia la derecha y la extrema derecha, así como hacia el sector de los indecisos, el PSOE sería el segundo partido nacional más perjudicado por las salidas a otros grupos. Pero sería el primero que lo hace, claramente, hacia distintos ámbitos del eje clásico de división política entre izquierdas y derechas. El más beneficiado de transferencia de sufragios sería el PP de Alberto Núñez Feijóo, algo que ya se consiguió en Andalucía. Más de medio millón de papeletas del PSOE, concretamente 570.544, irían a parar al seno popular; un 8,4% del total. En Andalucía, las cifras eran similares, con una estimación del 10,8%. Añadido, además, la fuga de votante de Unidas Podemos al PP, un 2,5%, Feijóo aumentaría la incidencia en la izquierda a 650.000 votos.
Esa es la conclusión a la que llega el último barómetro electoral de la demoscópica 40dB para el diario El País y la Cadena SER, que sitúa al PP ya como primer partido nacional con 108 escaños frente al PSOE, segundo con 103. A la 'marcha' hacia el nicho popular, se añaden tres más. En primer lugar, una transferencia lógica dentro del mismo ámbito ideológico, de los socialistas a Unidas Podemos. Un 3,5% del electorado del PSOE votaría a la formación de Ione Belarra o, en su defecto, a la próxima estructura liderada por Yolanda Díaz: Sumar. Ese porcentaje, traducido en votos, correspondería a 237.726 apoyos menos para Sánchez.
Hacia el centro y la izquierda 'verde' que representan Inés Arrimadas e Íñigo Errejón, también se estiman salidas que rondarían las 100.000 papeletas entre ambas opciones. Pero, los más llamativo de estas fugas, es que del PSOE, casi un número idéntico de electores, unos 25.000 más, abandonan el proyecto de Sánchez en favor de Unidas Podemos y de Vox. 264.896 socialistas afirman que apoyarían a Santiago Abascal de convocarse hoy elecciones; un 3,9%.
Especial daño de la abstención y los indecisos
Entre las personas que votaron socialista y ahora indican que se refugiarán en el abstencionismo, y los que deben valorar si toman un nuevo camino, se mantienen en el PSOE o recurren a no votar, se alcanza el 1.168.258 de electores. Junto a las anteriores transferencias, las perdidas totales pueden ampliarse de los 1,2 a los dos millones de votos, dependiendo de la decisión que tomen quien dudan de su elección.
264.896 electores del PSOE en 2019 respaldarán a Vox, 25.000 más de los que irán a Unidas Podemos
La indecisión en los caladeros socialistas es superior a la del resto de formaciones, aunque por debajo de Cs. Un 14,3% ante un 12,6%. Algo grave, teniendo en cuenta que los naranjas se encuentran al borde de la desaparición parlamentaria tras los declives de la Comunidad de Madrid, la Región de Murcia, Castilla y León y Andalucía. A ellos le sigue Unidas Podemos con 7,4 puntos de abstencionismo; PP con 4,8 y Vox, en mínimos, con 2,1 puntos.
El PP, por su parte, además de ser la fuerza que más voto 'roba' al PSOE, cala contundentemente en la abstención. Mientras Unidas Podemos, Cs y Vox no superan el 4% y los socialistas el 7%, Feijóo consigue suscribir a su planteamiento a más de doce de cada cien abstencionistas. Casi tres de cada diez abstenciones se plantean optar por alguna candidatura.
El PSOE no compensa las fugas
De abrirse hoy urnas, el PSOE de Sánchez lograría sumar a unos 40.000 votantes de Vox, 51.160 de Ciudadanos, 100.000 del PP, 271.385 de Unidas Podemos y 862.062 de la abstención. Eso sumaría hasta 1.324.607 acumulados de otras formaciones, que, de retener al grueso de los indecisos, el saldo para Sánchez sería positivo, pero, de no hacerlo, las pérdidas para el PSOE rondarían los 700.000 sufragios.
Este descenso dejaría a los socialistas al borde de los seis millones de votos frente a un PP fortalecido. Los de Feijóo, que con Pablo Casado en 2019 obtuvieron 5.047.040 de apoyos, superarían a los socialistas con 7.359.382 de votos. 4.118.384 resistirían en el PP, 427.866 vendrían de Vox, 613.918 de Cs, 650.000 de la izquierda y 1.549.214 de la abstención.
Según el barómetro, Feijóo quedaría a seis escaños de la mayoría absoluta junto a Vox y Navarra Suma (NA+). La absorción del votante de Cs podría hacer que se alcanzase los 176 diputados necesarios. Bajo los parámetros de porcentaje asignado, el próximo escenario electoral quedaría en una situación mucho más fragmentada, y, de poderse repetir el actual Gobierno, socialistas y morados necesitarían el 'sí' de Junts o de la CUP.
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