"Él predicaba con el ejemplo. No era de los que te decían 'Ve y haz esto', sino 'ven conmigo'. E iba delante en circunstancias muy delicadas". Así recuerda al teniente coronel Pedro Alfonso Casado un guardia civil que estuvo destinado en la lucha antiterrorista en San Sebastián y con el que coincidió en el asalto a un piso ocupado por un comando de ETA. "Era un líder nato", subraya.
Ha muerto este martes el jefe de la Unidad Especial de Intervención (UEI) del Instituto Armado, al no poder superar las secuelas que le dejó en la cabeza el proyectil disparado el pasado viernes por un ciudadano de Santovenia (Valladolid) -apodado ‘El Chiqui’- tras atrincherarse con un rehén tras presuntamente matar a un vecino. El oficial recibió un tiro que atravesó su casco cuando se acercó a negociar la entrega.
Nacido en Vitoria hace 50 años pero de ascendencia zamorana (por parte de padre) y leonesa (madre), Pedro Alfonso Casado -conocido entre sus compañeros como Perico- ingresó en la Academia de Oficiales de la Guardia Civil en 1995 y ha desarrollado casi toda su carrera profesional en la UEI, donde entró con el empleo de teniente en 2000 y fue ascendiendo hasta lucir en su uniforme las dos estrellas de ocho puntas de teniente coronel. Previamente estuvo un año destinado en la otra unidad de élite del Cuerpo, el Grupo de Acción Rápida (GAR) con sede en Logroño. Allí aún se le recuerda con cariño. "Era un tipo fantástico", comenta un antiguo compañero.
Agente vocacional y de gran carisma entre sus subordinados, el nombre de Perico quedará eternamente vinculado al de la Unidad Especial de Intervención, como el del teniente coronel Jesús Gayoso -fallecido por la covid-19 en marzo de 2020- al del GAR. Él ha ayudado a escribir el día a día de la UEI en los últimos 22 años, más de la mitad de la historia de esta unidad.
Con base en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro (Madrid), la Unidad Especial de Intervención echó a andar en febrero de 1982, en vísperas de que España albergara el Campeonato del Mundo de Fútbol y en un momento en el que ETA mantenía una intensa actividad sanguinaria. La banda terrorista ya disuelta mató aquel año a 41 personas, entre ellos 12 guardias civiles.
El teniente coronel estaba al frente de la UEI, unidad de élite de la Guardia Civil a la que estaba vinculado desde el año 2000
La UEI era heredera del Grupo de Intervención Inmediata, la primera unidad de operaciones especiales que funcionó en la Guardia Civil y que se había creado en 1978. La Unidad Especial de Intervención es el equivalente al Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, constituido a finales de la década de los 70 e inspirado en el grupo antiterrorista alemán GSG-9.
Concebida como una unidad única especializada, la UEI es un grupo de élite adiestrado para dar respuesta "inmediata y eficaz" a situaciones de alto riesgo -como operaciones antiterroristas, rescate de rehenes y resolución de situaciones extremas- tanto dentro como fuera de España. Están entrenados para intervenir en cualquier escenario (ya sea en tierra, mar o aire) tras someterse a un proceso de formación previo que incluye técnicas de francotirador, tiro rapelando, manipulación de explosivos, esquí, buceo, paracaidismo, artes marciales y espionaje, entre otras.
Según datos de la Guardia Civil, la Unidad Especial de Intervención ha llevado a cabo más de 400 operaciones en sus más de 40 años de historia, en los que ha liberado a más de 560 rehenes, ha detenido a más de 700 personas -al menos 141 etarras- e intervino en 18 motines con rehenes en centros penitenciarios. En muchos de esos operativos estuvo en primera línea el teniente coronel Pedro Alfonso Casado, gravemente herido en acto de servicio. La de Santovenia fue su última misión. Ha muerto con las botas puestas.
Siete cruces al mérito policial
El peligro al que se había expuesto en muchas de las actuaciones en las que participó le hizo merecedor de siete cruces al mérito de la Guardia
Civil -entre ellas una de ellas de plata y otra con distintivo rojo- y de la cruz de la Real Orden de San Hermenegildo, entre otros méritos. El ministro del Interior le concederá la medalla de oro al mérito a título póstumo a este oficial, hijo y hermano de guardia civil. Deja viuda y dos hijas.
La noticia del fallecimiento del jefe de la UEI ha causado una gran conmoción en la Guardia Civil, donde se esperaba este trágico desenlace al haber empeorado gravemente su estado de salud este lunes. Son numerosas las muestras de condolencia hacia la familia del oficial que se están dirigiendo desde que el Cuerpo confirmó la muerte de Pedro Alfonso Casado.
"No hay palabras que puedan agradecer el servicio, entrega y coraje de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", ha escrito el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un tuit en el que ha trasladado sus condolencias a los familiares y compañeros del oficial fallecido. También han mandado mensajes otros líderes políticos, las asociaciones profesionales de la Guardia Civil y los sindicatos policiales, entre otros.
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