El ciclo de sesiones ha cerrado con un balance positivo para el PP. A menos de un mes después del triunfo por mayoría en Andalucía, los buenos vientos electorales de Juanma Moreno han alimentado aún más el 'efecto Feijóo'. Tanto que los populares, según los últimos sondeos, quedan situados en el centro del tablero electoral y ya roban más de medio millón de votos a del PSOE y Unidas Podemos. Vox, por su parte, parece haber alcanzado su techo político con alrededor de cincuenta escaños y una base social de entre el 15% y el 16%. Y eso, pese a ser un buen dato porque garantizaría su mantenimiento a nivel nacional, supone un problema: por ahora, con el planteamiento moderado del PP no pueden ampliar la frontera ideológica instalada hacia su izquierda.
Pese a no albergar ningún pleno o sesión de control al Gobierno más hasta septiembre, aún queda por delante el esperado Debate sobre el estado de la nación, tres jornadas de intensas de réplicas entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y su Consejo de ministros rendirán cuentas sobre su gestión durante estos últimos dos años y medio de legislatura. Para el PP, este escenario se ha convertido en una buena oportunidad, ha reconocido el propio presidente del partido Alberto Núñez Feijóo, de mostrar a los españoles que son la única alternativa "sólida" y "responsable". "España puede seguir contando con el PP para buscar un cambio de rumbo y llegar a buen puerto", sostiene el líder nacional. Sin embargo, en Vox también lo contemplan como el contexto perfecto en el que recomponerse.
Según ha podido saber El Independiente, frente a la discreción con la que la formación de Santiago Abascal está abordando el planteamiento del debate, la estrategia irá encaminada a pugnar con el PP por la imagen de referente de la oposición ante Sánchez. Algo que se hará con un discurso marcado por la dureza de las críticas a Moncloa y un alto grado de componente ideológico. El objetivo es diferenciarse de los populares, que apostarán todo a la arenga económica. Es algo que confirman en Génova: "la mayor parte de las intervenciones pivotarán sobre el estado de la economía", porque es "lo que más importa" en este momento.
La derecha radical dará protagonismo a cuestiones como el "desprestigio" de las instituciones o los pactos del PSOE con Esquerra Republicana (ERC) o EH Bildu, caso del acuerdo para aprobar la ley de Memoria Democrática o de la reciente entrada de la izquierda abertzale en la comisión de secretos oficiales y fondos reservados. Todo, con la intencionalidad de intentar marcar la agenda yendo más allá de la gestión económica. Algo que, con todo, consideran de vital importancia. "Abascal no llevará ningún tema al debate que no esté en los desayunos, comidas y cenas de los trabajadores en España. Hará un discurso como lo que es: la alternativa al Gobierno socialista", aseguró el vicesecretario primero de Acción Política Jorge Buxadé este lunes, en la rueda de prensa semanal que el partido ofrece en la sede nacional de Bambú.
Vox quiere dejar atrás el varapalo electoral de Andalucía y volver en septiembre enfocado en los comicios municipales y autonómicos
Vox quiere poner punto y final a las malas sensaciones que arrastran desde el 'fracaso' de las elecciones andaluzas, más por aspiraciones que por el resultado en sí, dado que, en comparación con las anteriores autonómicas, crecieron en 97.325 votos hasta los 493.932, y dos puntos y medio hasta el 13,46% de respaldo. Pese a estos datos, si se comparan con los obtenidos en las generales del 10 de noviembre de 2019 en la región, las cifras son inferiores: lograron 869.909 y 20,61 puntos. Una buena escenografía serviría para dejar de lado el varapalo en Andalucía, irse de vacaciones con el listón alto y volver en septiembre con el foco puesto en los próximos comicios municipales y autonómicos.
La bicefalia del PP en las Cortes
El Debate contará con una anomalía tras siete años sin desarrollarse: el líder del principal partido de la oposición no podrá intervenir para replicar al presidente del Gobierno. Feijóo, que no cuenta con acta de diputado, deberá seguir el transcurso de la sesión desde la bancada popular, en la que sí podrá permanecer por su condición de senador por designación autonómica. Según indican fuentes del PP, el partido consultó a los letrados del Congreso de los Diputados sobre la posibilidad de que el gallego interviniese representando las siglas, pero la cámara se escudó en que el Reglamento no lo contempla ni lo permite.
A consecuencia de ello, será la portavoz Cuca Gamarra quien lidere a los populares en las respectivas sesiones. Feijóo, en el escaño presidencial del GPP, la asesorará e intentará atraer los focos para reforzar su discurso. Por los pasillos del hemiciclo, en cambio, si podrá ejercer su papel de número uno de los conservadores. Sobre el posicionamiento del PP el próximo martes, discutieron ayer Feijóo y Gamarra, junto a su segundo el secretario general Carlos Rojas, el portavoz del Senado Javier Maroto, y la portavoz adjunta en la cámara baja Amelia Salanueva, en la Sala Constitucional de las Cortes.
Precisamente, por la situación de bicefalia interna que atraviesa el PP hasta las próximas generales, fuentes parlametarias de Vox creen que es un aliciente más para destacar sobre los populares y constituirse como principal voz de la oposición. "La alternativa al Gobierno socialista; la alternativa social y patriótica", ha afirmado Buxadé frente al discurso de "alternativa" de gestión de los populares. Algunos miembros de los ultraconservadores no creen que Gamarra tenga la autoridad necesaria para hacer mella en Sánchez, y, con Feijóo en el escaño como mero observador, dicen, Abascal puede salir beneficiado. Más, cuando no está previsto que el gallego acuda el miércoles 13 y el jueves 14, por la coincidencia de la escuela de verano del PP en El Escorial.
Vox cree que Gamarra hará perder autoridad al PP, mientras que los populares afirman que Abascal no es buen orador
El cuestionamiento de Gamarra para esta cita, no es algo externo exclusivamente. También se produjo entre ciertos sectores del seno de los populares días antes de quedar finiquitado el proceso de relevo de Pablo Casado y en vistas al nombramiento de la nueva cúpula. La respuesta del GPP, pese a todo, es de tranquilidad. Fuentes parlamentarias del Grupo indican que lo que se busca "no es atraer la atención" a la tribuna, sino de "poner sobre relieve" la complicada situación económica a la que se va a tener que enfrentar España a partir de otoño. "Si Vox quiere seguir con la crispación, que lo haga. Nosotros hablaremos de lo que más preocupa a los españoles, que es la subida de los precios del carburante o los alimentos", afirman.
En respuesta al "menosprecio" que hacen en Vox de la secretaria general y portavoz en la cámara, las mismas fuentes del PP creen que se equivocan y confían en que hará un buen papel. Asimismo, hacen la misma comparativa de Abascal y lo comparan con su terreno, que "es el mitin": "no es un buen orador, al menos desde la tribuna".
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