Pese a haberse cerrado ya el ciclo de sesiones parlamentario, el Congreso de los Diputados vuelve abrir este martes el hemiciclo para albergar uno de los plenos extraordinarios más esperados de los últimos siete años: el debate sobre el estado de la nación. En las Cortes, y frente a todos los grupos políticos de la oposición, el presidente Pedro Sánchez dará cuenta de sus principales líneas de actuación y medidas desarrolladas desde la moción de censura a Mariano Rajoy en 2018 hasta hoy, con la inflación disparada y una guerra en el este de Europa. Para preparar esa cita y marcar la estrategia discursiva, la dirección del Grupo del Partido Popular (GPP) se reunió hace menos de una semana en la Sala Constitucional de la cámara baja. La conclusión a la que llegaron fue que mañana Cuca Gamarra siga ofreciendo al PP como herramienta útil ante un Gobierno "cada vez más débil", sin "rumbo" y "convertido en un lastre".
La portavoz parlamentaria y secretaria general del Grupo ya anticipó estas intenciones en su última aparición pública del miércoles tras el encuentro de la junta de portavoces en el Congreso. Allí afirmó que su alocución iría destinada a hablar del "estado real de los españoles" y que su finalidad sería el de aportar una "visión constructiva". Una puesta en escena, en definitiva, ideada por Alberto Núñez Feijóo para seguir mostrando compromiso de Estado cuando, según sus declaraciones posteriores al encuentro con Gamarra y el secretario general del GPP Carlos Rojas, España avanza hacia "una crisis profunda".
Del mismo modo, lo hizo el jueves Feijóo, apelando al entendimiento y a "la política que piden los ciudadanos". En su caso, lo expresó tras la despedida del presidente del Comité de Derechos y Garantías del PP, Juan Antonio Monago, como líder de la oposición en el Parlamento de Extremadura. Éste garantizó su "compromiso" con los extremeños y se prestó a prestar ayuda al próximo presidente regional desde fuera, lo que le valió la ovación de toda la cámara.
En palabras a El Independiente, fuentes parlamentarias populares aseguran que el discurso potenciado por Feijóo ni tendrá como finalidad lanzar un 'salvavidas' al Ejecutivo, ni tampoco pretenderá atacarlo con dureza: tendrá una orientación propositiva, no confrontarán y no atenderá a Vox. "No todo es blanco o negro. Aquí de lo que se trata es de poner a los españoles en el centro del debate en un momento muy duro, no de hablar de la propaganda del Gobierno, que dice que todo es maravilloso, o del partido de Abascal", señalan.
En el PP explican que intentarán, por un lado, "ser descriptivos" y comentar los problemas que están experimentando en el día a día los ciudadanos, caso de "la calidad del empleo, la inflación o llenar el depósito". Por otro lado, harán propuestas "en positivo" y para contribuir a mejorar el panorama. "Lo llevamos haciendo desde abril con nuestro plan económico", aseguran. Respecto a Vox, rechazan darle protagonismo: "aquí no se trata de Vox o de otro partido, se trata de hablar de los problemas sociales y tiene que ser un debate de altura".
El debate debe poner a los españoles en el centro, no a Vox o a la propaganda del Gobierno"
Los populares son conscientes de que, en ese escaparate mediático, el último hasta septiembre, Vox quiere mostrarse como principal partido de la oposición al Gobierno. Más teniendo en cuenta que Feijóo solo podrá asistir al pleno en calidad de presidente del partido y por su cargo de senador por designación autonómica. No podrá intervenir, tras sondear a los letrados del Congreso, que lo han rechazado, con el Reglamento de la cámara en la mano; y Abascal quiere aprovechar eso para, desde la tribuna, conseguir la imagen del gallego como mero observador ante una honda crítica del ultra hacia Moncloa. Un reproche en términos económicos, para competir con el PP, pero también centrado en lo ideológico, con cuestiones como la Memoria Democrática muy presentes.
Lejos de "improperios" con Vox
Desde el Grupo conservador dicen estar a otra cosa y se niegan a entrar en debates estériles con otros grupos: "esto no va de gritar más o hacer más improperios" que Vox. Tampoco les preocupa que, tras la victoria por mayoría absoluta del partido en Andalucía, la derecha radical pueda conseguir una posición más aventajada en el debate que merme el 'efecto Feijóo' visible en las encuestas.
Preguntados por la conveniencia de marcar distancias con el Gobierno, pero a la vez hacerlo con la formación de Abascal, con un discurso equilibrado como el de Pablo Casado en el pleno de la moción de censura impulsada por Vox, los populares diferencian. "En una moción de censura es distinto. Ahí Vox presentaba un programa de gobierno. Ahora de lo que se habla es del estado de la nación y hay que ser realistas y mostrarse útiles", aseguran.
Gamarra, a la altura
La 'segunda' de Feijóo en Génova está ganando galones entre las filas populares. Si bien a finales de marzo, previa designación oficial del gallego como nuevo presidente y el anuncio de que Gamarra, hasta el momento portavoz parlamentaria y coordinadora general de un PP en transición, asumiría la secretaría general, levantaba ciertas dudas entre sectores del partido. El motivo: su idoneidad para representar las siglas del partido en el Debate. Frente a ello, ha terminado imponiéndose la confianza del líder conservador.
Cuca tiene mucho que ver con que el PP sea la clara alternativa a Sánchez"
Dentro de la formación comentan que el respaldo de Feijóo y del Grupo en el Congreso a Gamarra es máximo. Todo, incluso a sabiendas de que Vox considera el hecho de que Feijóo no pueda intervenir y sea la riojana quien encabece el pleno como una ventaja a favor para erigirse como 'verdadero' partido de la oposición. "Está demostrando ser una parlamentaria de altura y lo va a seguir haciendo", afirman. Asimismo, indican, que "Cuca tiene mucho que ver" con que el PP sea "la clara alternativa" al Gobierno de Sánchez. "Mañana, quedará demostrado", insisten.
No concretan el voto al decreto anticrisis
Otra de las grandes incógnitas que el PP guarda de cara a la semana es el sentido del voto de cara al nuevo real decreto de medidas anticrisis urgentes aprobado a finales de junio en una reunión del consejo de ministros extraordinaria. Como el anterior texto, el documento pasará por las cortes este jueves, así como la ley de Memoria Democrática o la reforma express para poder designar magistrados del Tribunal Constitucional (TC). Y los populares, frente a su 'no' anterior, según ha publicado recientemente El Independiente estarían meditando postularse en la abstención.
En La Moncloa también cuentan con ello, así como con un acercamiento al socio de investidura republicano. Esquerra Republicana (ERC) se opuso al decreto por las tensiones con el Gobierno por el caso Pegasus -instó a EH Bildu a sacarlo adelante-. No obstante, los nuevos acercamientos con el partido de Pere Aragonès, podrían ampliar el número de aliados para refrendar este nuevo texto.
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