Pedro Sánchez se reinventa. O más bien se enmienda o acaso rectifica o quizá hace una nueva intentona para forzar el pulso a los sondeos, incluido el del CIS de Tezanos, precisamente, uno de los pocos supervivientes de aquel equipo de incondicionales que ayudaron a auparle.
Apenas nueve meses después de celebrado el 40 congreso federal socialista, donde ya sacrificó piezas clave, ha dado otra vuelta de tuerca a la dirección del partido tras la salida de una de las dirigentes que formaban parte de eso que se llamaba “núcleo duro”. Con la marcha de la asturiana Adriana Lastra los “sanchistas” quedan como una especie en vías de extinción, mientras los pocos supervivientes ven cómo avanzan imparables todos aquellos que en algún momento fueron los adversarios internos.
Sólo Santos Cerdán ostenta una responsabilidad orgánica realmente importante, la de la secretaría de Organización, pero hasta su continuidad estuvo en cuestión. Además, ha perdido el control de la portavocía del Congreso de los Diputados pues el canario Héctor Gómez era persona próxima al navarro. Ese era otro de los puntos de fricción con Lastra, que "nunca llevó bien dejar de ser la voz parlamentaria del Grupo Socialista", dice un destacado dirigente socialista.
Se hará todo lo que se tenga que hacer”, dicen en el entorno de Sánchez
Nadie se atreve a decir si este es el punto y final de los cambios o la siguiente "matanza" política tendrá como escenario el Consejo de Ministros. Bien podría usar Sánchez, como hiciera Boris Johnson esa despedida al estilo Terminator: "Hasta la vista, baby". En el entorno del jefe del Ejecutivo repiten como un mantra “vamos a ir a por todas” y “se hará todo lo que se tenga que hacer”. Hay coincidencia en que “no podíamos seguir así” tras tres fracasos electorales seguidos, dos de ellos especialmente dolorosos, esto es, el de Madrid y Andalucía. A fin de cuentas “en Castilla y León nos fue mejor de lo que pensábamos”, magro consuelo ante un escenario electoral más que incierto.
José Luis Ábalos, Carmen Calvo, Adriana Lastra, Paco Salazar, Iván Redondo, Juan Manuel Serrano... todo ellos tuvieron un papel fundamental en el accidentado ascenso de Sánchez y formaron parte del estrecho círculo de confianza del madrileño. Ahora están o fuera de la política o en terceros peldaños.
Se salvan del nuevo "sanchismo" sin sanchistas Félix Bolaños, José Félix Tezanos -quién sabe, quizá la clave está en a coincidencia del nombre- y Alfonso Gómez de Celis. También Cristina Narbona y Margarita Robles, pero la ministra nunca ha hecho pandilla con el resto. Basta recodar el amargo enfrentamiento que tuvo con Bolaños a cuenta de si el protocolo para el control de los móviles de los miembros del Ejecutivo correspondía al CNI, dependiente de Defensa, o a la secretaría general de Moncloa.
Partido y Gobierno están en manos de todos los que combatieron internamente a Sánchez
En definitiva, ahora partido y Gobierno están en manos de todos los que combatieron internamente a Sánchez. Patxi López le disputó unas primarias con Óscar López como jefe de campaña. Pilar Alegría, ya ejerció de portavoz, pero de la candidatura de la andaluza Susana Díaz en esas mismas primarias. Antonio Hernando fue quien defendió en el Congreso de los Diputados la abstención en la investidura de Rajoy para impedir unas terceras elecciones generales que hundieran más al partido.
Y hasta la ministra de Hacienda y flamante nueva vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, tuvo un destacado papel en aquel turbio Comité Federal del 1 de octubre de 2016 cuando certificó ante Comisión de Ética del partido que Verónica Pérez era la única "autoridad competente" en esos momentos en Ferraz. Hay quien ironiza con que solo falta "rehabilitar a Susana Díaz y a Eduardo Madina".
Bien por falta de banquillo o porque Sánchez quiere conectar con un sector más clásico y moderado del partido que pueda estar pensándose mudar su voto a las filas del PP de Alberto Núñez Feijóo, lo cierto es que esta semana se ha asistido a una enmienda a la totalidad para la que carece de garantías de éxito.
El frente de los barones territoriales es ahora el más inquieto de todos
"Nos interesa que a Pedro le vaya bien porque así también nos irá bien a nosotros", afirman desde uno de los gobiernos autonómicos que tienen que ir a elecciones el cuarto domingo de mayo. El frente de los barones territoriales es ahora el más inquieto de todos. Desde otra comunidad se quejan de "falta de interlocución" con Sánchez, de la proximidad de la precampaña electoral -"a la vuelta de verano", dicen- y del deseo de que "de aquí a mayo lo único que pedimos es que nos dejen trabajar a nosotros".
No es previsible que Sánchez dé alguna otra sorpresa en la reunión extraordinaria del comité Federal de hoy, aunque nunca hay que descartar nada con el jefe del Ejecutivo y líder del PSOE. Explicará las líneas generales de los cambios y agradecerá los servicios prestados a los damnificados como Felipe Sicilia y Héctor Gómez. Por lo demás, hará una intervención de fuerte contenido político con el que pretende "tomar las riendas y no dejarnos llevar", señala un ministro.
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