En una declaración institucional junto al presidente de turno de Bonia-Herzegovina, Sefik Dzaferovic, Pedro Sánchez, de gira por los Balcanes occidentales, ha expresado su voluntad de contribuir a construir un futuro "prometedor" para este país dando continuidad a los encuentros bilaterales, así como su firme compromiso "con la perspectiva europea de Bosnia", lo que se traduce en la consecución de un estatus de aspirante a entrar en la UE y su incorporación a foros como el MED9.

Para ello ha pedido "reducir la tensión en país, evitar acciones divisoras, apostar siempre por el diálogo, para proponer soluciones con la comunidad internacional a su lado, y poner las necesidades de la ciudadanía por delante", en alusión a las fuertes divisiones internas entre la comunidad serbia y los bosnios. Sánchez ha apelado a la amistad entre ambos países. "Somos amigos, vamos a estar siempre a su lado, dispuestos a acompañar y pueden contar con el apoyo de España en esa perspectiva europea", ha dicho ante Dzaferovic.

La jornada de hoy en los Balcanes tiene una fuerte carga emotiva. Tras reunirse Sánchez con los tres presidentes de la presidencia colegiada de Bosnia-Herzegovina, -a donde se ha desplazado desde la capital de Serbia- Sefik Dzaferovic, Zeljko Komsic y Milorad Dodik, ha visitado la Biblioteca nacional, destruida durante la guerra de los Balcanes y para cuya reconstrucción España aportó fondos.

Sánchez conoció el conflicto balcánico de primera mano en calidad de asistente de Westendorp

Eso en la capital del país, porque más tarde en Mostar está previsto que participe en una ofrenda floral en la plaza de España en honor a los 23 militares de nuestro país muertos durante la contienda que hizo implosionar la antigua Yugoslavia. Asimismo, la implicación de España en este conflicto se tradujo en la presencia de 45.000 efectivos de las Fuerzas Armadas durante los 10 años que duró el conflicto, entre 1991 y 2001.

Bosnia es un país de sobra conocido por Sánchez quien tuvo ocasión de ver de primera mano el conflicto en calidad de asistente del entonces alto representantes de la ONU en Bosnia-Herzegovina, Carlos Westendorp, entre los años 1997 y 1999. De hecho ha dicho sentirse "unido personal y sentimentalmente a este país".

En todo caso ha sido Serbia la que se ha volcado con la visita de Sánchez, 3.000 banderas españolas repartidas por la ciudad, además de grandes luminosos, incluso en un rascacielos, con la enseña nacional, jalonaron su visita en Belgrado. Pero el plato fuerte fue la cena oficial con el primer ministro, que le preparó hasta una interpretación musical de un tema de Luz Casal, "Un año de amor", todo ello por unos sugerentes jardines.