El presidente del Gobierno no sólo insiste en su voluntad de agotar la legislatura sino en llegar hasta finales de 2023 sin sobresaltos con su socio de coalición, Unidas Podemos. Contra la que suele ser práctica habitual de romper las alianzas para que cada partido pueda presentarse con las manos libres y su propia estrategia a la confrontación electoral, Pedro Sánchez defiende que “es bueno llegar al final de la legislatura, para dar el mensaje de que dos fuerzas de izquierda se entienden”, señaló en conversación informal con los periodistas durante su viaje a Balcanes occidentales.
En un periplo que este domingo le ha llevado por Macedonia y Montenegro y mañana lunes a la capital de Albania, Tirana, en el que es el primer viaje oficial de un jefe de Gobierno a estos países, defiende el inquilino de la Moncloa la necesidad de regresar a cierta “estabilidad” de modo que vuelva a completarse una legislatura de cuatro años lo que no sucede desde 2016.
Moncloa apostilla que "la prioridad no es llegar juntos porque sí, sino porque el gobierno tiene una importante tarea. Tiene que ser un gobierno fuerte y con mayoría parlamentaria para abordar la respuesta justa a los acontecimientos". En términos generales, agregan, "una legislatura de 4 años acabaría con la crisis de gobernabilidad en la que el PP metió a España en 2015".
Unas accidentadas legislaturas
La segunda legislatura de Mariano Rajoy, que arrancó después de una repetición electoral y la abstención del PSOE para hacer posible la investidura del líder popular, se vio interrumpida por la moción de censura que le presentó el propio Sánchez en junio de 2018. Fue la primera que prosperaba desde la Transición y se sostuvo sobre la condena del PP en calidad de partícipe a título lucrativo por las campañas electorales de Majadahonda y Pozuelo de Alarcón en el juicio de la primera etapa de la Gürtel.
En los últimos años se han sucedido un rosario de comicios anticipados, gobiernos en funciones, mociones de censura y nuevas repeticiones electorales, ciclo que Sánchez quiere romper dando valor a la prolongación de la legislatura, pero no sólo, porque además quiere llegar a ese punto de la mano de Unidas Podemos.
Tras cerrar este viernes la puerta a una remodelación ministerial, dice Sánchez empatizar con un Gobierno, el suyo, que “ha vivido situaciones extremas” y cuyo trabajo califica de “bastante positivo”. Y responde con un “no me cabe duda” al interrogante de si la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, acabará presentando su candidatura a la presidencia del Gobierno por una nueva plataforma electoral al estilo del líder de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, a quien la gallega siempre pone de ejemplo de su proyecto.
Sánchez no duda en que saldrán adelante los Presupuestos
PSOE y Unidas Podemos “tenemos que sumar” para volver a aspirar a gobernar. Quizá el mayor interrogante lo plantee la formación de Ione Belarra, Podemos, “que está para ver cómo encaja” en ese futuro proyecto y lucha por su "cuota de poder". En ese ámbito, desde Moncloa minimizan los movimientos de la formación morada y se muestran convencidos de que se sumarán al proyecto final.
En este contexto, Sánchez no tiene dudas en que saldrán adelante sus terceros Presupuestos Generales del Estado y que lo hará con el apoyo de los independentistas republicanos de ERC para sumar una mayoría holgada. Las cuentas actuales recibieron el apoyo de 187 señorías y el Gobierno aspira a llegar, incluso superar, esa cifra, tras haber restaurado sus relaciones con Pere Aragonès y activado la mesa de diálogo bilateral con la Generalitat.
El modelo de Sánchez es diametralmente opuesto al de los gobiernos de coalición autonómicos del PP. Los populares rompieron unilateralmente sus alianzas con Ciudadanos en Madrid y Castilla y León yendo a unas inopinadas elecciones anticipadas. Bien es cierto que todo deriva de la moción de censura que los naranjas pactaron con el PSOE en Murcia, lo que contribuyó a que el partido de Inés Arrimadas se dinamitara en esta región, lo que provocó un tsunami que cambió el panorama territorial de raíz. En cambio, en Andalucía no hubo dicha ruptura, pero Juan Manuel Moreno terminó de engullir a Ciudadanos.
No se alargará la legislatura a 2024
Así, salvo sobresaltos, los planes gubernamentales pasan por aguantar a finales del año que viene (las últimas legislativas fueron el 10 de noviembre) sin romper la coalición de Gobierno. Lo demás, dicen en este caso fuentes de Moncloa, “es un debate doctrinal” al que Sánchez ha cerrado la puerta. Quiere decir que, aunque se ha sondeado la posibilidad de llegar a enero de 2024, se desechó esa idea. En su momento también Mariano Rajoy consultó a los servicios jurídicos de Moncloa y Abogacía del Estado poder prolongar la legislatura más allá de los cuatro años.
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