El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha retado a Pedro Sánchez a convocar un referéndum de independencia para Cataluña tras advertir que los primeros frutos de la "desjudicialización" pactada en la mesa de diálogo deben hacerse tangibles antes de fin de año. Aragonès ha defendido su apuesta por la negociación frente a las críticas de Junts, a los que no ha citado. Sí ha destacado la "cohesión" de su gobierno.

Pedro Sánchez defendió la semana pasada, en el marco de su balance sobre el curso político, que la mesa de negociación ah servido para enfriar el conflicto y reducir el apoyo a la independencia en Cataluña. Un dato que de hecho confirmó el sondeo del CEO de la semana pasada, que muestra por primera vez 11 puntos de ventaja del no a la independencia frente al sí.

Aragonès ha querido responder al balance del Gobierno dejando claro que mantiene como objetivo final "la amnistía y el ejercicio del derecho a la autodeterminación". Objetivos que seguirá poniendo sobre la mesa de negociación.

"Si Pedro Sánchez está convencido de que el diálogo neutraliza" el apoyo a la independencia "que ponga las urnas", ha retado el presidente catalán. "Si no las ponen es porque saben que no ganarán, saben que cuando se pueda votar el sí a la independencia ganará".

"Nadie más a prisión"

En este contexto, el presidente catalán ha querido responder también a sus socios de gobierno, muy críticos con el diálogo abierto entre Gobierno y Generalitat. A Junts y la CUP Aragonès les ha advertido de que "es necesario afrontar el problema real" de la "represión de la que son víctimas muchas personas".

Aragonès se ha referido así a los procesos judiciales pendientes para cuadros de ERC y JxCat y altos funcionarios implicados en la celebración del 1-O. "Se juegan la libertad" ha recordado el president, para afirmar que "nunca dejaremos a nadie solo ante la represión, especialmente a servidores públicos". De hecho, ha asegurado que el "compromiso para la desjudicialización" debe tener "efectos de amnistía".

Ha insistido además que los acuerdos para concretar esa "desjudicialización" vía reformas legislativas debe concretarse antes de fin de año. Aragonès ha evitado asociar esas reformas legislativas a la aprobación de los presupuestos pero ha dejado claro que "el pacto es que las modificaciones legislativas se hagan antes de fin de año".

No a los 50 años de secretos

Aragonès se ha referido también al anteproyecto de ley secretos oficiales presentado este lunes por el Gobierno para dejar claro que el proyecto deberá cambiar si esperan contar con el apoyo de ERC. El texto "está en las primeras fases", ha argumentado para reclamar al Gobierno que "escuche y mejore todo lo que tienen que mejorar".

El president ha apuntado que "50 años es opacidad y no se justifica en comparación con ordenamientos de nuestro entorno" y ha advertido que "será imprescindibles cambios si quieren tener el apoyo de ERC" aunque ha rechazado fijar un plazo alternativo.

Aragonès ha sido crítico también con el plan de ahorro energético del Gobierno por la falta de consulta previa con las comunidades autónomas. Pero ha descartado declararse en rebeldía como la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.