Los socialistas miran hacia las elecciones de mayo del año que viene y creen que hay partido en Madrid. No tanto en la Comunidad, puesto que Isabel Díaz Ayuso parece todavía imbatible, sino en el ayuntamiento, una de las joyas de la corona del PP donde Manuela Carmena fue capaz de gobernar en coalición con el PSOE entre 2015 y 2019 y ganar a los populares en las últimas municipales. No obstante, un pacto de José Luis Martínez Almeida con Begoña Villacís le arrebató el bastón de mando municipal y, con ello, la sacó de la política.
Precisamente, Moncloa y Ferraz, aluden a Almeida y a Carmena para explicar que se ha abierto una “ventana de oportunidad” para el PSOE en la capital del Reino. Para empezar, hablan de claros signos de “desgaste” y de “debilidad” del regidor madrileño, quien en los últimos meses ha estado en mitad de varias tormentas cruzadas de las que, dicen, no ha salido bien parado.
“La crisis del PP con la salida de Casado, el caso del espionaje al hermano de Ayuso y los contratos de mascarillas” -sin contar con la inefable llamada de un falso alcalde de Kiev- son los tres hitos que fuentes socialistas subrayan como las causas del agotamiento de la figura política de Martínez Almeida. “Vista esa debilidad en la alcaldía hay que valorar muy mucho lo que hacemos”, conceden los mismos medios consultados en alusión a la futura candidatura socialista.
Madrid-ciudad “es absolutamente estratégica” para Sánchez
En definitiva, Madrid-ciudad “es absolutamente estratégica” para Pedro Sánchez, ya no solo por el valor político de gobernar la capital del país con un presupuesto de más de 5.400 millones de euros, sino porque le permitiría afrontar su propio proceso electoral de las generales a finales de 2023 más reforzado frente a un Alberto Núñez Feijóo para quien perder Madrid constituiría un desastre en términos electorales.
La segunda baza del cálculo que hacen en Ferraz y Moncloa es la ausencia de una candidata de izquierdas tan carismática como la ex jueza Carmena. Si bien tanto en 2015 como en 2019 resultó imbatible para un PSOE que llegó a hundirse en una cuarta posición tras Más Madrid, PP y Ciudadanos, ahora aspiran a que buena parte de ese voto se decante por las siglas socialistas. “Ya no está Carmena. Por eso tenemos que subir en Madrid, es el voto a por el que vamos en términos sociológicos”, admiten en conversación con El Independiente.
Este escenario “nos hace ir a por todas, con todo, en todas partes, incluido Madrid”. Este análisis supone un giro considerable respecto a la que fue apuesta de Sánchez por la presidenta del partido en Madrid capital y delegada del Gobierno en la Comunidad, Mercedes González. De hecho, se le nombró para este cargo con la intención de darle visibilidad, de ponerle foco y, con ello, tener la oportunidad de ir construyendo una figura política con la mirada puesta a un medio plazo. Pero algo ha cambiado en estos meses y ese algo es "la debilidad de Almeida", subrayan.
“Hay que ir a por todas, con todo, en todas partes, incluido Madrid”, dicen los socialistas
El objetivo era acabar con las candidaturas de ocasión, con las ocurrencias, con los aspirantes mediáticos que han ido naufragando uno tras otro. Probado lo que no funcionaba, se optó por dar al partido en Madrid cierta autonomía y tiempo para su consolidación. Pero si bien dicha estrategia se mantiene para la Comunidad con un secretario general madrileño, Juan Lobato, que ya ha anunciado su intención de ir a primarias en septiembre para ser candidato autonómico, las urgencias han mudado el escenario en Madrid.
Porque González, a diferencia de Lobato, no ha expresado su intención de concurrir a las primarias. Este silencio vendría a confirmar que nada está dicho aún respecto a quién encabezará la lista municipal. Además, la sombra de la dimisionaria Adriana Lastra, por quien estuvo amadrinada en su momento, no resulta ahora la mejor carta de presentación en el PSOE. “No ha dicho nada a nadie sobre sus aspiraciones. Creemos que no está decidido ni por ella misma”, dicen fuentes de su entorno.
Una vez más se especula con el nombre de la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien ya se resistió una vez a coger ese testigo municipal por lo que suponía de autoinmolación. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, es otra de la clásicas de las quinielas, pero su nivel de conocimiento y de valoración no es el de Robles. La titular de Defensa es la ministra mejor valorada del Gobierno, a la que siguen, por este orden, Yolanda Díaz y Nadia Calviño. Además, ocupa el segundo lugar de conocimiento ciudadano, con un 82,5 de porcentaje.
Robles es la ministra mejor valorada y con más alto nivel de conocimiento
Entre los ministros del sector socialista sólo está por detrás de su compañero de gabinete y ministro el Interior, Fernando Grande-Marlaska, con un 85,9 de conocimiento, según el CIS de julio pasado. En cambio, a Maroto la identifica poco más de la mitad de los ciudadanos (53 por ciento), lo que le quitaría papeletas para optar a la alcaldía.
Tiene ahora Sánchez poco margen para la equivocación. Si decide “ir a por todas”, -expresión convertida en nuevo mantra socialista-, no puede permitirse fallar, pero si no apuesta a lo grande, corre el riesgo de quedar a medio camino. Tiene pendiente una conversación al arranque del curso político con Lobato. Madrid, y lo saben los dos, es fundamental.
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