Jueces del Tribunal Supremo de tendencia progresista se han ofrecido a los vocales del bloque conservador del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) como candidatos para renovar a los magistrados del Tribunal Constitucional que vencieron su mandato el pasado 12 de junio. Lo hacen después de saber que dichos vocales no encuentran perfiles de tendencia conservadora y "de peso y trayectoria" en el Supremo que quieran ir al tribunal de garantías.

El Gobierno tiene que poner sobre la mesa dos nombres para sustituir al presidente del Alto Tribunal, Pedro González-Trevijano y al magistrado Antonio Narváez. El consejo de jueces tiene que hacer lo propio con otros dos para reemplazar al vicepresidente Juan Antonio Xiol y a Santiago Martínez-Vares. Para garantizarse que el CGPJ puede nombrar a los dos magistrados que le corresponde, el partido del Gobierno (PSOE) impulsó una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, aprobada por mayoría en el Congreso, por medio de la que se devuelve al órgano su capacidad de nombrar, aunque únicamente a los dos magistrados del Constitucional citados.

El CGPJ lleva cuatro años y ocho meses en funciones por la falta de acuerdo político entre PSOE y PP para renovarlo. A iniciativa de PSOE y Podemos, se reformó la Ley del Poder Judicial también con mayoría parlamentaria para que el órgano no pueda realizar nombramientos mientras tenga el mandato vencido. Una medida de presión hacia el PP que se ha vuelto en contra del Gobierno por su interés en renovar el Constitucional y que éste quede con una mayoría progresista. De ahí que ahora el PSOE haya promovido el cambio legal que permite al consejo de jueces nombrar únicamente a dos magistrados del Alto Tribunal (uno conservador y otro progresista) y pone a los vocales la fecha límite del 13 de septiembre para hacerlo.

La idea del partido del Gobierno al poner esa fecha es que el CGPJ haga su propuesta de candidatos y, posteriormente, el Ejecutivo presente a los dos que le toca. Pero, a la vista de que los vocales de ambos bloques no retomarán las conversaciones hasta este lunes o martes a pesar de que el presidente Carlos Lesmes les instó a hacerlo antes, cabe la posibilidad de que su propuesta no llegue en fecha y el Gobierno acabe adelantándose.

Los magistrados conservadores no quieren ir

Antes de las vacaciones de verano se iniciaron las conversaciones de manera muy superficial y se barajaron una serie de nombres de magistrados del Tribunal Supremo por cada bloque: en el progresista, Ana Ferrer, Pilar Teso o Pablo Lucas. En el conservador, Antonio del Moral, Ignacio Sancho, Pablo Llarena o Manuel Marchena, entre otros, a quienes no se ha hecho un ofrecimiento firme porque han descartado que lo vayan a aceptar.

Así lo transmiten fuentes conservadoras del CGPJ que destacan las dificultades que están teniendo para encontrar perfiles de sintonía conservadora con similar trayectoria y peso jurídico en el Supremo, puesto que hasta ahora siempre se ha escogido a magistrados de dicho tribunal para completar a los 12 miembros que tiene el Tribunal Constitucional.

Ante esta situación, conocida en el Supremo, varios magistrados de tendencia progresista en temas sociales pero nada revolucionarios en otros que tengan que ver con la unidad del país se han dirigido a vocales del bloque conservador para ofrecerse como candidatos del cupo conservador en caso de que su disposición pueda facilitar la renovación del Constitucional, según trasladan fuentes internas.

Arranca el curso judicial

La semana que comienza estará marcada por los actos del Poder Judicial. Este lunes, los vocales coincidirán en el Tribunal Supremo durante la toma de posesión del fiscal general del Estado, Álvaro García.

El martes, día 6, algunos vocales ven conveniente reunirse antes del Pleno del jueves para explorar la situación y hablar de posibles soluciones. El miércoles tendrá lugar el acto de apertura del curso judicial presidido por el Rey y en el que Lesmes volverá a instar a los políticos a renovar el CGPJ. Un día después se celebrará el Pleno en el que se deberían consensuar los dos nombres de candidatos para el Tribunal Constitucional.

Si los vocales no lo consiguen, podría darse una fractura entre vocales del bloque conservador: los que quieran hacer una propuesta ya a toda costa, aunque sea presentando a uno de esos perfiles moderadamente progresistas que se les han ofrecido, y los que se mantengan en no nombrar.

En caso de que dicho Pleno del día 8 fracase, es posible que el presidente Carlos Lesmes convoque otro cinco días más tarde, el 13. Si en esa fecha tampoco ha sido posible llegar a un acuerdo, habrá que ver si el Gobierno pone entonces sus cartas sobre la mesa y adelanta al órgano de gobierno de los jueces con su propuesta.