Después de Ciudadanos (Cs), en medio de una refundación para renovar la marca y paliar la hemorragia de electores -con un 25,3%-, el PSOE es el partido que más desmovilización genera entre sus filas. Los socialistas, con una fidelidad de siete de cada diez votantes, tendría en juego el 17,6% de la base electoral obtenida en las últimas generales del 10N. Concretamente, el 13,6% de sus simpatizantes se confiesan indecisos, mientras que el 4% se ubican, a día de hoy, en la abstención. Este dato, complica las aspiraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a revalidar el mandato a finales del próximo año. Y es que el PSOE duplica en desmotivación a los seguidores del Partido Popular (PP) y triplica la del electorado de Vox, mucho más fiel que el resto de agrupaciones.

Estos datos aparecen recogidos en el último barómetro de la demoscópica 40dB para el grupo Prisa de cara a los próximos comicios nacionales. En la convocatoria de noviembre de 2019, el PSOE de Sánchez logró un total de 6.792.199 papeletas a favor en las urnas. De ellas, 271.688 pasarán a engrosar la abstención y 923.739 el grupo de los indecisos; un cómputo de casi 1,2 millones de votantes que los socialistas habrían perdido a lo largo de la legislatura. Ello, sumado a las salidas directas a otras formaciones como el PP, Vox, Unidas Podemos o Más País, que roza las 850.000 personas.

Por su parte, el PP de Alberto Núñez Feijóo, que encabeza la encuesta con 123 escaños de máxima frente a los 109 de los socialistas, tendría una desmovilización del 8,9% de los apoyos obtenidos por su antecesor Pablo Casado, unas décimas más de la mitad que el PSOE. 191.788 personas serían abstencionistas de los populares, mientras que 257.399 dudarían si repetir la apuesta conservadora. Génova goza de tener el segundo mayor nivel de lealtad entre sus anteriores votantes, con el 75,6% y solo vería una fuga de uno de cada diez electores a Vox ante al resto de candidaturas, que serían mínimas.

Cerca de cinco millones de electores dudan entre ir a la abstención, cambiar de partido político o apostar por las mismas siglas que en 2019

El partido de Santiago Abascal, el grupo con más fiabilidad del electorado con un 85,4%, es quien menos se vería perjudicado por la desafección entre sus bases. La intención de alojarse en el abstencionismo es inferior a los dos puntos y únicamente un 3,5% de la misma, 127.994 ciudadanos, se están replanteando si volver a confiar en la candidatura ultraconservadora. Una formación que, al inicio del nuevo curso político, quiere rivalizar con el PP en su oposición al Gobierno y asiste bajo la incógnita al último movimiento de su ya exdiputada Macarena Olona, que quiere regresar a Madrid y entrar en la dirección de Vox.

Precisamente Ferraz ha diseñado una hoja de ruta para volver a ilusionar al votante de izquierdas decepcionado lanzándose a la calle. Consistirá en una treintena de actos del secretario general y los ministros del PSOE por todo el territorio nacional, algo que ha comenzado este fin de semana en Sevilla; aunque con notables críticas, pitos y abucheos hacia el presidente. Un lugar de inicio significativo por ser el principal feudo electoral histórico de los socialistas y testigo de la primera mayoría política absoluta del PP en la región.

La estrategia y el objeto de la próxima campaña electoral de municipales y autonómicas ha cambiado en las últimas semanas. Mientras que con anterioridad el sujeto de las cargas y las críticas desde el PSOE y el Gobierno era Vox y alentar la movilización contra "la ultraderecha", Feijóo y el PP asume ahora el foco de atención y "los insultos" desde Moncloa. Así lo está denunciando el propio presidente de los populares en los últimos días.

En cuanto a Unidas Podemos y Cs, los morados cuenta con algo más de 60.000 abstencionistas en sus filas y 187.162 indecisos. Y, en primer lugar, los de Inés Arrimadas tendrían poco movilizados a 340.477: 321.812 indecisos y 18.665 personas que no ejercerán el derecho al voto.

PSOE y PP, los que más sacan de la abstención

Aunque socialistas y populares son los que más indecisos tienen a sus espaldas, el bipartidismo es quien más votante atrae de la abstención -12.493.664 en total-, aunque se ha producido un descenso en cuanto a los populares. En primer barómetro de 40dB que contemplaba el liderazgo de Feijóo, en mayo, al gallego se le atribuía una capacidad de sacar de la abstención a 1,2 millones y 9,7 puntos frente al 6,9% y los 862.062 del PSOE. Sin embargo, en esta nueva edición el PP ha visto reducido a casi la mitad esa adherencia respecto al mes pasado, cuando era de 12,6 puntos y 1,5 millones. Génova solo 'pescaría' el 7,7% de la abstención contra el 7,9% de los socialistas, que serían los más influyentes en este sector del censo. Traducido a cifras, el PSOE vería un respaldo de 986.999 abstencionistas y el PP algo menos: 962.012.

Ello, vendría a complementar las pérdidas que acarrearía Ferraz tras la legislatura, algo dado en todos los frentes en contraposición al PP. Mientras que Vox acapara la mayor parte de las salidas populares, a Sánchez se le marcharían, en este momento, cerca de 395.000 votantes al PP, unos 272.000 a Unidas Podemos y Más País, algo más de 183.000 a Vox. En el caso de los de Abascal, solo vería menos del dos porciento de fugas a Cs y un 8% de pérdidas hacia el PP, unos 293.000 sufragios que resultan mínimos ante las entradas. Algo mayor sería la influencia de Unidas Podemos en la abstención, con un 5,5% y 337.328 votantes.

El grueso en esa franja lo tiene un 27,7 de indecisión, lo que pone en relieve a 3,5 millones de censados que en 2019 no votaron y ahora se lo estarían planteando. Ello, con el balance de abstencionistas ya mencionados sitúa la cifra a casi cinco millones sobre 36,8 millones de personas con derecho a voto, según el INE.