El Partido Popular (PP) se propuso aprobar para finales de agosto los congresos regionales con el 'polvorín' de Navarra como gran escollo. Sin embargo, la coyuntura política nacional, con la cuestión de ahorro energético en el foco, ha retrasado los trámites hasta este mes de septiembre. A falta de solventar otros complicados escenarios como el navarro, ya con la 'casadista' Ana Beltrán al margen de la carrera para el liderazgo, o el asturiano, con la cúpula dividida en dos almas, el aparato de Cantabria ya cuenta con fecha para su próximo cónclave territorial. El XIII Congreso Regional de los populares cántabros tendrá lugar el próximo 7 de octubre. A él, salvo sorpresas de última hora, se presentará únicamente la actual presidenta María José Sáenz de Buruaga, la líder de la oposición en el parlamento autonómico frente al gobierno de coalición que encabeza Miguel Ángel Revilla junto al PSOE.
En los últimos días, y antes de conocerse oficialmente que Madrid va a volver a confiar en Buruaga para dirigir la estructura cántabra, el nombre del exministro de Fomento y exalcalde de Santander Íñigo de la Serna, salía a relucir cuatro meses después de su designación como secretario del Comité Electoral del partido. Se apuntaba a una posibilidad: que Feijóo meditase implantar la primera bicefalia de poder dentro del partido. Es algo que, pese a estar contemplado en los estatutos del PP, no se ha adoptado como dinámica cotidiana dentro de la casa. No obstante, en Madrid lo dan totalmente por descartado en un periodo en el que buscan solidez interna.
Fuentes de Génova explican a El Independiente que esta posibilidad no se ha planteado en ningún momento pese a "ciertas informaciones publicadas". Es más, altos cargos afirman que "el partido no está aún en temas de candidatos", algo que se irá revisando a partir de la interparlamentaria del próximo fin de semana en Toledo. Y, aunque no dudan de las capacidades que avalan el currículum de De la Serna, la posibilidad de compaginar dos liderazgos internos en Cantabria -uno en el partido y otro en la cámara regional- daría "inestabilidad" al proyecto y podría lastrar las aspiraciones de los populares a retornar a la presidencia autonómica. Asimismo, ven a Buruaga "preparada", la cual replica el discurso de la cúpula del PP y ve en la "unidad" la vía para ganar las elecciones de mayo. "Estoy en las mejores condiciones de ofrecer resultados", ha afirmado recientemente la presidenta del PP cántabro.
Génova reniega de generar inestabilidad en el partido cuando está en juego, en última instancia, entrar en Moncloa
En la línea de la dirección nacional se enmarca el PP autonómico. Fuentes de la organización aseguran que el aparato está unido en torno a Buruaga y que lo "lógico" es que, si gana el congreso de octubre -algo que así será porque no tendrá competencia- "ella sea la candidata". "Estamos en la unidad y en demostrar que somos capaces de gobernar Cantabria si hacemos bien las cosas". Y es que, desde 2015, los populares no han tocado poder en una región que califican de apego al centroderecha. En relación a la posible valoración de De la Serna para aspirar a ser candidato con Buruaga como baronesa territorial, las mismas fuentes lo achacan a intentos "interesados". "Es cierto que había gente que no quería a Buruaga, sobre todo de la anterior dirección; pero tiene apoyo interno y vamos a hacer una lista que va a compartir la inmensa mayoría de los afiliados", argumentas fuentes cántabras.
El PP no duda de la capacidad de De la Serna: tres gobiernos en Santander lo avalan
De Santander al Ministerio de Fomento
La idea de que Feijóo plantearía a De la Serna dar el paso y optar a la candidatura radica en dos ejes. El primero es por la confianza que le generaría uno de los pesos pesados del último Ejecutivo de Mariano Rajoy. Y, el segundo, por querer opciones ganadoras. Y es que el exministro de Fomento, reclutado de la alcaldía de Santander por el exdirigente gallego, logró reiteradas mayorías absolutas en la capital cántabra.
En 2007 accedió al cargo con 15 concejales. La mayoría de los populares en 2011 favoreció el incremento de representación de casi un 52% a un 56,2% y 18 representantes. Y la ruptura, posterior, del bipartidismo, hizo al PP retroceder a trece procuradores y a un gobierno en solitario tras la investidura con Ciudadanos.
Desgaste de Revilla y el PSOE
Para los populares de Cantabria, el Ejecutivo de coalición que preside Revilla junto a los socialistas tiene poco que hacer para reeditar la fórmula en los próximos comicios de mayo. "Está por los suelos y con muy poca credibilidad", añaden. En todo caso, "es posible una alianza con el Partido Regionalista Cántabro (PRC) como socio minoritario", un gobierno en solitario o incluso Vox, afirman. Y lo hacen refiriéndose a las encuestas internas que manejan. En un parlamento donde se necesitan 18 para la mayoría absoluta, Buruaga obtendría, dicen, unos catorce escaños "muy consolidados", frente a los nueve que ostentan ahora y los quince del PRC, que quedaría ligeramente por debajo.
El PP de Cantabria confía en un vuelco electoral que les facilite el camino. Aluden a que la formación, a diferencia del 28-A, fue la más votada en las últimas generales con 84.583 votos y 8.555 de diferencia respecto al PSOE y 15.783 del PRC. Además, creen que "los retrasos en las inversiones del Gobierno central, en las obras, las licitaciones o la ampliación del AVE", pasará factura a la alianza.
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