Ocurre desde hace décadas en Cataluña y País Vasco, también desde hace unos años en la Comunidad Valenciana y Baleares, se extiende como una mancha de aceite que lo contamina todo. De ella viven centenares, miles de personas en instituciones y chiringuitos creados presuntamente para protegerla, pero es falso, solo protegen su sueldo vitalicio pagado por todos. La lengua minoritaria, la lengua cooficial, la lengua vehicular,…a diferencia de otros países como Francia donde Macron deja claro cada vez que pisa Córcega que “el francés es la única lengua oficial”, aquí hemos permitido defender todas las lenguas menos el español, porque creyeron todos que se protegía solo. Igual que la Constitución o las Instituciones y símbolos del Estado que no defendemos como propios y que nos hacen a todos iguales en derechos y deberes. No hemos educado a los ciudadanos en su protección y muchas de esas instituciones son arrastradas por el suelo y manoseadas por intereses partidistas. 

No cumplir la ley del 25% de castellano en las escuelas catalanas es provinciano, tercermundista, propio de mentes pequeñas y retorcidas que no quieren ver progresar a su país. La diferencia entre un patriota y un nacionalista es que el primero ama a su tierra sin desear el mal a sus vecinos ni menospreciarlos, como hace este nacionalismo rancio catalán que pisotea la libertad individual porque se cree por encima de la ley. No protegen la lengua, protegen su bolsillo. Este año el nieto de alcalde franquista Pere Aragonés, aumenta hasta los 385 millones de euros el presupuesto para la cultura y la lengua catalana y otros 300 millones más para la propaganda de TV3 y Catalunya Radio, en total reparte 1.000 millones al año en “crear la nación catalana”, la misma que en cuatro años de gobierno compartido con Pedro Sánchez no han querido resucitar ni una sola vez. ¿Por qué teniendo a Sánchez comiendo en la palma de su mano no convocan ahora un referéndum como el del 1 de octubre? Porque se vive mucho mejor cobrando pellizcos de esos 1.000 millones al año y cuando gobierne Feijóo ya volverán a las trincheras, ahora toca pisar moqueta y disfrutar de los indultos.

¿Por qué teniendo a Sánchez comiendo en la palma de su mano no convocan ahora un referéndum? Porque se vive mucho mejor cobrando pellizcos de esos 1.000 millones al año

Por poner música catalana en las emisoras privadas catalanas, subvenciones de 748.000€, por hacer una película en catalán un millón y medio de euros, 700.000 euros para la traducción de libros, 36,9 millones para el audiovisual,….Cualquier hecho cultural en catalán, tenga o no calidad, sea bueno o malo, recibe una lluvia de dinero público por utilizar ese idioma. Igual está sucediendo en Baleares y en la Comunidad Valenciana. No importa que sea una buena película, un buen libro, o un magnífico cirujano o una profesora de música experimentada, si no está el idioma en la cima de sus cualidades, el resto no importa. Esto nos lleva inevitablemente al fracaso como sociedad, al pensamiento único, y a la dictadura cultural y social. Se elimina la competencia, las cualidades individuales sobre una profesión, para laminarlo todo por la lengua. Tendremos mediocridad por todas partes, pero eso sí, en catalán. Es la lengua que separa a las personas no la que se utiliza para unirlas.

Hablé estos días con Encarna, fue la primera profesora de música de Trompa de España, hoy con 62 años, siete hijos y 40 años de carrera ha sido despedida por no pasar la prueba teórica del valenciano, como si la música tuviese idiomas. También hable con el padre del niño de Canet de Mar que hizo lo más difícil, y le han vuelto a dejar solo. Tras conseguir la victoria judicial del 25% de castellano en las escuelas como marca la ley, ve como todos los partidos, incluido Salvador Illa y el PSC, le abandonan y colaboran con la Generalitat en desobedecerla. Su hijo y su familia se ven amenazados, acosados incluso por su propio colegio, publican su dirección, les persiguen, le vejan, amenazan, insultan y todo por hacer cumplir la ley. Y lo que es peor, quienes deberían protegerle miran hacia otro lado por estar unos meses más en Moncloa.

Pocas me parecen las 7.000 empresas que han abandonado Cataluña y la inversión extranjera que huye de mi tierra, como lo hacen de los lugares gobernados por obcecados y abducidos que anteponen sus consignas ideológicas al bienestar del pueblo al que deberían servir.

Ocurre desde hace décadas en Cataluña y País Vasco, también desde hace unos años en la Comunidad Valenciana y Baleares, se extiende como una mancha de aceite que lo contamina todo. De ella viven centenares, miles de personas en instituciones y chiringuitos creados presuntamente para protegerla, pero es falso, solo protegen su sueldo vitalicio pagado por todos. La lengua minoritaria, la lengua cooficial, la lengua vehicular,…a diferencia de otros países como Francia donde Macron deja claro cada vez que pisa Córcega que “el francés es la única lengua oficial”, aquí hemos permitido defender todas las lenguas menos el español, porque creyeron todos que se protegía solo. Igual que la Constitución o las Instituciones y símbolos del Estado que no defendemos como propios y que nos hacen a todos iguales en derechos y deberes. No hemos educado a los ciudadanos en su protección y muchas de esas instituciones son arrastradas por el suelo y manoseadas por intereses partidistas. 

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