El Partido Popular (PP) aborda este sábado y domingo en el Hotel Beatriz de Toledo la que será su vigésimo quinta Interparlamentaria del partido. Lo hará de cara a los próximos comicios municipales y regionales de mayo de 2023, al contemplar este cónclave interno como "el pistoletazo de salida que tendrá como resultado conformar el programa electoral" para esa y la posterior convocatoria de elecciones generales al final del próximo año. Y es que allí, se sentarán "los primeros cimientos de la hoja de ruta del PP" hacia el objetivo de alcanzar y asentarse, nuevamente en La Moncloa. Así lo confirmaba en la víspera al encuentro popular el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local, Pedro Rollán. "No somos como el PSOE, que va dando bandazos" día tras día, esgrimió reforzando la idea de que cada paso del presidente Alberto Núñez Feijóo, está bien medido.

A primera hora de la jornada, los tres portavoces parlamentarios abrirán el evento en torno a las 10:30 horas. Tanto la líder en la cámara europea, Dolors Montserrat, como sus homólogos en el Senado y en el Congreso de los Diputados, Javier Maroto y la también secretaria general Cuca Gamarra, intervendrán para dar inicio al acto de debate interno. A ellos, les seguirá los discursos de los cinco presidentes autonómicos con los que cuenta el PP, caso de la dirigente madrileña Isabel Díaz Ayuso, el presidente de Andalucía Juanma Moreno, del castellano y leonés Alfonso Fernández Mañueco, del líder de la Xunta Alfonso Rueda, del murciano Fernando López Miras y del ceutí Jesús Vivas.

El PP no descarta abordar la cuestión de reparto monetario territorial para tener una base firme que presentar en el futuro

A partir de ese momento, los populares cerrarán al público y a los medios su deliberaciones y se enrocarán para debatir los principales ejes del que partirá su propuesta de gobierno para precipitar el cambio. Sí se han anunciado quienes participarán en el total de seis mesas de debate y el tema de las mismas: Respuesta a los retos económicos; Libertad e igualdad en la España que queremos; Recuperar la calidad democrática; Crecimiento verde y empleo; Por unos servicios públicos para toda la vida, y Unidad y diversidad en la España de las autonomías. Es precisamente en ésta última ponencia interna donde los populares han dejado caer que podrían abordar un plan de financiación autonómica de cara a la próxima legislatura, cuando, bajo sus previsiones Feijóo ya liderará el Gobierno.

Entre los nombres que discutirán sobre cuestiones regionales están el propio Rollán, por su papel de coordinador territorial, y el presidente de Castilla y León, Mañueco. Precisamente, el barón popular, por su condición, estuvo el pasado mes de diciembre en la Conferencia de Presidentes programada en La Palma, en las Islas Canarias. Una reunión de todos los dirigentes autonómicos y el jefe del Ejecutivo central que, frente a otros asuntos, abogó por dejar fuera lo referido a la reforma de la financiación autonómica. Sobre esta cuestión, de un reparto "justo" de los fondos para las regiones, los populares no descartan abordarlo con la intención de tener una propuesta de futuro para después de las generales si alcanzan el poder.

Tras las generales, los populares podrían estar presidiendo hasta doce de 17 comunidades y la ciudad autónoma de Ceuta

El partido continuará dirigiendo en 2024 las autonomías de Andalucía y Castilla y León. Y salvo sorpresa, mantendrá los feudos de la Región de Murcia y la Comunidad de Madrid en mayo; y el de Galicia el próximo año. A ello se suman las estimaciones que manejan en el partido de capacidad para lograr gobernar en zonas como Cantabria, Castilla-La Mancha, Aragón, la ciudad autónoma de Ceuta o la Comunidad Valenciana. De ahí, el interés por perfilar una base con la que llegar preparado a un futuro Ejecutivo y abordar la cuestión cuanto antes. Con el PNV, dado el acercamiento entre Andoni Ortuzar y el propio Feijóo, o el previsto con Coalición Canaria, podría llegarse a posiciones concretas de darse el caso en País Vasco y en las islas, lo que dejaría exclusivamente Navarra, Cataluña, Asturias, Extremadura, Baleares y Melilla bajo control del PSOE y sus socios políticos.

El Gobierno no puede hacer "una reflexión serena"

Sobre la cuestión de la financiación, fuentes del PP afirman que, en este momento y con el Gobierno de coalición sostenido con socios independentistas como ERC y EH Bildu, es difícil tratarla con "serenidad" y sin que se produzcan desequilibrios territoriales. Principalmente, apuntan, a porque los abertzales o los republicanos "no se lo consienten". Intentar revisar el sistema actual, "con una capacidad de influencia" tan alta sería "muy negativo" para todos.

De todos modos, en Génova saben que el debate sobre la financiación debe ser impulsado por Moncloa, por lo que declinan presentar ninguna propuesta programática en los próximos meses al Gobierno. Además, creen que debe ir de manera paralela al de la financiación local. Sí, en cambio, cimentarán las directrices que consideran apropiadas en la interparlamentaria toledana. La renovación debe hacerse "desde la responsabilidad" y sin tener ningún "prejuicio" o exigencia que perjudique al resto de autonomías.

La contemplación en Toledo de una visión conjunta entre populares puede ir destinada a dar respuesta a una de las solicitudes hechas hace una semana por la ministra de Hacienda María Jesús Montero. La andaluza instó a los partidos a plantear una propuesta por siglas y enviarla al ministerio través de los grupos parlamentarios del Congreso, al no poder tener voz las comunidades en las Cortes.

Diferencias entre los barones populares

A finales de julio, tres barones territoriales dejaron cuenta de las diferencias internas que existen entre los populares respeto al marco de financiación. Fue tras las visitas a Moncloa, para reunirse con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, de Moreno Bonilla, de Rueda y de Fernández Mañueco. Por un lado, y aunque todos defendieron la "urgencia" de dar salida a un nuevo sistema tras el implantado por el PSOE en 2009, el dirigente andaluz defendía tener en cuenta la población ajustada, es decir, la que se define según sus necesidades. Por otro lado, tanto Rueda como Mañueco se expresaron por la demanda de envejecimiento y dispersión como la clave para recibir más fondos. En esa finalidad está centrado, ahora, el Gobierno.

Incluso, durante su periodo en la Xunta, Feijóo ha tenido desavenencias con los que ahora le respaldan en Génova. De lo que sí son conscientes todos, es que tarde o temprano, todos los territorios tendrán que ceder en algo.