La dinámica partidista ha dado otro giro de guion en cuanto argumentario y ha situado en el foco otro punto relevante de la fiscalidad después de una semana caliente de reproches entre el bipartidismo a cuenta del impuesto a los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas. En este caso concreto, sobre el impuesto al patrimonio. El Gobierno ha reaccionado a la supresión de este gravamen anunciado por el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, para la región, y ha cambiado su postura acerca de fijar un impuesto a las grandes fortunas para que, en un momento excepcional como el que atraviesa Europa, las rentas más altas contribuyan más, en la línea de la exigencia hecha a eléctricas y entidades bancarias desde el mes de julio. Tan solo un mes antes, esta propuesta congénita de Unidas Podemos fue puesta sobre la mesa por el grupo parlamentario morado en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, en ese momento el PSOE la rechazó junto al bloque de derecha al considerarla "inoportuna".
No obstante, ahora que Génova ha refrendado la postura de Moreno Bonilla, y previa de la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, el Ejecutivo ha movido ficha para intentar paliar que el marco de 'sobre recaudación' se imponga en el imaginario colectivo, algo por lo que abogan los populares en aras de remendar los errores cometidos por la gestión del impuesto a las energéticas la semana pasada. Y es que socialmente, entre la ciudadanía quedó la conclusión reduccionista de que 'el PP se ha negado a que las eléctricas arrimen el hombro hasta que Europa y la familia conservadora se han posicionado en el 'sí''.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado tras la última sesión de control al Gobierno que dentro de este "el debate está abierto" sobre una tasa a los grandes patrimonios. Considera que "los que más tienen deben dar más" en un momento excepcional de guerra en Ucrania y alta inflación, ha insistido. Y es que para ella y el seno del Ejecutivo, es necesario "un esfuerzo" para poder garantizar las ayudas sociales, caso del descuento en el transporte o las ayudas directas de 200 euros a las rentas inferiores a 14.000 euros anuales. Asimismo, como ya ha trasladado Moncloa, hay un planteamiento para "armonizar" la fiscalidad regional y evitar que se produzca un enfrentamiento entre territorios y la competitividad "a la baja".
Moreno Bonilla plantea una contundente respuesta judicial si Sánchez cumple la tentación de armonizar la fiscalidad autonómica
Esta posibilidad, junto al gravamen a las grandes fortunas ha sido mal recibido dentro de la dirección nacional del PP, que ve en las intenciones del Gobierno un afán de proyectar afinidad con las capas sociales más humildes -bajo el paraguas de su lema electoral el Gobierno de la gente- mientras recorta capacidades de gestión a las comunidades autónomas y "sigue recaudando" de más. Señalan los más 16.500 euros de exceso en comparación con las previsiones iniciales. El propio Moreno Bonilla ha planteado "una contundente respuesta judicial" contra el Gobierno de culminar Pedro Sánchez "la tentación" de incapacitar funciones autonómicas. También ha defendido que el PP no hace regalos a los más ricos o dumping fiscal, como ha reprochado la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, sino que aboga por una "fiscalidad amable" para fomentar la inversión. En definitiva, por implantar un modelo más duradero de bonificar el asentamiento de actividades económicas frente a una "imposición" como también les sugiere el impuesto a la banca.
El 'número tres' de Génova, Elías Bendodo, ha refrendado las palabras de Moreno Bonilla y expresado que cuando "un socialista habla de armonizar impuestos" hay que "echarse a temblar" y llevarse la mano a los bolsillos. "Armonizar para el socialismo es subirnos los impuestos a todos. Hay que estar muy atentos", ha asegurado. Con el intento de retratar diferencias respecto a sus socios europeos, para resarcir heridas por las críticas vertidas por el Gobierno a cuenta del impuesto promulgado por la Comisión Europea el pasado miércoles, el PP ha afirmado que el de patrimonio, es un gravamen obsoleto que ya no se aplica mayoritariamente entre los socios.
Génova cuestiona que se haya tolerado ventajas fiscales en Navarra o País Vasco y el Gobierno se movilice ahora contra los gobiernos del PP
En ese sentido, los populares se han referido a países con dirigentes socialdemócratas como Alemania y se han erigido como referentes de esas políticas en España. "El único que va a contracorriente en Europa es el PSOE, que se parece más a Podemos que a sus socios del resto de los países de la UE. Es de sentido común bajar impuestos en este momento", apostillaba Bendodo a las puertas del Senado tras escuchar que la ministra Montero. Asimismo, y en palabras del coordinador general, el PP no considera la derogación del impuesto al patrimonio vaya a provocar "competencia". "Es una medida coherente para reactivar la economía, crear empleo y recaudar más" añaden.
Las dos grandes críticas que hacen desde el PP al Gobierno es, primero, que territorios forales como Navarra o Vizcaya, relacionándolo con las alianzas nacionalistas del PSOE -como Bildu o el PNV-, tienen las mayores ventajas fiscales y nunca se ha planteado, por parte del Ejecutivo, paliar eso hasta que el partido ha tomado la iniciativa a cargo de Ayuso y Moreno Bonilla. En segundo lugar, que el PSOE ha virado a posiciones contrarias a las defendidas hace una década. Y es que desde Génova reprochan a Sánchez que las políticas que ahora rechaza del PP, las aplicó José Luis Rodríguez Zapatero entre 2007 y 2008: la supresión del impuesto al patrimonio y la deflación del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
López Miras, la última pieza de la ofensiva
En Génova tampoco contemplan que la reducción del IRPF vaya a ser perjudicial. Al contrario, defienden que dotará de mayor capacidad económica a los consumidores. Y como aliciente a esa ofensiva a cuenta del patrimonio, para enfrentarse al marco de poca generosidad social frente a la primacía de las clases pudientes, otro barón popular anunciará la deflactación de la tarifa. Incluso meditará suprimir también la tasa al patrimonio. Será el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras a lo largo de este jueves, y tras el Consejo de Gobierno que hoy se cita en el Palacio de San Esteban. Una acción que sigue la asumida por el propio Moreno Bonilla este lunes y su homóloga en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, después del debate del estado de la región.
Con este anuncio el PP quiere presionar al Gobierno para que acuda de nuevo al plan económico del principal partido de la oposición y "copie", según afirman, su principal propuesta: deflactar nacionalmente el impuesto. Según fuentes del partido, están confiados en que en las próximas semanas, y sin apelar al PP, Sánchez anunciará esta medida como ya ha hecho con el IVA reducido a la electricidad y el gas, el tope a las empresas de cogeneración que utilicen el gas, o las ayudas directas a las rentas bajas.
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