Nueva vuelta de tuerca en el "culebrón" -como mismamente ha defendido la formación verde- entre Macarena Olona y la cúpula de Vox. El portavoz del partido ultraconservador en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, ha querido zanjar la polémica abierta entre el partido y su ex 'segunda' en la cámara baja "a la vista del daño que se está haciendo -a Vox- a través de ella". "Este es el fin del camino, le deseamos lo mejor en lo político y nos tendrá siempre a su disposición personal. Lo digo con enorme dolor y enorme cariño", ha añadido Espinosa de los Monteros en el patio de las Cortes, a micro abierto.
Vox cierra así cualquier posibilidad de que Olona regrese a la formación en los próximos meses y deja en el aire la reunión a la que la alicantina ha emplazado a Abascal, un encuentro que, según sus propias palabras, le solicitaría este viernes tras participar en una conferencia en la Universidad de Murcia. La decisión de Vox llega, además, después de duras acusaciones por parte de Olona realizadas este jueves a través de su perfil de Twitter y en una entrevista concedida al diario ABC, en el que la candidata de la agrupación a los comicios de Andalucía asegura que existe poca democracia interna en la cúpula de su antiguo grupo.
A principios de septiembre y desde Málaga, donde Vox había protagonizado un encuentro con jóvenes empresarios y el círculo empresarial de la provincial, Espinosa de los Monteros auguró un encuentro muy próximo con Olona. "Nos volveremos a encontrar muy pronto", afirmó entonces. Eso, al menos en lo que respecta al ámbito político, no se producirá. En excedencia como abogada del Estado hasta diciembre, según ha reconocido, Olona y él no "caminarán juntos" de nuevo, como Olona quería proponer a Vox.
Previamente al anuncio del también vicesecretario de Exteriores de Vox, Olona ha descartado estar echando "un pulso" a la actual dirección, y ha afirmado que el partido sigue siendo "su familia" y le ha pedido cerrar filas en torno a la unidad para no permitir que los que abogan por la división consigan salirse con la suya. Respecto a esa "división", no solo se ha limitado a señalar que la buscan los partidos de izquierda, nacionalistas o el propio PP, contrarios al ideario del partido, sino que ha matizado que abogan por ella incluso miembros dentro de las filas de Vox; por intereses personales.
Es quizá ante estas acusaciones por las que Vox ha decidido mover ficha, tomar la iniciativa y cerrar definitivamente la puerta a la exdiputada para intentar retomar la agenda y centrarse únicamente en ella. Contrasta, sin embargo, con la decisión de los principales rostros del partido de esperar a ese encuentro bilateral entre Olona y Abascal para profundizar en el tema por el que apostaban el lunes desde la sede nacional de Bambú.
Olona no entiende como se pueden anteponer los egos personales al proyecto político de Vox
La alicantina renunció a finales de julio a su acta de diputada en Andalucía alegando razones de salud. Y ahora, desde hace tres semanas, ha vuelto de nuevo a la órbita mediática sorprendiendo a seguidores y excompañeros, que han reconocido haberse quedado descolocados. El propio Abascal, en una entrevista reciente en esRadio reconocía que, respecto a esta cuestión, había cosas que no sabía explicar. Hasta este momento, Olona no ha desvelado si pretendía volver a Vox y retomar su papel político, aunque de hacerlo, si confesó que le gustaría reiniciar en Andalucía. Algo que, al menos con Vox, no ocurrirá. Como precedente a esta decisión, la última pronunciación de Abascal, en un coloquio sobre política en la Universidad San Pablo CEU, fue un recordatorio de que Olona eligió abandonar la política.
Olona tras ello, ha dejado caer que la dinámica interna es restrictiva con los que disienten. "Pido a toda mi familia de Vox, que no dejen que ganen quienes quieran sembrar la división", ha solicitado, dado que, para ella, España "solo volverá a encontrarse a sí misma desde la unidad". "Hay que aguantar todo lo que sea necesario", porque "vale la pena", ha argumentado.
Concretamente, en la entrevista de ABC, ha asegurado que, tras anunciar que quería reunirse con Abascal, desde el partido se ha iniciado "un linchamiento" contra ella. Algo que denuncia como "la máquina de triturar carne". Y no es solo algo que intuye, afirma. Sabe perfectamente "de dónde viene la puñalada" y no entiende como se pueden anteponer "los egos personales a la finalidad del proyecto". En base a ciertas informaciones ya publicadas, ese señalamiento podría ir dirigido al secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, y, en segunda instancia, al vicepresidente de Acción Política Jorge Buxadé. No obstante, Olona no quiere dar nombres para no perjudicar más.
Olona ha asegurado que ya tiene "una decisión absolutamente tomada" sobre su futuro en política, y este no pasa por liderar un nuevo proyecto con personas que se fueron de Vox. Pero no descarta con rotundidad que pueda plantearse iniciar un nuevo camino en política en otra formación o por su propia cuenta, algo que sería perjudicial, en año electoral, para el bloque de derecha, porque causaría una mayor fragmentación del voto. Y, especialmente, para Vox, que no solo sufriría una escisión, también perdería cierta base electoral que simpatiza más con Olona.
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