Macarena Olona descarta, al menos por ahora, fundar un nuevo partido que busque competir con Vox y el Partido Popular (PP) por la hegemonía del espacio de derecha. Así lo ha manifestado este viernes en su perfil de Twitter en reacción a la información publicada por El Independiente, que afirma que la exparlamentaria decidirá si da el paso electoral después de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, tras contemplar los resultados del grupo de Santiago Abascal. Y si estos caen en picado. Ante esa posibilidad, y con la incógnita de cuál será el próximo movimiento de Olona, surge la duda de qué efectos electorales tendría para el bloque de centroderecha la incorporación de una nueva oferta política cercana a los postulados de Vox. Especialmente, teniendo en cuenta que PP y Cs -o lo que surja de la refundación emprendida- comparten una cantidad notable de propuestas.
Este planteamiento se contempla, además, en un periodo notable de cambios políticos, con un reforzamiento -al menos en apariencia y en base a las encuestas- del bipartidismo y cambios estructurales a la izquierda y la derecha del PSOE: en el ámbito que quiere liderar la vicepresidencia segunda y ministra de Trabajo Yolanda Díaz, o la propia formación naranja. Y, especialmente, con la creciente influencia de Giorgia Meloni en Italia, que este domingo ha sometido su candidatura a gobernar el país a las urnas y aún se está a la espera de que se comuniquen los resultados definitivos. Con ella, aprovechando la coyuntura, se ha comparado a Olona: un liderazgo fuerte y femenino, altamente patriótico y persistente con los valores tradicionales.
Para Olona, según sus afirmaciones recientes, en Vox sobra la testosterona. Y Abascal, salvando las distancias con el escenario político italiano, sería homologable a una especie de Matteo Salvini, quien antaño revolución la Liga Norte adaptándolo al contexto nacional y superando a principal socio conservador: Forza Italia. Esto se hizo pasando de arengas como 'Roma ladrona' a una defensa férrea frente a la inmigración, y adaptándose después a un tono más moderado para competir con el espacio de Silvio Berlusconi. Con todo, Meloni le ha acabado desplazando.
La candidatura de Olona tendría limitaciones territoriales, por lo que tendría que aceptar concurrir en territorios uniprovinciales para no salir perjudicada
En el caso español, aunque Abascal sí parece haber moderado su discurso en este inicio de curso político para hacer al PP algo más justificable los pactos territoriales de darse el caso, aún no ha perdido legitimación ante Olona como Salvini respecto a Meloni. Su espacio sí, en cambio, puede haber iniciado una tendencia de desgaste ante el electorado que se empieza a reflejarse en las encuestas, aunque no es definitivo. Comparte el líder de Vox con Salvini la experiencia en política desde el PP vasco mientras que el segundo ejercía influencia en la Liga y apostaba por la independencia padana. Pero Olona, respecto a Meloni, en este ámbito está a años luz.
La abogada del Estado ejerce funciones desde 2019 por su reputación en el ámbito judicial, mientras que la experiencia de Meloni se remonta a su adolescencia, cuando integraba las juventudes de Alianza Nacional (AN), quien toma el relevo del Movimiento Social Italiano posfascista. De ahí, la italiana pasa a la primera fila de la formación, teniendo la oportunidad de desempeñar el cargo de parlamentaria y ministra, la más joven en la historia de Italia en hacerlo con 31 años.
Meloni rompe el camino con Alianza Nacional en 2012 y junto a otros compañeros crea Hermanos de Italia (FdI) para representar mejor al ala social más conservadora, grupo que preside desde 2014. En ese tiempo, difícilmente ha conseguido despegar las siglas con competidores más afianzados como Forza Italia y la Liga. Hasta ahora, pasando de niveles inferiores al seis porciento, a moverse en torno a los 20-25 puntos bajo la mirada de los sondeos. Ello, muestra a priori la dificultad de levantar un proyecto político pese a tener experiencia y ser reconocida. También en lo que compete a lo económico y a un circulo cercano de apoyos que compartan tu mismo objetivo. En este caso, representar mejor el espacio conservador y patriótico ante la orfandad de competidores directos.
Los círculos de Olona: Mario Conde y exmilitantes de Vox
Pese a que Olona aún se resiste a anunciar cualquier movimiento en solitario, fuentes conocedoras del clima interno de Vox ponen de relieve que en el partido no descartan nada de la alicantina. Incluso se sorprenden de las nuevas compañías de su exparlamentaria, caso del expresidente de Banesto Mario Conde, condenado por corrupción y uno de los principales deudores con Hacienda. Este sábado, en Sevilla, ha compartido espacio y entre las especulaciones que se lanzan dado el acercamiento es que Conde podría acercarla hacia a un núcleo económico con interés de financiar la propuesta política de Olona. La propia expolítica, en una conferencia sobre justicia en la Universidad de Murcia, acreditaba tener "la financiación" y el apoyo necesario para dar el paso. Éste es el primer gran escollo para conseguir iniciar unas siglas.
Olona asegura tener la financiación y el apoyo para dar el paso electoral, pero, de momento, lo descarta
Precisamente, en ese acto, Olona también se ha dejado ver con exfundadores de Vox, como Carmen Gomis, líder de la escisión Tú Patria que disintieron en su momento de Abascal. Y aunque ahora declara que no buscará rodearse de antiguos disidentes, puede ser el inicio de un cambio de postura con el tiempo. Por ejemplo, a mediados del próximo año, tras los comicios regionales. Incluso, y según ha publicado Vozpópuli, en el PP no descartan que la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, que se enfrenta a una nueva sanción interna por incumplir la disciplina de voto, decida emprender la aventura electoral con Olona próximamente y dadas las diferencias internas con su dirección.
La limitación: Madrid
De superar las trabas iniciales que supone crear un partido, el director de IPSOS España José Pablo Ferrándiz, sociólogo y politólogo, advierte en una conversación con El Independiente de las limitaciones que Meloni no tiene en comparación con Olona, y que sí le restarían capacidad de querer presentarse a las próximas generales. La fundamental es el escaso arraigo e influencia territorial pese a constituir una nueva fuerza. Ni siquiera el propio Vox tendrá representación en muchos ayuntamientos en las locales de mayo. Al no tener previsto concurrir a esos comicios, la única vía para la exdiputada es centrarse en la Comunidad de Madrid y aprovechar sus ventajas respecto al sistema electoral: una única circunscripción, donde el reparte de escaños es proporcional. Sería más difícil en otros territorios relevantes pluriprovinciales como Cataluña o la Comunidad Valenciana.
Indica Ferrándiz que cualquier planteamiento que se haga sin datos tangibles queda limitado a algo más de un año para esos comicios, y todo a lo que podemos aspirar es a hacer hipótesis en base a lo que en este momento conocemos. Con todo, el sociólogo y politólogo no descarta "que en Madrid sea diferente" para Olona, donde incluso podría conseguir su propio escaño en el Congreso de los Diputados con una mecánica similar a la empleada por Más País e Íñigo Errejón.
Pero alerta, mientras que en Errejón es diferente por la influencia autonómica de Más Madrid y Mónica García, lo normal es que este tipo de representaciones, con el tiempo, conduzcan a la desaparición. Y, además, aunque marques perfil propio, acabarás primando el sentido del voto junto a la mayoría del espacio al que pretendes representar. Esto, no obstante, no es la norma, puede haber excepciones si con el tiempo y por las circunstancias otros representantes del mismo espacio que pretendes constituir retroceden electoralmente, lo que permitiría a Olona ganar peso territorial. Este problema, Meloni no lo tiene en la actualidad, pero tampoco en sus inicios con FdI, porque partían de una base importante de AN y la coalición integrada: El Pueblo de la Libertad junto a Berlusconi.
Aumento de la fragmentación del voto
El principal problema de una nueva agrupación por la derecha es que se dividiría el voto mucho más de lo que ya lo está con Vox, PP y Cs. Sin embargo, con la premisa de que Olona solo podría aspirar a medio-largo plazo a optar por una candidatura desde la Comunidad de Madrid, esos efectos sería mucho menos relevantes. De 350, la región reparte 37. En las últimas elecciones generales del 10N, diez fueron para el PP, siete para Vox y tres para Cs. "El principal riesgo para la derecha de presentarse Olona no es tanto que no obtenga representación, sino que divida el voto y no supere la barrera electoral y perjudiques la suma" al 'tirar a la basura' ese cupo de sufragios, menciona Ferrándiz, y reducir la capacidad de alcanzar los 176 parlamentarios necesarios. Es algo que, por ejemplo, denuncia el PP con Cs en la Comunidad Valenciana, donde ha pedido listas conjuntas para evitar favorecer al PSPV-PSOE.
En Madrid Olona podría conseguir un escaño con una mecánica similar a la de Más País e Íñigo Errejón
Quedarse por debajo de la barrera, premiaría a los partidos de izquierda, que se verían reforzados en la autonomía. Por el contrario, si Olona consiguiese superar el porcentaje mínimo para obtener escaños, "no sería tan arriesgado para un partido de la derecha"; "sería un socio más con el que negociar". En ese caso, el inconveniente a resolver más importante sería establecer consensos con sus competidores.
Potencial electorado
Ferrándiz pone en duda si Vox en Andalucía, sin Olona, hubiese mejorado los resultados obtenidos. "Si interpretamos que la gente no quiere a Olona" por no haberse cumplido las expectativas frente al PP de Juanma Moreno, que hizo un llamamiento al voto útil, "quizá lo estamos entendiendo mal", destaca. Aunque es complicado percibir una estrategia para adherir voto, las primeras sugerencias sobre Vox hecha por la exdiputada, destacando el exceso de "testosterona" del partido hacen percibir ligeros indicios. "Tendría que hacer algo diferente a lo que hoy es Feijóo, Vox y lo que quede de Cs", remarca el director de IPSOS España.
Puede intentar hacer "un discurso más femenino, que no feminista, y confrontar con Vox, dado que "cerca del 70% de su electorado son hombres, y el feminismo de la izquierda". Con todo, para Ferrándiz es muy difícil contar con credibilidad cuando has formado parte del staff de Vox y has desempeñado un discurso muy duro. "Intentará buscar un discurso transversal", lo ha hecho en Vox con menciones a 'la España que madruga' o los obreros que les votan. "A Marine Le y Meloni les ha funcionado, aquí eso se queda en el discurso", matiza.
Actualmente, Vox tiene un voto muy fiel, y la confianza del electorado popular con Feijóo es sólida tras el relevo en Génova de Pablo Casado. Bajo un contexto de crisis como que atravesamos, puede primar el 'voto útil', especialmente con el objetivo principal de desalojar a Pedro Sánchez de La Moncloa. Y, en el caso de los de Abascal, podrían acusar a Olona en campaña de buscar división y así perjudicarla. Ferrándiz advierte que "siempre hay un hecho que permite encontrar un nicho electoral, por lo que sea". Este puede ser la personalidad, la audacia, la imagen o una propuesta concreta en un momento acertado, aunque "no tiene por qué ocurrir". La conclusión del sociólogo es que a la derecha del PP, Vox va a seguir siendo una fuerza relevante. "No creo que vaya a producirse un desinfle" de presentarse Olona, sentencia.
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