"Nuestra intención era llegar a un acuerdo". Fue una de las ideas más repetidas este lunes por el secretario general de Junts, Jordi Turull, al presentar la conclusión, fallida, de la negociación con Esquerra y la pregunta que entre el jueves y el viernes someterán a la militancia para decidir su continuidad en el Govern. La otra, evitar dar por sentado el resultado de la consulta y negar la división en el seno de su partido.
De hecho, fuentes internas del partido reconocen que, llegados a este punto, a Turull le ha preocupado más en las últimas semanas que se rompa el partido que el fin del gobierno de coalición. En cada comparecencia repite que, tras mucho debate, las decisión se toman por unanimidad. Este lunes, la fórmula de la pregunta, aprobada con 44 votos a favor y una abstención.
Las últimas votaciones a favor de Turull
En las últimas consultas internas el sector turullista se ha impuesto siempre. Lo hizo en el congreso de este verano, cuando Turull recibió más apoyos que Laura Borràs, pese a que ella optaba a la presidencia del partido. Dos de los candidatos de Borràs -entre ellos el secretario de organización, David Torrents- ni siquiera pasaron la nota de corte, la ejecutiva tuvo que habilitar un mecanismo ad hoc para recuperarlos.
Este mes, las elecciones a direcciones territoriales y sectoriales se han vuelto a saldar con victorias del sector liderado por el secretario general, por un nada despreciable 10 a 0. Y la consulta sobre el acuerdo de gobierno con ERC que ahora está en cuestión se aprobó con el 83% de los votos en la consulta interna con más participación en el partido, 4.053 de los 6.000 militantes votaron en mayo la coalición con ERC.
Pero a nadie se le escapa el profundo cisma abierto en el seno de Junts. La afiliación de la consejera de Exteriores, Victoria Alsina, que ha decidido abanderar la campaña por la permanencia en el Govern, es el último ejemplo. Pero no el único. Antes fue Jaume Giró quien dejó clara su postura, en un sentido diametralmente opuesto al que desde el principio defiende Laura Borràs, presidenta de la formación.
Quién busca el cisma de JxCat
En este contexto, Turull reconocía que "hay quien espera que la consulta rompa el partido", y no pocos. "Desde las cloacas del Estado a partidos españoles y alguno catalán" añadía el secretario general. No concretó cual, pero la referencia parece hecha a medida de su socio de gobierno y competidor por el electorado independentista.
"Estoy seguro de que no se romperá, mi obsesión es que no se rompa y no veo riesgo de que se rompa" aseguró. Y no dejó pasar ninguna oportunidad de recriminar a Esquerra su inmovilismo durante la negociación y las filtraciones del último fin de semana.
Especialmente en lo que respecta al papel del Consejo por la República (CxR) en la dirección estratégica del independentismo. Un organismo -presidido por Carles Puigdemont- al que JxCat quiere otorgar la "coordinación técnica" de ese nuevo "estado mayor", lo que Esquerra ha interpretado como un "tutelaje" del que Turull renegaba.
ERC no cede
El secretario general se resistió además a repetir lo afirmado hace una semana, que su partido se ha sentido expulsado del Govern. Pero lo cierto es que Pere Aragonès ha dado un escasísimo margen a la negociación con sus socios. Y Marta Vilalta advertía también este lunes que su partido está preparado para "cualquier escenario". Esto es, para gobernar solos si Junts se va.
ERC "no ha ofrecido ninguna renuncia. Nosotros hemos bajado dos o tres escalones, ERC ni uno", explica Turull como conclusión de las negociaciones. Entre sus renuncias, la reincorporación de Jordi Puigneró al Govern, o la cuestión de confianza planteada durante el debate de política general.
Pese a ello, la pregunta planteada a la militancia intenta guardar los equilibrios en un partido fuertemente polarizado. El sector de Borràs aboga abiertamente por la salida, pero todo el entramado institucional, desde los altos cargos del Govern al último candidato a alcalde tienen claro el coste de esa decisión. Y actuarán en consecuencia.
Otro de los temores es, está claro, la incidencia que este proceso de fractura en el independentismo tendrá en las próximas elecciones municipales. Con la sospecha de que los costes serán mayores para Junts, especialmente si finalmente abandona el Govern.
El resultado, el viernes
Finalmente se ha acordado una pregunta en positivo "¿Quieres que Junts siga formando parte del actual Govern?" con un preámbulo que los defensores del no hubieran querido más explícito respecto a los "incumplimientos de ERC". Un texto que concluye que "las propuestas planteadas hasta el momento, no han sido aceptadas por Esquerra".
Los 6.465 militantes a corriente de pago y con seis meses de antiguedad que pueden votar lo harán entre las 0 horas del jueves y las 17.00 del viernes. Después la sindicatura electoral hará públicos los resultados, que no serán definitivos hasta el sábado por la tarde.
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