¿Sabía o no sabían en Unidas Podemos que las Cuentas para 2023 incluirían una subida del 25,8 por ciento del Presupuesto de Defensa? Pues si se escucha la versión de Hacienda parece que no hay duda al respecto. "La gente que se ha sentado con nosotros lo sabía. Los interlocutores preguntan. Es que parece que son tontos, ¿por qué desmarcarse?", se interrogan en el departamento de María Jesús Montero sobre las críticas que ha suscitado el incremento presupuestario en un 25,8 por ciento.

Los interlocutores de los que hablan son el secretario de Estado de Derechos sociales, Nacho Álvarez, que depende orgánicamente de la ministra Ione Belarra, y el director de gabinete de Yolanda Díaz, Josep Vendrell. Quiere decir que los dos "subsectores" que conviven en el sector morado del Gobierno están representados en esa negociación. Y es que no sería la primera vez que Díaz maneja claves que ignora Belarra. Y Hacienda apostilla: "Verán ellos si se sienten o no representados por sus negociadores".

Unidas Podemos asegura que se les ocultó el cuadro macro

"Álvarez siempre ha estado sentado a la mesa desde que arrancó la legislatura", explican las mismas fuentes respecto al secretario de Estado. Vendrell se incorporó más tarde, una vez fue nombrada Díaz vicepresidenta segunda. Era una manera de asegurarse el control de Podemos, de monitorizarlos.

Pero en Unidas Podemos niegan la mayor y se suman al grueso de las críticas que este martes vertió su portavoz parlamentario, Pablo Echenique. Aseguran que desconocían la cuantía del incremento del 25,8 por ciento en los programas de modernización, de hecho, aseveran, "no se nos enseñó el cuadro macro" que Montero exhibió en al rueda de prensa de este martes. Y ante el interrogante respecto a cómo fue posible que no suscitaran esta cuestión durante la mesa de negociación, aducen las fuentes moradas que también se les engañó sobre la metodología.

De hecho, entendieron que no iba a ir en el borrador de Presupuestos más que la consabida subida salarial de las Fuerzas Armadas y del gasto corriente, de un 6 por ciento, mientras que las inversiones extraordinarias irían en partidas separadas de las Cuentas que el Consejo de Ministros aprobaría a lo largo de distintos meses hasta ir cumpliendo los compromisos que Pedro Sánchez alcanzó con la OTAN.

Crédito extraordinario

Pero una vez más vuelven a chocar las versiones, esta vez dentro de Unidas Podemos, porque en el equipo de Díaz aseguran que avalaron que el incremento presupuestario en Defensa fuera "a crédito extraordinario" y no bajo el paraguas del techo de gasto, aunque sí critican la cuantía. En el equipo de Yolanda Díaz indican que "respetamos, pero no compartimos", esa fuerte subida y alegan que a cambio se han multiplicado las partidas sociales.

Pero como viene siendo habitual en los dos años y medio de Gobierno de coalición, la sangre no llegará al río. Nadie rompe este matrimonio de conveniencia que ha demostrado una enorme estabilidad.