Han pasado 25 años desde que la víspera de la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao se tiñera de sangre. Ocurrió el 13 de octubre de 1997 en el acceso a la pinacoteca y mientras se ultimaban los últimos retoques del entorno para poder celebrar su inauguración oficial el 18 de ese mes con presencia de las máximas autoridades, con el Rey a la cabeza. ETA logró 'colar' a un comando disfrazado de falsos jardineros y que instalaron jardineras con varios lanzagranadas que debían dispararse durante el acto de apertura del Museo. El agente de la Ertzaintza, Txema Agirre sospecho de los 'jardineros' de la banda a los que tras pedir que se identificaran emprendieron la huida entre un tiroteo en el que falleció el agente.

Hoy sus compañeros le han vuelto a recordar en la plaza que lleva su nombre y da acceso al Guggenheim, a escasos metros de 'Puppy', el flamante perro de Koons. En esta ocasión el acto ha contado con la presencia de altos representantes de la Ertzaintza y del Gobierno vasco, así como de otras instituciones como la Diputación de Bizkaia y el propio Museo. Por primera vez, todas las comisarías de la Ertzaintza han guardado un minuto de silencio de manera conjunta y han celebrado pequeñas sesiones para recordar a los agentes más jóvenes que no vivieron aquellos años quién fue Txema Agirre y cuál fue su labor y la del Cuerpo en la defensa de la libertad en Euskadi.

"Hoy hemos vuelto para enaltecer y honrar la figura de Txema y la de otros miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de la Ertzaintza que dieron su vida por salvaguardar la de los demás", ha recordado Julio Rivero, presidente de la asociación 'Mila Esker', dedicada a salvaguardar la memoria y el recuerdo de los 15 agentes de la Ertzaintza asesinados a manos de ETA.

Rivero se ha felicitado de que tras negociar con el Gobierno vasco se ha logrado que hoy en todos los centros de trabajo y comisarías de la Ertzaintza se dedique un recuerdo y un minuto de silencio a Agirre en el 25 aniversario de su asesinato. Ha reconocido también que las peticiones de años anteriores en las que reclamaban más medios para el esclarecimiento de muchos de los atentados sin culpables que aún quedan, "se han dado algunos avances gracias a las nuevas tecnologías que permiten rescatar pruebas gracias a aspectos como el ADN".

Reconocimiento póstumo

En la ofrenda floral celebrada este mediodía en Bilbao han participado decenas de agentes de la Ertzaintza, así como representantes del Ayuntamiento de Bilbao y de otros organismos. Los promotores del acto han hecho entrega una medalla a título póstumo a la viuda del agente, Maite, en señal de reconocimiento a su marido y en la confianza de que la violencia nunca más regrese: "No queremos más héroes. Rivero ha destacado en su breve intervención dos nombres, el del Frank Gehry, "que diseño el Museo" y el de Txema Agirre "quien lo defendió hasta la muerte".

El asesinato de Txema Agirre se produjo cuando restaban sólo cinco días para la apertura del Museo. Fue tiroteado cuando acudió a identificar a tres falsos jardineros que se colaron entre los operarios que trabajaban en los preparativos. Los tres etarras portaban falsas jardineras donde ocultaron lanzagranadas que tenían previsto accionar por control remoto durante el acto de apertura de la pinacoteca. Al acto estaba previsto que acudieran los Reyes, el presidente José María Aznar y el lehendakari José Antonio Ardanza, entre otras autoridades.

Uno de los miembros del comando ‘Katu’, Kepa Arronategi, fue detenido mientras huía a sólo unas calles del lugar. Sin embargo, otro de los integrantes, Eneko Gogeaskoetxea, no pudo ser arrestado hasta 13 años después. El tercer miembro del comando jamás ha sido identificado.