La Comisión de Deportes del Congreso de los Diputados ha ratificado y aprobado este martes, tras celebrarse su última sesión, el informe sobre el Proyecto de Ley del Deporte, que ahora pasará a la cámara para ser votado y, posteriormente, para el mismo cometido, irá al Senado. Lo ha hecho pese a las quejas del presidente de la Liga Profesional de Fútbol (LFP), Javier Tebas, y el amago para convocar un parón en la competición, con el respaldo de numerosos clubes a excepción de grandes como el Real Madrid, el FC Barcelona y el Athletic Club. La reunión de la comisión también ha dado luz verde a otro punto polémico de la Ley del Deporte, que abre la puerta a que el País Vasco participe con selecciones propias en campeonatos internacionales de pelota o surf.

Pese a las posiciones iniciales y al mantenimiento de las mismas en la votación, el apoyo de los socialistas a una enmienda transaccional de Cs al artículo 89 para garantizar la defensa de la explotación comercial conjunta de los derechos audiovisuales, en lugar de una posible venta individual, ha permitido calmar las aguas y alejar, a priori, que se vaya a producir una huelga en la competición doméstica; con un calendario muy medido y a poco más de un mes para que arranque el Mundial de fútbol en Qatar. La enmienda, según sus impulsores, buscaba beneficiar a la mayoría de equipos de primera y segunda división a excepción de los presididos por Florentino Pérez, Joan Laporta y Jon Uriarte, sobre todo en lo que respecta a la seguridad legislativa que requiere el acuerdo con el fondo de inversión CVC, suscrito por todos menos por estos tres equipos, y actualmente judicializado. El voto de PSOE ha sido esencial sumado al respaldo de Unidas Podemos y Compromís.

Según afirma la Cadena SER, todas las partes han acordado volver a la legislación de 1990 y al Decreto de Derechos Audiovisuales 5/2015 en materia audiovisual y eso garantiza el acuerdo entre todos los implicados en el conflicto. Para ello, ha sido fundamental la intervención del Ministerio de Cultura y Deporte y el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Franco.

"No la vamos a retirar [la postura], la mantendremos", ha afirmado el portavoz popular Javier Merino en su intervención previa, en la que ha evitado pronunciarse a grandes rasgos sobre la confrontación con la Liga. Merino ha destacado que "es la tercera ley del deporte de la democracia", lo que en su conjunto es un paso relevante. Asimismo, ha hecho referencia a que los populares han blindado la competencia por sexos bajo parámetros "biológicos". "El criterio será de las federaciones internacionales", ha destacado, aludiendo a los problemas existentes con la Ley Trans. El PP sí estudiará la enmienda vasca de cara al texto final en lo que respecta a equipos vascos en distintos ámbitos del deporte, pero ya han avisado: "no se va a ver un partido entre la selección española y otra vasca".

Tampoco se ha mojado previamente José Luis Soto, el portavoz del Grupo Socialista. Este ha centrado su intervención en destacar que la futura norma se trata de la "más inclusiva del deporte"; tanto para el colectivo LGTBI como para los deportistas que padezcan discapacidad. "Es una ley de país" donde ha habido "aportación de todas las organizaciones y colectivos". "No hay una que no haya sido escuchada y haya dejado huela en esta ley", ha afirmado Soto. Finalmente, tras un receso en la comisión, se ha llegado a un punto de consenso entre los socialistas y Cs.

El punto 45 del texto impide condicionar las licencias a la participación en otras competiciones, caso de que la Superliga prospere

Este texto, que ha pasado los trámites previos para convertirse en ley, abre directamente la puerta a los dos grandes clubes nacionales para poner en marcha la denominada Superliga, una competición que a diferencia de los principales equipos de la Premier respalda la Juventus, y que aboga por confrontar con otras competiciones europeas en beneficio del espectáculo, garantizando solo enfrentamientos entre los equipos europeos más reconocidos. Concretamente, en su punto 45, se impide condicionar "el otorgamiento de la licencia" para "la participación en otras competiciones o actividades deportivas". Eso, uno de las principales 'armas' utilizadas por la LFP, allana el camino a Real Madrid y Barcelona de cara al futuro.

El segundo punto polémico del documento es el artículo 46, que para la Liga supone una pérdida de autoridad y prejuicio frente a la Real Federación Española de Futbol (RFEF). Éste, elimina la obligatoriedad de que "las modificaciones propuestas por la RFEF que afecten a las competiciones oficiales de carácter profesional, requieran el informe previo y favorable" a los organismos afectados. Ante ello, el PP apoyará una enmienda transaccional del PSOE para que se admita un informe previo, lo que supondrá cierto aperturismo frente al escrito anterior.

De igual manera, y como tercer punto polémico, el respaldo a la enmienda de Cs en la Comisión de Deporte, ha protegido en el informe la comercialización de activos comerciales como los derechos de televisión. Eso da más seguridad al acuerdo firmado con el fondo de inversión CVC. Actualmente, solo están protegidos en el real decreto ley de 2015, lo que puede restar relevancia a la norma frente a la que busca ser nueva ley en el tiempo. Sin embargo, de momento, da mayor seguridad.