Hay una frase popular que dice que "segundas partes nunca fueron buenas", y en el caso de la renovación del Poder Judicial entre el Partido Socialista (PSOE) y el Partido Popular (PP) ha correspondido. La negociaciones entre el Gobierno y el principal partido de la oposición han vuelto a encallar a las dos semanas y media de que los tándem conformados por Pedro Sánchez y Félix Bolaños, así como Alberto Núñez Feijóo y Esteban González Pons, decidieran darse "otra oportunidad" tras una reunión de urgencia en La Moncloa por la dimisión del presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Carlos Lesmes. "La última". Este jueves, por la noche y después de un día de controversias, una conversación telefónica entre Sánchez y Feijóo volvía a bloquear cualquier avance. Todo, con el pacto a punto de cerrarse.
Según ha podido saber El Independiente, el presidente del PP comenzó a recibir llamadas y mensajes de diversas personalidades del partido durante la segunda jornada del debate de enmiendas a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y a posteriori. Se tratan, tal y como han confirmado fuentes de Génova, de figuras de la dirección nacional, del Comité Ejecutivo Nacional y del ámbito territorial que integran el núcleo duro de la formación, a las que sorprendieron las afirmaciones hechas por la ministra de Hacienda y Función Pública sobre la reforma del delito de sedición. Desde la tribuna de oradores, María Jesús Montero afirmó que el Gobierno llevará a la cámara baja la rebaja de sedición por que el compromiso para hacerlo es firme. Algo de lo que se hizo eco este medio durante la sesión, aunque luego la ministra redujese las expectativas argumentando que no cuentan con mayoría.
Feijóo ha admitido este viernes en Vitoria (Álava), durante una conferencia, que al conocer el anuncio de la titular de Hacienda decidió ser prudente y no manifestarse "hasta terminar la conversación" que había programado previamente con el presidente Sánchez. En ese espacio de tiempo, y bajo la cautela, la avalancha de contactos hicieron a la cúpula del PP virar de una postura diferenciada entre lo que eran las negociaciones del Poder Judicial y lo que era una reforma del delito de sedición. "Son cuestiones distintas, tenemos un papel diferente", expresaba a principios de la semana la 'segunda' de Feijóo en el organigrama, la secretaria general Cuca Gamarra.
No obstante, y pese no hacer ninguna afirmación sobre las palabras de Sánchez o el estado de las conversaciones hasta que el PP lo hizo público a primera hora de la tarde, Feijóo incidió en que si llega a la presidencia del Gobierno, reformará el Código Penal para fortalecer las penas por delitos de sedición y rebelión. "Quedarán claramente tipificados" las consecuencias de incurrir en este tipo de delitos, así como la convocatoria de un referéndum ilegal, expresó Feijóo desde Santander cuando participaba en un foro sobre liderazgo juvenil. "Hay otros mecanismos para rebajar las condenas por sedición, como el arrepentimiento o el compromiso a no reincidir", advertían fuentes de Génova.
Es conocido que una de las primeras en contactarle -vía WhatsApp- y aún desconociendo las palabras de Montero, fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, desde A Coruña, donde se encontraba visitando las instalaciones de Inditex. Así lo han confirmado fuentes del ejecutivo regional. La líder popular madrileña, que ya dialogó con Feijóo el lunes en la convención sectorial del PP sobre juventud celebrado en la capital y encabeza la corriente interna más dura, le pidió que parase las negociaciones porque alcanzar un acuerdo con Sánchez "era una barbaridad". No ha sido la única vez. Con anterioridad ya le ha advertido de que no puede fiarse del jefe de Gobierno, aunque no ha criticado el pacto públicamente por "lealtad".
Las llamadas de Díaz Ayuso y Moreno Bonilla suponen una 'pinza' a la autoridad gallega, ejerciendo su influencia dentro de la nueva etapa
A ella, y ya sí alertado por las palabras de la dirigente andaluza del PSOE, se sumó Juanma Moreno, el presidente del PP andaluz y de la Junta de Andalucía, según ha publicado el diario El Mundo. Bajo la versión de este diario, Moreno Bonilla vetó un pacto por la dualidad del Gobierno: "No se puede pactar la Justicia si el PSOE negocia con dos barajas, una con el PP y otra con los independentistas". El movimiento del barón andaluz, recalaría, entre otros motivos, en un intento de no pinchar su efecto electoral en beneficio de Vox, por el alto grado de rechazo que genera el independentismo en Andalucía. Especialmente entre los sectores más rurales y el conservadurismo.
La lectura que hacen en el Gobierno, según ha podido saber este periódico, es que Feijóo tenía voluntad de sacar adelante el pacto, pero con el paso de los días ha ido perdiendo apoyos internos y "se ha visto solo". Ello, sumado a las presiones de los pesos pesados en la organización habrían hecho rectificar al popular y vincular tras desligarlo, el acuerdo con el tema de la secesión.
El PP reconoce presiones para romper el pacto
Durante esta semana, miembros del PP han reconocido a este periódico presiones para que el acuerdo no llegara a buen puerto. Ha habido reticencias internas. Las llamadas de Díaz Ayuso y Moreno Bonilla suponen una 'pinza' a la autoridad gallega, ejerciendo su influencia dentro de la nueva etapa con Feijóo al frente. Pero también externas. Por un lado, fuentes jurídicas trasladan a este medio que las presiones han llegado desde dentro del propio CGPJ. Y por otro lado, fuentes del propio PP se refieren a presiones por parte de algunos medios de comunicación "de la derecha". Aunque no hacen referencia a ninguno en concreto.
Vocales conservadores comunicaron al PP que el actual Consejo puede seguir adelante al haberse elegido al suplente de Lesmes
En el ámbito judicial, vocales conservadores se habrían colocado en la posición, haciéndola llegar al PP, de que el actual Consejo puede seguir adelante al haber elegido el Pleno al suplente de Lesmes, el vocal progresista Rafael Mozo, quien realizará sus funciones con menos poder que su predecesor, consensuando sus decisiones con el resto de vocales. La decisión de la mayoría de los vocales, contraria a la recomendación que dejó Lesmes y respaldó también la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo para que el vicepresidente del Supremo Francisco Marín asumiera tanto la presidencia del CGPJ como la del alto tribunal, fue recurrida tanto por el vocal conservador Wenceslao Olea como por el secretario general del órgano de gobierno de los jueces, José Luis de Benito, que la vieron directamente ilegal.
El rechazo mediático ante el anuncio de sedición
Si bien desde el PP no atribuyen esas presiones mediáticas a ningún ente concreto, hay varios periódicos o emisoras de radio con línea editorial conservadora que han respaldado la decisión de los populares y la han justificado. Es el caso de ABC, que en su editorial del viernes atribuía a Sánchez la autoría del fracaso de las negociaciones. "El patrón con Sánchez se repite: crea una expectativa de negociación, la activa y acelera, la cierra, y cuando llega el momento de rubricar el pacto, crea un muro infranqueable para el PP". Añade: "Feijóo ya era consciente de que el entendimiento iba a ser visto por la mayor parte de la derecha sociológica como una derrota. Hacer la vista gorda a la neutralización de la sedición es abiertamente inasumible"
El director de OkDiario, Eduardo Inda, antes de conocerse el comunicado en el que Génova defendía los motivos para interrumpir las negociaciones apelaba directamente a Feijóo: "No puedes dar el plácet a esa renovación (...) sería tanto como que el PP diera autorización al golpismo" al omitir el movimiento con la sedición.
Parte de 'la derecha mediática' ha cuestionado un pacto tras el anuncio de Montero o respaldado y justificado la suspensión del PP para dialogar
Horas más tarde del cierre de filas de los populares, Federico Jiménez Losantos en el diario El Mundo escribía que "el PP debe seguir bloqueando el asalto al Constitucional de Sánchez mediante la fórmula de no renovar el CGPJ". Para el periodista, no supone "un escándalo" ese bloqueo. Porque lo es "cargarse el régimen a espaldas de los españoles". "Den por segura" la preocupación del PP, "y no se limita a demoler la credibilidad de la nueva dirección, sino por la propia naturaleza del partido". "¿Qué es la derecha?", se preguntaba en su texto, rechazando la simple gestión por la que aboga el PP. El viernes, horas después, Jiménez Losantos ampliaba sus críticas a los populares en La Mañana de Federico de esRadio, su matinal, con calificativos como "cobardes", "acomplejados" y "colección de payasos y cretinos" que mantienen "una imagen, la de la izquierda".
Su competidor de franja, Carlos Herrera en COPE, aunque con menos agravio, apuntaba a un aspecto concreto: la aceptación del exfiscal del Estado Cándido Conde-Pumpidó en el TC en la etapa Zapatero, después de pedir la despolitización de la Justicia. En el aire queda si se restablecerán las conversaciones o el CGPJ llegará a diciembre cumpliendo cuatro años de bloqueo. Feijóo ha dejado patente que "con este PSOE [de Sánchez]" no hay posibilidad de acuerdos de Estado.
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