Jaume Asens, presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, ha emplazado al PSOE a recuperar la reforma del sistema de elección de vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuando asuma que el PP "no es de fiar" y que su líder, Alberto Núñez Feijóo, es el "hombre de paja" de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

El representante de la formación morada ha asegurado que el debate para reformar el delito de sedición no estaba "para nada avanzando" y que los populares han ha usado esta cuestión para "inventarse un cabreo" con vistas a romper la negociación, máxime cuando el compromiso del PSOE y del presidente Pedro Sánchez para cambiar este tipo penal no era nuevo y data de hace tiempo.

En declaraciones al programa Parlamento de RNE, recogidas por Europa Press, ha subrayado que Podemos siempre sospechó que el PP "no iba en serio" y que el partido que ha utilizado el CGPJ como "rehén" para su "chantaje" político no puede ser "un agente de renovación".

El dirigente de En Comú Podem ha explicado que desplegaron un último margen de confianza por respeto al PSOE, que seguía confiando en que los populares fueran un "partido de Estado", pero al final se ha evidenciado que "han trasladado su sede de Génova al CGPJ".

"No podemos seguir de brazos cruzados"

"No podemos seguir de brazos cruzados y hay que dar un golpe en la mesa", ha enfatizado Asens para reconocer que, a su juicio, fue un "error" retirar la reforma de las mayorías para elegir a los miembros del Poder Judicial, que en 2020 llegaron a registrar en el Congreso los dos socios de coalición.

Cuestionado sobre si han contactado con el PSOE para reactivar esta proposición de ley, el parlamentario del grupo confederal ha respondido que "aun no" y prefieren esperar "unos días a que el PSOE digiera la situación". De esta forma, ve claro que no se puede contar con los populares para el órgano de gobierno de los jueces y en política se pueden ser muchas cosas "menos ingenuos".

Además, el representante del grupo confederal ha subrayado que su propuesta mantiene el criterio de preponderar primero la mayoría de tres quintos en la Cámara Baja, pero con una "fórmula excepcional" en caso de no alcanzar ese consenso de permitir la elección por mayoría absoluta en segunda votación y con el requisito de congregar a la mitad de los grupos parlamentarios.

"No podemos funcionar con una regla del bipartidismo que ya no existe", ha defendido Asens quien, a su vez, recalca que PSOE y Unidas Podemos, junto a sus socios de investidura, congregan más votos que el PP y, en consecuencia, tiene más legitimidad democrática que un PP empeñado en su "secuestro" y que pone condiciones para levantarlo como si fuera un "grupo mafioso".

Es más, ha comentado que el PP incumple el mandato constitucional por su "ADN predemocrático" y que la imagen de moderación de Feijóo no era más que un "espejismo", pues ha sucumbido al "trumpismo de Ayuso" ante las informaciones de que la presidenta regional le llamó el jueves para pedirle que no pactara la renovación del CGPJ, manteniendo así su "golpe sedicioso" a uno de los poderes del Estado.

Mayoría para reformula la sedición

Respecto a la reforma del delito de sedición, el diputado de En Comú Podem ha dejado claro que no es un asunto avanzado y que el debate debe rondar primero en definir de forma "clara, precisa y acorde con los estándares europeos" qué es la sedición, que en la redacción actual es una "reliquia del pasado".

Es más, ha recalcado que tras la interpretación "sui géneris" del Supremo en la sentencia del 'procés', el poder legislativo debe "tomar la palabra" y "ponerse de acuerdo" en definir el delito, dado que luego vendrá la cuestión de las penas de cárcel que se contemplen.

Bajo su criterio, "los números (en el Congreso) están ahí para abordar la reforma" y contabiliza 176 diputados que están a favor de cambiar la sedición, por lo que aboga por "sentarse" para abordar cada una de las partes sus respectivas propuestas.

Por tanto, Asens ha opinado que el PP está "sobreactuando" con este asunto y debe "aceptar las reglas del juego", dejando a las mayorías en el Congreso que operen si quieren reformular el Código Penal en esta materia.