Joana Masdeu se ha convertido esta semana en la inesperada protagonista de la política catalana. Aclaremos. Joana Masdeu no existe. Es el nombre ficticio de la cuenta de twitter fake con la que algún fiel a Francesc Dalmases y el núcleo duro de Laura Borràs, intentó defender al diputado de JxCat y desacreditar a quienes reclaman su renuncia al acta.
Todo arrancó con el informe interno de JxCat sobre el incidente protagonizado por Dalmases con una periodista en TV3. La abogada Magda Oranich concluyó que Dalmases tuvo un comportamiento inadecuado tras la entrevista a Borràs en el programa Faqs, y la periodista se sintió intimidada. El informe, filtrado a la prensa, desató una nueva caza contra el más íntimo colaborador de Borràs en una campaña que los "borrasistas" vieron como una operación de venganza del sector institucional del partido, derrotado hace apenas dos semanas cuando la consulta a la militancia concluyó con la salida de Junts del Govern.
Es en ese momento cuando aparece en Twitter el perfil de Joana Masdeu, una supuesta periodista parlamentaria que defiende que Dalmases no es ni mucho menos el único, ni el más agresivo, dirigente político con una relación en ocasiones agresiva y autoritaria con la prensa.
Dime quién eres
El problema. La prensa parlamentaria es un reducto relativamente reducido. Y nadie, entre los diputados y periodistas habituales del recinto de la Ciudadela, conocía a Masdeu. "¿Quién eres?" le preguntaron diversos periodistas parlamentarios en la red del pajarito retuitenado su largo hilo en defensa de Dalmases.
También algunos políticos se sumaron a las bromas. Uno de los más irónicos, el ex secretario general de Junts, Jordi Sánchez. Víctima política de los enfrentamientos internos en JxCat, Sánchez se "ofrecía" a Masdeu para ser entrevistado y demostrar así que "no eres un troll". Y de paso, "aportar pruebas de donde, cuando y a quién he amenazado e insultado".
En sus publicaciones, la supuesta periodista aseguraba que el líder parlamentario de Junts, Albert Batet, había "coaccionado" a diputadas en su despacho obligándolas a jurar "fidelidad absoluta" después de que trascendiera que en la ejecutiva del partido del pasado lunes dos diputadas acusaron también a Dalmases de coacciones.
Sánchez era otra de las víctimas de Masdeu. La conclusión de la supuesta periodista -"todos los que hacemos información parlamentaria conocemos casos"- era que el caso Dalmases es una "manipulación" para perjudicar a la mano derecha de Borràs. Todo ello envuelto en acusaciones de "hipocresía mediática".
El círculo se cierra sobre Borràs
La cuenta, creada este mismo octubre, por las fechas en las que estalló el caso Dalmases, adquirió una inesperada popularidad gracias a los retuits de periodistas y diputados de acreditada popularidad en las redes. Y tal como vino se fue, borrada de Twitter una semana después.
Por el camino, algunos medios señalaron a otro miembro del sector Borràs, Rai López, como autor de la cuenta fantasma. El mismo Rai López que se hizo un hueco en el panteón independentista peregrinando a pie a Waterloo, con una urna a cuestas, para rendir homenaje a Carles Puigdemont. Él lo ha negado.
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