La cadena británica BBC ha publicado un documental en el que señala la responsabilidad de las autoridades españolas en el intento de entrada en España por el puesto fronterizo del Barrio Chino, entre Nador y Melilla, de una avalancha de dos millares de inmigrantes y refugiados que acabó con 23 personas muertas.

En el documental, bajo el título How Spain looked on as dozens were crushed to death at its border (Cómo España vio cómo decenas de personas morían aplastadas en su frontera), la cadena apunta a la responsabilidad de las autoridades fronterizas, policiales y, por lo tanto, del Ministerio del Interior en la tragedia a la que ya apuntaron distintas asociaciones no gubernamentales que trabajan en el terreno. Además del número de fallecidos oficiales, el documental habla de las otras 77 personas cuyo paradero se desconoce, afirmando que el número de muertes podría ser muy superior.

En la producción se recuperan imágenes "contrastadas" que circularon por redes sociales desde el pasado verano y se llega a afirmar, al contrario de la versión oficial, que varias personas murieron en suelo español y fueron trasladadas al otro lado de la frontera por la Policía marroquí.

También que la Policía española ha sido "acusado de ocultar pruebas cruciales del Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) de las investigaciones formales" de la Guardia Civil y que "más de 450 personas que llegaron al enclave español para solicitar asilo fueron detenidas y empujadas de regreso a Marruecos; algunos afirman que los guardias fronterizos marroquíes los golpearon hasta dejarlos inconscientes"

La Fiscalía abrió una investigación

La Fiscalía, todavía con Dolores Delgado al frente, abrió una investigación a finales del pasado junio sobre los hechos ante "la trascendencia y gravedad de los hechos acaecidos, que pudieran afectar a los derechos humanos y los derechos fundamentales de las personas".

Nada más ocurrir los hechos, la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma dio la versión oficial de que un grupo de unos 2.000 subsaharianos «perfectamente organizado y violento» rompió la puerta de acceso del puesto de control fronterizo y accedió saltando por el tejado de dicho control.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, elogió el trabajo de las autoridades marroquíes y su colaboración con las fuerzas de seguridad españolas para evitar el que se denominó «asalto violento» de la valla de Melilla y la portavoz del Gobierno Isabel Rodríguez reiteró dicho posicionamiento en rueda de prensa, evitando que la ministra de Igualdad de Podemos, Irene Montero, respondiera a las preguntas de los periodistas en el Consejo de Ministros celebrado inmediatamente después de los hechos.