Recita de memoria un verso de Luis López Anglada que retrata a Ceuta como "una niña dormida sobre los brazos del mar que tiene por almohada la espuma de las olas". Juan Jesús Vivas (Ceuta, 1953) aprovecha cualquier circunstancia para hablar de su ciudad. "Es de lo único que sé un poco", murmura. El presidente de Ceuta, en el cargo desde hace 21 años, ha sido testigo de los acontecimientos más graves que ha vivido la ciudad autónoma, desde la invasión de mayo de 2021 hasta los estragos del coronavirus.
Y quiere seguir siéndolo. En una coyuntura marcada por los pronunciamientos de Marruecos que cuestionan la soberanía española de Ceuta y Melilla y la irrupción de Vox, con la que mantiene agrios rifirrafes, Vivas ha decidido presentarse a las elecciones del próximo mayo. "No es momento de dar un paso al lado", arguye el popular, que exige respeto al régimen marroquí; defiende la actuación del ministerio de Interior en la gestión de los flujos migratorios y la devolución de menores; y presume de haber parado el golpe de Rabat, tras la llegada de miles de sus nacionales en horas, "uno de los episodios más duros y difíciles de la historia de Ceuta de los últimos 50 años".
"Me gustaría ser recordado como una persona que quiso a su tierra y que afrontó la política durante toda la vida. Tampoco serán muchos los que me recuerden, pero al menos los que lo hagan que me recuerden como una buena persona", señala Vivas en una extensa entrevista a El Independiente.
Pregunta.- ¿Cómo es ser presidente de una ciudad tan singular como ésta?
Respuesta.- Apasionante. Porque de alguna manera uno tiene aquí la oportunidad de percibir en la cotidianidad la realidad de una ciudad hermosa y mágica, que creo que es lo más relevante de Ceuta. Es una ciudad de raíces profundas. Aquí Hércules plantó una de sus columnas. Y Ulises encontró refugio. Han pasado y dejado huella todas las culturas y civilizaciones que el Mediterráneo ha conocido. Y eso marca el carácter. Y es hermosa porque la naturaleza la ha tratado muy generosamente y por la condición de su gente. Es una gente amable, cordial, hospitalaria y una gente que ha hecho del respeto y la convivencia una manera de ser y de vivir y de compartir.
El pueblo ceutí lleva en el ADN el gen de la resistencia, el valor y el coraje para resistir
Es una tierra y es una gente que no pierde la entereza ni con el alma en vilo. Que lleva en el ADN el gen de la resistencia, el valor y el coraje para resistir. Y que está acostumbrada a reinventarse a través de los distintos momentos que ha vivido. Y es una tierra donde el grito de Viva Ceuta suena fuerte junto al de Viva España. Y este sentimiento de pertenencia a España es compartido por todos los ceutíes, recen como recen o se llamen como se llamen.
Es un sentimiento que además se corresponde con la realidad. Ceuta es España, se mire por donde se mire, porque lo avala la historia, porque lo acredita el derecho y porque lo quieren y lo sienten los ceutíes. Es una realidad apasionante, no siempre bien comprendida y entendida, pero que también se enfrenta a unos condicionantes, a unos riesgos y unas amenazas que no tienen parangón en el resto de España y que por tanto, requiere de unidad en lo fundamental y de sentido de Estado y en alta responsabilidad a la hora de hacer frente a esas amenazas, esos riesgos y esos condicionantes.
Le digo a Marruecos que España jamás renunciará a la soberanía de Ceuta y Melilla. No vamos a ceder ni un ápice
P.- ¿Qué necesidades tiene hoy la ciudad?
R.- Existen aspiraciones, necesidades y retos. Tenemos la necesidad en toda España, pero aquí de una manera más acusada, de configurar un modelo de desarrollo económico sostenible, digitalizado y apoyado en sectores que tienen un enorme potencial de crecimiento. Hay experiencias reales presentes de las actividades en el ámbito de las nuevas tecnologías y del mundo digital, con resultados muy alentadores. Necesitamos también que se potencie la presencia del Estado en nuestra ciudad. En los últimos años se ha hecho mucho desde el punto de vista del fortalecimiento de los servicios públicos para equiparar los niveles de Ceuta a los del resto de España en equipamientos y en calidad de los servicios. Y necesitamos también que el régimen económico fiscal de nuestra ciudad se actualice teniendo en cuenta todos esos retos de desarrollo económico y los condicionantes que suponen limitaciones para el desenvolvimiento de la actividad.
Hay que normalizar el funcionamiento de la frontera. Hay tres tipos de frontera en teoría: la frontera conflictiva, que fue la frontera que vivimos el 17 y 18 de mayo de 2021, probablemente uno de los episodios más duros y difíciles de la historia de Ceuta de los últimos 50 años. Conocíamos la frontera caótica, que era la frontera anterior a la del cierre y hemos conocido la reapertura de una frontera ordenada. Esa normalización de la frontera beneficia a ambos lados de la frontera y lo que queremos es que lo sea con la exigencia de visado para todas aquellas personas que, procedentes de Marruecos, pretendan acceder a Ceuta y que se establezca la aduana comercial. Eso normalizaría el tránsito de personas y de mercancías que por tanto sería algo positivo para Ceuta y para el conjunto de España y Europa, y también para el país vecino.
P.- ¿Ha cambiado algo la situación en términos de protección y de seguridad desde marzo?
R.- La visita del presidente del Gobierno fue algo importante para Ceuta, porque en mayo de 2021, cuando estábamos en una situación extraordinariamente compleja; y volvió en abril y vino a afirmar como representantes del Poder Ejecutivo del Estado con toda rotundidad que Ceuta es España y que nuestra soberanía y nuestra integridad territorial están garantizadas por el Estado y por el ordenamiento constitucional, con independencia de cuál sea el color político del Gobierno de la nación. Y esto para nosotros es fundamental.
P.- ¿Se ha registrado alguna mejoría?
R.- Eso ha venido a fortalecer la confianza y a posibilitar ese objetivo de normalización en el funcionamiento de las fronteras. Nosotros somos los que sufrimos el episodio de mayo, que fue muy duro, porque creemos que entraron en Ceuta unas 12.000 personas. Ceuta tiene una población de 85.000 habitantes. Es como si en Madrid hubiera entrado medio millón de personas en un día y sin saber a qué. Aquella noche mantuvimos entereza pues había una incertidumbre total.
P.- No sé si pensó que aquella era una nueva Marcha Verde…
R.- Yo aquella noche lloré y no tengo ningún rubor en decirlo, porque veía la sensación de angustia e incertidumbre que tenían los ciudadanos de Ceuta. Aquel día transmitimos tranquilidad a la ciudadanía para decirle que saldríamos de ésta, porque nos hemos visto en otras más difíciles a lo largo de la historia. Pedimos socorro a quien podía y debía prestarlo que era el gobierno de la Nación. Había que parar el golpe y había que reparar las consecuencias que el golpe tenía. Algunas eran tangibles y otras eran intangibles.
Para atajarlo, lo que se hizo por parte de quien podía hacerlo, que era el Gobierno de la nación y por un sentido de responsabilidad de lealtad, con el respaldo de la ciudad era movilizar el ejército e incrementar los efectivos policiales y utilizar la vía diplomática como una acción combinada, disuasoria y diplomática. Eso posibilitó que a partir del 19 de mayo por la tarde empezaran a retornar parte de las personas que habían llegado con lo cual ya en Ceuta ya se percibió que aquello podía tener una solución satisfactoria. Al día siguiente vino el presidente del Gobierno y les dijo a los ceutíes que la integridad y la soberanía de Ceuta no están en juego.
El 10 de junio hubo un pronunciamiento importantísimo e histórico por parte del Parlamento Europeo que afirmaba nuestra condición. Se quedó mucha gente. De los 12.000 que entraron, se fueron 9.000. Hoy ya no queda nadie. La mayoría se volvieron a Marruecos y otros se fueron a la península a través de la petición de asilo. Pero la vuelta a la normalidad en cuanto a la presión migratoria se atendió y se logró la financiación para atender a una emergencia humanitaria.
La reclamación marroquí no tiene ningún fundamento. Ceuta y Melilla son España antes de que Marruecos existiera como Estado
P.- Hablemos del cambio de posición española en el litigio del Sáhara Occidental…
R.- No hemos valorado nunca ese acuerdo desde la perspectiva de la política de Exteriores del Gobierno de la Nación, porque eso no nos corresponde hacerlo a nosotros. A mí particularmente no me gusta que se hable de Ceuta y al mismo tiempo del Sáhara, porque parece que pueda generar una cierta tendencia a equiparar ambas situaciones y no tiene nada que ver. El Sáhara era un territorio a descolonizar y sobre Ceuta nadie duda de la soberanía española.
Valoramos positivamente el acuerdo de abril entre España y Marruecos porque se decía que las diferencias que pudiera haber entre España y Marruecos a partir de ese momento se iban a resolver por la vía del diálogo y no por la vía de los hechos unilaterales. Leyendo entre líneas, entendíamos que el hecho más duro fue el del 18 de mayo, que no fue un asalto a la valla. Los que llegaron eran marroquíes.
Apostamos por que se elimine o revise la excepción a Schengen de las provincias vecinas de Marruecos
Y la otra cuestión importantísima era normalizar el funcionamiento de la frontera. Entonces eso nos lleva directamente al tema de la aduana comercial y al tema de la excepción contemplada a Schengen. Entonces apostamos por la aduana comercial y apostamos por que se elimine o revise de una manera importante la excepción a Schengen. Consiste en que los vecinos de la provincia de Tetuán, en el caso de Ceuta, y los de la provincia de Nador, en el caso de Melilla, puedan entrar aquí sin necesidad de visado. Eso creemos que no se debe de mantener.
Puede haber un visado expedido por el consulado español para entrar en Ceuta y Melilla, pues por razones de venir a trabajar, a comprar o hacer turismo o ver a un familiar, pero siempre con visado. Cuando no había hecho, había una presión enorme sobre el hospital o en el ámbito educativo, que dificultaba el funcionamiento ordinario y el acceso a determinadas barriadas en Ceuta. Había una aguda proliferación de la economía irregular y de la contratación irregular. Eso no le conviene a nadie. Y luego estaba el desarrollo del comercio típico transfronterizo, que desarrollaba en unas en unas condiciones nada satisfactorias.
P.- ¿Qué expectativas tiene sobre la aduana?
R.- Confío en lo que está firmado y que se consiga. [Ya sabe que ha habido recelos y dudas en el lado marroquí] Sí. Ahora mismo se acaba de aprobar un plan estratégico por parte del Gobierno de España respecto de Ceuta y Melilla y una de las medidas que vienen en ese plan es el establecimiento de la aduana. Para nosotros es fundamental.
Espero que la aduana comercial se materialice el año próximo
Yo espero que en el año que viene esto se materialice. Yo no sé me atrevería a decir dentro del primer trimestre, pero que a lo largo del año haya ese reconocimiento formal. El desarrollo de la Aduana va a estar condicionado también por el acompañamiento que desde el punto de vista de las infraestructuras logísticas se lleve a cabo. Pero ya el hecho de que transiten las mercancías conforme a un procedimiento reglado, ordenado y establecido es bueno para normalizar esa relaciones. Es una manifestación de respeto a la soberanía de nuestra ciudad.
P.- Me mostraba cierta incomodidad por unir el Sáhara con Ceuta pero los primeros que lo hicieron fueron Pedro Sánchez y José Manuel Albares al justificar el cambio de posición por la necesidad de proteger a ceutíes, melillenses, canarios y andaluces…
R.- No tengo capacidad para conocer las interioridades de las conversaciones con Marruecos y con nuestros socios y aliados europeos y atlánticos. Al margen de que las formas de cómo se cambia de posición en el Sáhara sea o no la adecuada, lo que lo que a mí me interesa es que el Gobierno manifieste de manera clara y rotunda que Ceuta y Melilla son españolas y que esa soberanía e integridad territorial no dependa del color político del gobierno de la Nación. No tengo dudas de lo que se piensa en el Partido Popular pero tampoco respecto a lo que se piensa en el PSOE.
P.- Durante la cumbre de la OTAN en Madrid, se incluyó la salvaguarda de “la integridad territorial de los aliados” en el Concepto Estratégico, la hoja de ruta que marcará el rumbo de la Alianza durante la próxima década. ¿Le satisface esa mención?
R.- El concepto estratégico de la OTAN previo decía que garantizaba la integridad territorial de la alianza, con lo cual puede interpretarse que eso es una consideración geográfica del mapa de la Alianza. Ahora ha cambiado para decir que la OTAN garantiza la integridad territorial de los Estados miembros. Tampoco quiero alardear de eso, pero es un paso cualitativo.
P.- No duda, dice, de lo que se piensa en el PSOE a pesar de las declaraciones de una ex ministra como María Antonia Trujillo…
R.- Una desviación de esta naturaleza tan grotesca, absurda y desleal puede pasar en cualquier familia, en cualquier casa. La ex ministra Trujillo ha sido muy desleal con lo que fue, porque yo creo que cuando uno es ministro lo es para toda la vida. Y lo primero que tiene que hacer es defender al país al que ha servido en puestos de tanta relevancia como es ser ministro. No ha sido desleal con Ceuta y Melilla sino con España porque ha puesto en cuestión la integridad territorial de todo el país a nivel de opinión. A mí me interesa que el Gobierno de la nación utilice todas las armas diplomáticas que tenga a su alcance para que esa soberanía sea respetada por parte de Marruecos y respete la frontera. Hemos visto aquí lo que significa que Marruecos no respete la frontera.
[Ex ministra Trujillo] Una desviación tan grotesca, absurda y desleal puede pasar en cualquier familia
P.- Se podría llegar a pensar que ha habido un canje…
R.- No lo sé. Entra dentro de la especulación. La posición de España tampoco es única. No soy experto en la materia pero Alemania o Francia, Estados Unidos y la Unión Europea tienen la misma posición.
P.- ¿Qué garantías ha recibido de Marruecos de que no va a usar la inmigración como arma de presión y de que no va a volver a reclamar la soberanía de esta ciudad?
R.- A nosotros la garantía nos la da España y Europa. La reclamación de Marruecos no tiene ningún fundamento. Ceuta y Melilla son España antes de que Marruecos existiera como Estado. Desde el punto de vista del derecho, estamos en la Constitución. El artículo primero de nuestro respectivos Estatutos de Autonomía reconoce que accedemos al régimen de autogobierno en el marco de la indisoluble unidad de España, por lo que el cuerpo constitucional avala lo que somos.
P.- Pero, igual que hay una carta de Sánchez a Mohamed VI, ¿existe una garantía escrita de Rabat?
R.- Dudo que exista. No lo conozco. [¿Se lo ha preguntado al presidente del Gobierno?] No porque hay preguntas que no sabes si te van a responder. Lo que debemos exigir es respeto. La Unión Europea lanzó un mensaje claro: Si quieres llevarte bien con nosotros y ser un socio preferente de la Unión Europea, debe haber respeto y empieza respetando la frontera y nuestra integridad territorial.
Dudo que exista [una garantía por escrito de Marruecos sobre Ceuta y Melilla]
P.- ¿Tiene hoy la certeza de que no se va a producir una operación como la de mayo de 2021?
R.- Sobre qué en la vida podemos tener certeza, aparte de que nos vamos a morir. ¿Había certeza de que íbamos a tener covid, una inflación de dos dígitos o de que estuvimos al borde de la bancarrota en 2011? Estoy confiado de que no estaremos nunca solos. Si yo transmito incertidumbre es lo que precisamente quiere Marruecos. Yo estoy aquí para fortalecer el futuro de Ceuta.
P.- Hace unos meses en El Independiente recogimos el testimonio de un portavoz oficioso de los servicios secretos marroquíes. Decía que el régimen marroquí jamás renunciará a Ceuta y Melilla…
R.- Yo le contesto que España jamás renunciará a la soberanía de Ceuta y Melilla. [Será entonces un conflicto eterno] Conflicto no; es una posición dispar eterna.
P.- Hace unas semanas la misión marroquí ante la ONU en Ginebra insistió por escrito que Marruecos no tiene fronteras terrestres con España…
R.- Eso es un pronunciamiento de Marruecos rotundamente inaceptable, pero no tiene por qué derivar en un conflicto. No hemos sido jamás una colonia. Gibraltar sí está considerada una colonia del Reino Unido, que no está dispuesto a cambiar su estatus frente a lo que considera España, con fundamento. Hay una posición dispar pero no hay conflicto entre ambos países.
P.- El periodista Ali Lmrabet también predice que la luna de miel entre España y Marruecos no durará y que Rabat volverá a exigir Ceuta y Melilla porque ambos son razón de ser del régimen…
R.- No vamos a ceder ni un ápice. Es la historia, el derecho y la voluntad de los ceutíes y de todos los españoles.
P.- José Bono asegura que España no podía tener un mejor vecino que Marruecos. ¿Lo comparte?
R.- No estoy aquí para generar tensiones entre España y Marruecos. Todo lo contrario. Nuestro objetivo es que respeten nuestra integridad y nuestra soberanía y que al mismo tiempo tengamos unas relaciones de buena vecindad. Con independencia del ámbito político, Marruecos es un país muy atractivo y la gente de Marruecos es una gente muy amable, muy cordial y muy hospitalaria. Nos encanta que haya intercambios culturales, económicos y deportivos. Es nuestro vecino y tenemos que tener la altura necesaria para decir que hay que llevarse bien con el vecino.
Quiero darle a Marruecos el trato que quiero que Marruecos nos dé a nosotros
P.- Marruecos es un país que tiene una situación económica y política muy complicada, con un rey absolutamente ausente. ¿Le preocupa que esos vaivenes del país vecino puedan afectar de alguna forma a la seguridad de Ceuta?
R.- La estabilidad de Marruecos es buena para Ceuta, Melilla, España, Europa y para nuestros aliados. Este es mi deseo. No puedo aventurar lo que va a ocurrir en Marruecos ni va a encontrar en mí alguien que ataque, cuestione o critique al jefe del Estado de Marruecos. Quiero darle a Marruecos el trato que quiero que Marruecos nos dé a nosotros.
P.- Resulta complicado establecer una relación así en la que no parezca que se toman ciertas medidas y que puedan ser entendidas como sumisión a Marruecos o aceptación del chantaje…
R.- En el ámbito diplomático cada uno utiliza sus armas. Lo que no tenemos es que prejuzgar. Hay que tratar esto con un criterio patriótico: qué es lo que conviene a España y Europa y actuar en consecuencia. A cualquier persona sensata le convienen unas buenas relaciones con Marruecos, pero desde el punto de vista de la seguridad, la inmigración, la lucha contra el terrorismo o económico. Esas buenas relaciones son compatibles con el respeto a la soberanía y a la integridad territorial de Ceuta y Melilla.
P.- Ésta es una pregunta personal. ¿Usted cómo se protege de la vigilancia marroquí a través de Pegasus?
R.- No creo que tenga la importancia como para ser espiado. Cuando salió todo esto, lo que hice fue que mandé el móvil a que me lo revisaran y no había rastro de haber sido intervenido. Yo no tengo un nivel de información suficiente como para que ningún servicio de inteligencia del mundo esté interesado en lo que este humilde alcalde y presidente de la Ciudad Autónoma hace.
R.- El asalto a la valla es una cosa distinta a lo que ocurrió en mayo. Hay gente que lo confunde, pero no es lo mismo. Hay veces que las mismas autoridades marroquíes respecto de la presión migratoria, sobre todo de carácter subsahariano, se ven desbordados. Evidentemente, creo que las fronteras necesitan de un incremento en la dotación de medios. Estoy reivindicando una mayor presencia del Estado en Ceuta y Melilla y reivindicando una frontera ordenada y segura.
P.- ¿Qué gestos pide del Estado? ¿Tal vez una visita del Rey?
R.- No quiero poner en un compromiso al Rey y además sé que esas decisiones del Rey no dependen solo del Rey. En mayo de 2021 recibí también la llamada del Rey para transmitir confianza. No tengo la menor duda de que todos están con Ceuta y Melilla. Evidentemente, si se produce la visita para nosotros sería como un día de fiesta. El día de la visita de Su Majestad Don Juan Carlos fue inolvidable. Sinceramente, ojalá se produjera esa visita, pero que el que no venga no nos hace dudar de su compromiso.
Ojalá nos hiciera una visita Felipe VI, pero que no venga no nos hace dudar de su compromiso con Ceuta
P.- ¿Mantiene el apoyo a la gestión del ministerio de Interior, muy criticada por el Defensor del Pueblo?
R.- Sí. Hemos tenido un tema de actualidad como el de los retornos asistidos de los menores mediante la activación del protocolo suscrito entre los dos países. Este protocolo se activó porque yo lo pedí en interés del menor y se llevó a cabo con todas las garantías de protección del menor. Secundamos la actuación. Aquí llegamos a tener 1.500 menores, que significa el 10% de los menores no acompañados que hay en toda España en una ciudad que representa el 0,18% de la población total española. Era una situación insostenible, también para la propia seguridad y protección del menor, expuesto a todo tipo de penalidades porque no había recursos con los que atenderlos. La activación de aquel procedimiento, que generó en su momento críticas y alguna denuncia, yo la solicité al ministerio del Interior.
P.- ¿No le preocupan las objeciones del Defensor del Pueblo?
R.- No sé qué nivel tienen las objeciones, pero en todo caso también estoy en mi derecho de no compartirlas, con todo respeto.
P.- Estamos en la recta final de la legislatura. ¿Ha meditado si va a presentarse a las elecciones?
R.- Me voy a presentar, de momento, a la presidencia del Partido Popular de Ceuta. Dirá cómo se atreve con tantos años. Ahora no es el momento de dar un paso al lado sino al frente. Quiero poner al servicio de los ceutíes mis modestos conocimientos, la experiencia y la concepción que tengo acerca de la estrategia a seguir para la defensa de nuestra ciudad y preservar su estabilidad, su seguridad, su prosperidad y bienestar.
P.- ¿Va a ser candidato?
R.- Sí, si así lo quieren. Me apetece. Tengo ganas de poder trabajar desde Ceuta con una persona de la categoría de Alberto Núñez Feijóo, que entre sus muchos perfiles está el cariño que le tiene a esta ciudad y lo que valora la contribución anónima de los ceutíes al engrandecimiento de España, con una actitud de concebir la política como un vehículo para el encuentro y el entendimiento, mediante el ejercicio permanente de la sensatez, los equilibrios, la prudencia y el sentido de Estado. [¿Ha hablado con él de su decisión?] Sí. Él respaldará la decisión que tomen los militantes del PP de Ceuta. Soy el único candidato y estoy seguro de que tengo su respaldo.
P.- Se podría entender su continuidad como una señal de que no existe banquillo en el PP de Ceuta…
R.- No creo que sea así. En el PP de Ceuta hay personas muy capacitadas para poder llevar la presidencia de la ciudad. Lo único que nos ha tocado un momento muy complejo. Hemos tenido una pandemia durísima en toda España. Aquí se puso a prueba nuestra capacidad para dar respuesta a una situación tan crítica con la condición de Ciudad Autónoma, es decir que fuimos la autoridad competente y delegada para la gestión de la pandemia. Luego tuvimos el cierre de la frontera para el tráfico de mercancías y el episodio de mayo. Hemos evitado que se demoliera la confianza, porque esa clave de bóveda se hubiera ido al traste, no estaríamos aquí ahora. Ahora hay unos retos muy importantes. Si los ceutíes dicen que no, no pasa nada.Una derrota en política tampoco es ninguna deshonra.
P.- Se le nota también mucha sintonía con Sánchez…
R.- Tengo la obligación de llevarme bien, desde el punto de vista institucional, con todos los presidentes del Gobierno y por mis años de ejercicio me parece que he conocido a Aznar, Zapatero, Rajoy y Sánchez y los cuatro he tenido un trato de de absoluta lealtad institucional. Es nuestra obligación. Hay que tener en cuenta los condicionantes que tenemos, desde nuestra reducida superficie, la escasez de recursos naturales, el reducido tamaño del mercado de bienes y servicios y los riesgos y las amenazas procedentes del exterior.
Y a eso se une la llegada de un partido político en esta legislatura que pretende dividir a los ceutíes en el sentimiento de españolidad de los ceutíes y la convivencia. Nuestra fortaleza es el Estado. Hemos avanzado mucho. Es cierto que no estamos muy acostumbrados a estas relaciones cordiales pero yo sí lo he vivido en la Transición. Entonces las siglas se pusieron a un lado porque había que construir el edificio, nada más y nada menos, que de la democracia. Y a raíz de ahí cumplir el sueño de Ortega, de europeizar a España. Todos los políticos se pusieron de acuerdo. Nosotros somos una razón de Estado, porque no hay ningún sitio salvo Melilla en toda España donde se dé ese cúmulo de condicionantes.
P.- Durante esta legislatura ha tenido encontronazos permanentes en el pleno con el portavoz de Vox, Carlos Verdejo. ¿Le preocupa que su discurso cale en la calle?
R.- En realidad Verdejo es el portavoz, pero el autor intelectual de todas sus intervenciones es el presidente de Vox en Ceuta. Es muy peligroso para Ceuta que se dude de que el sentimiento de españolidad de Ceuta es compartido por todos los ceutíes. A mí lo que me preocupa es que aquí alguien se atribuya la capacidad para no respetar los sentimientos de la gente. Y atribuirse la capacidad de considerar quién es y quien no es español. Esa capacidad no la tiene nadie.
A mí lo que me preocupa es que el derecho a la igualdad entre todos los españoles, con independencia de cuál sea su credo, su raza, su sexo, cualquier nacimiento o cualquier otra condición, se ponga en duda. El imperio de la ley, la defensa de la españolidad de Ceuta por parte de todos los ceutíes y el respeto a nuestra realidad cultural, a nuestra diversidad cultural, a la Ceuta de las cuatro culturas son pilares esenciales de la sostenibilidad y la supervivencia de nuestra ciudad. Si ese discurso calara, estaríamos haciendo el juego a Marruecos, que precisamente lo que pretende decir que ésta es una ciudad ocupada en la que la comunidad cristiana tiene subyugada a la musulmana. Y es absolutamente falso.
Alimentar ese discurso tiene consecuencias letales para Ceuta y a eso me opongo. Yo en los plenos lo paso mal porque veo el riesgo que tiene ese discurso. Y estoy convencido que los ceutíes no piensan eso. Ya sabemos como actúa el populismo. Si uno se dedica a asustar a la gente, fomentando el miedo de cuando los musulmanes sean mayoría o que Marruecos nos va a invadir mañana, puede prosperar, pero no tiene fundamento y no se corresponde con la realidad. No puedo compartir el discurso de Vox de ninguna manera y no voy a traicionar mis principios.
En Castilla y León los riesgos y las amenazas que vive no se corresponden para nada con los de Ceuta
P.- Pero el PP gobierna con Vox en otros lugares de España, incluida una comunidad inmensa como Castilla y León. ¿Lo que allí es posible no lo es aquí?
R.- En Castilla y León los riesgos y las amenazas que vive no se corresponden para nada con los riesgos y amenazas que tiene Ceuta. Aquí estamos hablando de supervivencia y de posicionarnos con unos dirigentes de Vox que en Ceuta piensan que hay quintacolumnistas de Marruecos. Dudan de nuestra españolidad y actúan en beneficio de las infundadas pretensiones de Marruecos. Eso no se puede aceptar porque no es justo ni verdad y porque sería una muerte anunciada. Y esta ciudad no está muerta. Ceuta tiene mucho futuro.
Y con ese discurso podría llegar un momento en el que cuando la comunidad musulmana, por razones vegetativas, se convierta en la comunidad mayoritaria de Ceuta, dejaríamos de ser España. Y no es así, en ningún caso. Yo no creo que ese problema exista en Castilla y León. Dicho esto, tengo que respetar las decisiones que se toman legítimamente por parte de otros responsables del PP, con quienes comparto un proyecto político sin ningún tipo de dudas.
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