La Moncloa y Ferraz se colocan a la defensiva. Nada de dar pasos en falso en ninguno de los dos temas sensibles que siguen sobre la mesa y que son objetivos elementos de desgaste para el Gobierno: la ley del solo sí es sí —o sea, la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual— y la hipotética reforma del delito de malversación. Respecto a lo primero, los socialistas piden aguardar a que el Tribunal Supremo unifique doctrina (la Fiscalía General del Estado ya lo ha hecho) y se afanan en proteger la coalición. En lo que toca a la malversación, la dirección insiste en que no hay novedades: el "compromiso" contraído por el presidente con ERC afecta a la modificación de la sedición, y cuando lleguen las enmiendas de los grupos, se estudiarán.
En la cúpula del PSOE se amaga con enfriar esta última cuestión, pero no rematan. A fin de cuentas, quien abrió el melón fue el propio Pedro Sánchez y quien puede zanjarlo es él mismo. Este martes, el jefe del Ejecutivo será preguntado por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la sesión de control en el Senado, "si va a seguir reformando el Código Penal para favorecer a miembros de su partido y a sus socios de Gobierno". Sánchez puede optar por cerrar la puerta a la reforma o bien continuar dejándola abierta, como ha hecho hasta ahora. Y en su partido, donde este tema ha sido mal encajado por la "dificultad de explicación a la ciudadanía" a seis meses de unas elecciones cruciales, las autonómicas y municipales de mayo, no saben muy bien qué camino adoptará. En la Moncloa, mientras, responden con el silencio.
Sánchez tiene incentivos para zanjar el tema, pero también para ganar tiempo. Alegría reitera que el "compromiso" del Gobierno es con la sedición, y no entra en "hipótesis"
Todo cabe. "A ver si salimos de dudas este martes. ¿Cómo? Ni idea, los caminos de Pedro son inescrutables", apunta un dirigente territorial. Sánchez tiene incentivos para despejar la posición del Ejecutivo visto lo ocurrido con la ley del sí es sí, vista la presión interna y visto también que el propio Podemos y algunos de los socios habituales ven pegas a una modificación que podría acabar suponiendo la rebaja de penas a políticos condenados por delitos de corrupción. Pero el momento no es el más oportuno, porque hasta el jueves el pleno del Congreso no aprobará el dictamen de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 para su remisión al Senado. Y ERC aún no ha confirmado aún su voto a favor. Además, las enmiendas parciales al cambio de la sedición —la proposición de ley de la que colgaría, en su caso, la reestructuración de la malversación— no se estudiarán en ponencia y comisión en la Cámara baja hasta la segunda semana de diciembre (o sea, hasta el puente de la Constitución), así que el Gobierno tiene tiempo aún para dar a conocer sus cartas.
La portavoz del PSOE, la ministra de Educación, Pilar Alegría, señalaba este lunes a los periodistas en rueda de prensa en Ferraz que el "compromiso del presidente" era "reformar y homologar" el delito de sedición, y esa promesa está cumplida puesto que ya está registrada desde hace casi dos semanas la iniciativa, que este jueves tomará en consideración el pleno del Congreso. "Sobre las enmiendas que puedan presentar los grupos sobre cualquier otro tema, entenderán que no me manifieste. No puedo opinar sobre hipótesis", señaló.
Negociaciones "abiertas", dice ERC
En el PSOE, se ha instalado la sensación de que Sánchez dará marcha atrás. Es decir, que no aceptará una modificación de este delito, por el riesgo de que agriete el discurso contra la corrupción que ha sido santo y seña de su mandato desde que ganó la moción de censura a Mariano Rajoy en junio de 2018. Pero nada hay seguro, como tampoco hay señales definitivas de que su decisión sea esa. No cerró esa puerta hace casi una semana cuando los periodistas le preguntaron en Bali, al término de la Cumbre del G20. Es cierto que la tormenta ha perdido fuerza porque se sobrepuso enseguida el fiasco de la ley del sí es sí, por las primeras rebajas de pena y excarcelaciones de agresores sexuales. Y los partidos en el Congreso, incluida ERC, han enfriado la reforma.
Escuchamos las opiniones en el partido y no vamos a quemarnos a lo bonzo", advierten en Ferraz, conscientes del malestar interno
"Hay debates que generan diferentes opiniones en el partido, y todas las escuchamos. Aquí no vamos a quemarnos a lo bonzo, es decir, que nos dé igual lo que opinen unos u otros", señalaban este lunes fuentes de la cúpula federal, conscientes del malestar creado internamente por una hipotética reforma de la malversación. Los socialistas, por tanto, lanzan señales de que pueden acabar frenando el cambio, aunque no terminan de darle carpetazo. También porque esta es la semana de los PGE y hasta el jueves no habrá un texto aprobado que enviar al Senado.
ERC, por su parte, no da nada por perdido. Es más, su secretaria general adjunta y portavoz, Marta Vilalta, insistía este lunes en que las "negociaciones" siguen "abiertas" para cambiar el delito. Es decir, que la formación de Oriol Junqueras no renuncia a esa modificación. Así, la supresión de la sedición —y su reemplazo por la figura de desórdenes públicos agravados— "es un punto de partida, es un paso".
Seguro que habrá negociaciones y se encontrarán maneras de que sea una realidad. Queda aún mucho camino"
MArta vilalta, portavoz de erc
"Pero obviamente intentaremos mejorar lo que se pueda mejorar, y en próximos días habrá negociaciones y debates", sostuvo Vilalta, informa EFE. "Seguro que habrá negociaciones y se encontrarán maneras de que sea una realidad. Queda aún mucho camino por recorrer, estamos lejos de poder concretar acuerdos y por eso estamos trabajando con negociaciones abiertas", indicó la dirigente independentista. En paralelo, añadió, se aprovecharán las "últimas horas de margen" para cerrar un acuerdo sobre las cuentas del Estado de 2023.
En Ferraz no quieren dar aún por hecho que ERC no presente enmienda parcial. "Esa pregunta es para ellos, no para nosotros", responden a este diario en la dirección federal. Y es que los republicanos se tientan la ropa, buscan una solución "quirúrgica" que evite que una eventual reforma se convierta en un coladero para otros casos de corrupción. Pero a la vez no renuncian a un cambio que podría aliviar el castigo no solo a los indultados del procés a los que el Gobierno conmutó la pena de prisión pero no la inhabilitación, sino a los encausados por el referéndum ilegal acusados de malversación.
El pasado viernes, por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) envió a juicio a la consellera Natalia Garriga por desobediencia y a los ex altos cargos del Govern Josep Maria Jové y Lluís Salvadó —lugartenientes de Junqueras en el Departamento de Economía y dirigentes de su entera confianza— por prevaricación, malversación y revelación de secretos.
La semana de los Presupuestos
Con la ley del sí es sí, el PSOE se impone la prudencia. Evita el choque con Unidas Podemos y prima proteger la coalición. Normas como esta son "del Gobierno en su conjunto", dijo Alegría, quien defendió la "salud" del Ejecutivo de coalición, que se demuestra en la aprobación de sus terceros Presupuestos consecutivos "en tiempo y forma". La portavoz evitó entrar en polémicas y reiteró una y otra vez que el "objetivo", el núcleo de la ley es la "protección integral de las víctimas y los menores".
Alegría defiende la 'ley del sí es sí' como de todo el Gobierno y apela a la "máxima unidad" a Podemos y a Díaz
La ministra llamó a esperar el pronunciamiento de la Fiscalía —que se produjo horas más tarde— y del Supremo, y no se adelantó al escenario de la reforma de la ley, que ella misma mentó la semana pasada, como también hicieron varios barones y dirigentes del partido. Sí se desmarcó de Podemos en sus ataques a los jueces.
"Nunca me gusta señalar a nadie [...]. Este partido y Gobierno es profundamente respetuoso con la separación de poderes. Máximo respeto al Poder Judicial y su autonomía, faltaría más", manifestó Alegría. Pero la dirigente también quiso ser "respetuosa" con "otros partidos", en referencia a los morados.
Los socialistas temen la erosión del espacio a su izquierda y, especialmente, que las tensiones entre Podemos (espoleado por su fundador, Pablo Iglesias) y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, pongan en riesgo su poder territorial y la reedición de la coalición. De ahí que, aun evitando interferir en sus divisiones, Ferraz, como ya hiciera Sánchez, llamara este lunes de nuevo a ambos a superar sus diferencias.
"Espero y deseo que Unidas Podemos como también el PSOE, como partidos progresistas, que de aquí a las próximas elecciones municipales, autonómicas y también generales vayamos con un planteamiento desde el respeto de nuestra autonomía con la máxima unidad, que sea capaz de movilizar especialmente a ese votante progresista mayoritario en este país", sostuvo Alegría. En la cúpula creen que la sangre no acabará llegando al río, que las tensiones actuales son lógicas porque cada parte quiere ponerse en valor antes de una difícil negociación.
La portavoz del PSOE miró entonces al PP, por jugar al "oportunismo más absoluto" con la ley del sí es sí. "Es curioso que se quiera poner medallas en materia de Igualdad, cuando ha permitido un Gobierno con la ultraderecha [en Castilla y León]", y cuando se opuso, recordó, al divorcio, al matrimonio LGTBI o al aborto. "Lecciones de igualdad del PP, ninguna", remachó la dirigente.
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