Copada por el último cara a cara entre Sánchez y Feijóo o los dictámenes finales de los Presupuestos, Vox ha empezado la semana con una exigencia crucial: replantear su estrategia de confrontación electoral con el Partido Popular (PP) para no estancarse en los mismos valores logrados el 10-N, al no prosperar la intención de exhibir músculo en la calle este fin de semana desde Barcelona. Santiago Abascal abría la senda tras la penúltima reunión del Comité de Acción Política (CAP), con una comparecencia pública que poco acostumbra a protagonizar desde la sede nacional de Bambú. El objeto de presión, y de oposición a Sánchez, pasaba a ser la exigencia a los populares de encabezar una moción de censura internamente calificada de "inviable"; para posteriormente obligar al PP a buscar el respaldo de Vox y de Cs, con cuya presidenta, horas después de su rueda de prensa, coincidiría en esta postura de manera "cordial".
A ello, a través del Grupo Vox en el Congreso de los Diputados, se añadía la exigencia, días después, de la reprobación -que se votará este jueves- y el cese "inmediato" de la ministra de Igualdad, Irene Montero, a consecuencia de la rebaja de penas a condenados por delitos sexuales o la mejora de las condiciones para personas inmersas en este tipo de procesos judiciales. Una demanda a la que el PP este lunes se ha sumado, aunque de manera individualizada. Además, como elemento de pugna en cuanto a planteamiento, Vox también ha propuesto en la cámara baja endurecer el Código Penal contra los miembros del Gobierno o funcionarios que perjudiquen la unidad nacional, a raíz del planteamiento de reforma para derogar la sedición del Gobierno y de la posición del PP: de revertirlo si llega al poder.
Pese a esta incapacidad de influenciar a Génova, una vez Feijóo se ha negado a dejarse condicionar por la agenda de sus competidores directos y ha prohibido a los suyos participar en cualquier manifestación organizada por Vox, la intención electoral de los ultraconservadores se mantiene intacta. Incluso asciende ligeramente en comparación con la oleada de encuestas publicadas a principios de noviembre o el mismo día de la comparecencia de Abascal de manera previa: en la barrera de 16% de media. Al inicio de mes, SigmaDos, Sociométrica e IMOP Insights atribuían de promedio a Vox un 15,2% en la 'foto fija' de celebrarse comicios en ese momento. El 14 de noviembre, cuando Abascal interpeló a Feijóo para presentar la moción contra Sánchez, Hamalgama Métrica situaba a la formación cuatro décimas por encima de ese conjunto, en el 15,6%.
Este lunes, a sabiendas del bajo impacto logrado tras siete días de presión a los populares, el vicepresidente primero y de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, apuntaba un matiz sutil para cargar contra los de Feijóo. Todo tras varios días sin señalarlo en las sucesivas críticas de partido a la Ley de Garantía Integrar de Libertad Sexual o coloquialmente denominada del 'solo sí es sí': "Todos los que apoyaron la norma son responsables directos de que violadores y pederastas salgan antes de lo previsto o vayan a verse beneficiados de una rebaja de la pena (...). Incluido los cuatro diputados del PP que votaron telemáticamente". Ello, en un intento de deslegitimar a Génova en la pugna contra el Gobierno en lo que respecta a esta legislación impulsada por el Ministerio de Igualdad. Sobre todo, tras haber usado ese mismo reproche días antes. Con todo, desde el partido siguen tendiendo la mano para una colaboración precisa para desbancar a Sánchez.
Vox cree que puede aspirar a niveles electorales de Fratelli d'Italia, aún con las distintas realidades políticas entre España e Italia
A excepción del CIS de noviembre, que vio la luz el pasado viernes y adjudicó a Vox un 10,1% tras dos meses de caída hasta el 8,8%, las cuatro nuevas encuestas publicadas en esta tercera semana de mes reiteran entre esos 15 y 16 puntos de media. El estudio de Target Point, para El Debate, advierte un ascenso en comparación con la medición de octubre: de casi un punto, pasando del 15,8% al 16,7%. Por su parte, IMOP Insights aprecia el mismo resultado con un ligero detrimento del PP. Electomanía estima un 15,65% frente a un 15,4% en octubre; e InvyMark percibe un retroceso de tres décimas desde entonces, desde el 16,1% al 15,8%, adhiriéndose a la tendencia general.
A falta de ver los efectos de la manifestación de este domingo en la Plaza de Colón -y frente a los ayuntamientos de capital de provincia-, que será respondida con un acto previo del PP también en Madrid, en el polideportivo Magariños, Vox no ve perjudicado sus resultados medios, estando en la línea de los obtenidos en la convocatoria de 2019: 52 diputados y un 15,21%. Obtendría entre dos y cuatro más, en el mejor de los casos. No obstante, estos refuerzan una de las tesis que vienen reflejando diversos expertos de Comunicación Política: Vox ha tocado techo en esos 16 puntos. La única vía que ven para que esto pueda romperse es que los actuales temas de la agenda, caso de la sedición o la Ley Montero, se prolonguen en el tiempo, algo complicado con un año por delante y con Feijóo sin comprar el discurso de Abascal. Mientras que Vox se mantiene en la horquilla de los 15 y 16 puntos, el PP tampoco evidencia movimiento alguno, en parte compensado por un retroceso del PSOE. Al igual que la media de los sondeos de principios de noviembre, se mueve entre el 29,5% y el 31,1%.
Vox sigue mirando a Italia
Aunque cotidianamente son díscolos con los sondeos, ya que reiteran que "no reflejan la realidad" sino que tienen como destino "condicionar el voto", fuentes de la dirección nacional de Vox han optado por entrar en materia. Consideran que algunas encuestas atribuyen un crecimiento -caso del CIS- para hacer un "ajuste" de cara a las elecciones de mayo; "para no hacer el ridículo" con una diferencia lo bastante notable entre estimaciones y escrutinio final. "No hay un repunte, las anteriores no reflejaban la realidad y se ha querido utilizar las cosas internas que han pasado en el partido para justificarlo", afirman las mismas fuentes extendiendo al conjunto de las demoscópicas los altibajos del partido desde septiembre. Todo siendo conscientes, indican, de que se han tomado decisiones como la de elegir a Ignacio Garriga secretario general o la celebración del VIVA22 que han permitido fortalecer las siglas.
Vox considera que "lo que se va a ver y producir" a la larga es lo que realmente importa, y lo achaca a las cuestiones que se están dando en este momento en el panorama político. Sobre todo en relación a las reformas del Código Penal que se han hecho y se están buscando, caso de la sedición o el cambio de legislación de la Ley Montero. "En los momentos importantes, a los demás les tiemblan las piernas", explican las mismas fuentes, asegurando que su techo puede estar en los 30 puntos: "en eso está Fratelli d'Italia", insisten salvando las distancias entre España e Italia.
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