A finales de septiembre, desde Murcia, donde participó en una ponencia sobre Derecho, Macarena Olona aseguró tener los apoyos políticos y económicos necesarios para poner en marcha un partido. Pese a estar "en disposición de hacerlo", y a la demanda de "varias voces" que le pedían dar "un paso al frente", la exdiputada de Vox rechazaba "fragmentar" más un espacio que ya ocupan sus antiguos compañeros. Sin embargo, horas previas a esa declaración, la propia Olona afirmó a El Independiente que valoraría presentarse a las elecciones generales si los resultados municipales y autonómicos de Vox no son los esperados. Volvía a amagar, además, a principios de noviembre, cuando presentó en la Casa América de Madrid su proyecto: la Fundación Igualdad Iberoamericana. "Si la voluntad de los españoles es que vuelva a asumir su voz representándoles en el Congreso, tendrá lugar siempre y cuando, con mucho sentido de Estado, no ponga el riesgo el necesario equilibrio que hay que mantener a la hora de conformar el próximo Gobierno", afirmó Olona.
De hacerlo, las limitaciones de Olona serían notables en un primer momento, al no contar, entre otros aspectos, con una estructura territorial sólida con la que presentarse homogéneamente a lo largo del país. Es algo en lo que coinciden varios expertos en comportamiento electoral consultados por este medio. No obstante, sí sería viable presentar listas en puntos muy concretos con la intencionalidad de conseguir un par de escaños con los que tener voz en en la cámara baja. Tendría músculo para completarlas a costa de exmilitantes y exaltos cargos de Vox, así como excandidatos y diputados que han abandonado las siglas pero continúan su actividad política. Y es que lejos de esconderse, escenifican su admiración a la abogada del Estado con una asiduo seguimiento en redes.
Ejemplo de este multinivel de exmiembros de Vox que tienen simpatía por Olona y siguen su día a día son Juan Jara, Juan José Liarte y Ricardo Morado. Médico de profesión y con residencia en San Agustín de Guadalix (Madrid), Jara ejerció las funciones de vicepresidente primero de Vox en la primera etapa de Santiago Abascal al mando del partido, y fue expulsado en 2016 al denunciar irregularidades y falta de transparencia en las cuentas. Recientemente, denunció, de nuevo, en un reportaje de la La Sexta las supuestas mala praxis de Vox. Ante la consulta de si estaría dispuesto a sumarse a un hipotético partido liderado por la alicantina, Jara rebaja las expectativas y evidencia que su cabreo con la dirección nacional 'verde' sigue a flor de piel. "No creo que Macarena vuelva a la arena política. Pero es víctima de los sinvergüenzas de Vox y me identifico mucho con ella", traslada sin despejar la duda de su participación. Sí ha admitido que la votaría de darse el caso, al sentir afinidad por su apuesta por una mayor transparencia en la financiación de los partidos. También por su apuesta de no censurar a medios de comunicación.
"Me identifico mucho con Olona, es víctima de los sinvergüenzas de Vox"
Juan Jara, exvicepresidente primero de Vox
Morado, candidato designado por la dirección nacional para encabezar la lista a las elecciones de Galicia en 2020, se dio de baja hace un mes sugiriendo falta de democracia interna, denunciando "sumisión" al aparato e imposibilidad de hacer "críticas constructivas", así como el abandono de la marca en el territorio, donde no ha conseguido nunca representación frente a un PP hegemónico a la derecha -le ha ocurrido también ha Cs-. Tras dar ese paso, Olona se dirigió a él: "Levantarte, luchar, encajar golpe. Pero arriba de nuevo. Fuerza y honor, Ricardo", escribió en su perfil de Twitter. A ello le siguió la asistencia, el 4 de noviembre, de Morado en la presentación de la fundación de Olona, cuyo principal planteamiento es el combate "de las leyes de género" impulsadas por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero. Precisamente, uno de los principales objetos de crítica de Morado está siendo la ley del 'solo sí es sí'.
Olona se ha acercado a exaltos cargos de Vox a nivel territorial: Ricardo Morado, excandidato en Galicia y Juan José Liarte, exnúmero dos en Murcia
Uno de los acercamientos más claro a Olona hasta el momento ha sido el del ex número dos de Vox en la Asamblea de la Región de Murcia, Juan José Liarte. Acompañado por Francisco José Carrera, que integró la cuarta posición en esa lista -ambos fueron defenestrados por Vox en 2020, pero la Justicia obligó al partido a readmitirlos- hicieron el Camino de Santiago junto a la expolítica. Actualmente, ambos comparten asiento en el Grupo Mixto regional y aunque no contemplan continuar en la política autonómica, han expresado su deseo de participar en el proyecto creado por Olona. El primer paso ha sido organizar la conferencia en la que la exdiputada habló sobre la inconstitucionalidad de los estados de alarma en la Universidad de Murcia. El Independiente ha intentado ponerse en contacto con Morado y Liarte para conocer su punto de vista, sin recibir respuesta.
Murcia, el principal caladero
El principal caladero electoral de Vox en 2019 fue la Región de Murcia, al menos a nivel nacional. Tras la repetición electoral de noviembre, Vox pasó de tercera a primera fuerza política igualando con tres escaños a PP y PSOE, pero los problemas internos que se están dando en la estructura todo hace prever que en estas próximas municipales y autonómicas se producirá una fuga de votos al Partido Popular (PP) de Fernando López Miras para garantizar la utilidad del voto frente al PSOE y Unidas Podemos. De cara a unos comicios generales, y si Vox sale perjudicado, Olona puede tener capacidad de movilizar cierto número de voto con el que obtener, al menos, un escaños.
El territorio murciano es una de las grandes apuestas de Abascal para los comicios, junto a Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, pero para ello debe garantizar unidad y estabilidad en la organización regional y en las listas. Y eso aún no está hecho. Vox destituyó a Liarte, Carrera y Mabel Campuzano del partido, justificándolo por el intento de controlar las cuentas del grupo parlamentario. Eso hizo que pasasen a ser no adscritos -pese a la demanda desde Madrid para ceder el asiento a los siguientes puestos de las listas, quedando Pascual Salvador, el candidato electoral, a ser el único representante ultraconservador. Éstos denunciaron en los tribunales, y han tenido que ser readmitidos, aunque no colaboran en las decisiones.
A los problemas internos de Vox Murcia, se suman los surgidos al sur de Alicante natal: dimisiones y denuncia de falta de atención al mayor caladero electoral
En los dos años que ha durado el proceso, Vox estableció una gestora que apartó a Salvador y se eligió por primarias a José Ángel Antelo. Ello también ha sido suspendido en los tribunales, algo por lo que recurrirá Vox. Por otro lado, se unen diferencias con Campuzano, que tras el intento de moción de censura a López Miras en 2021, fue designada vicepresidenta en sustitución de Ciudadanos.
El polvorín de la Vega Baja
Otro de los caladeros en los que Olona puede encontrar apoyo político y electoral es en Alicante, especialmente en la Vega Baja, geográficamente pegada a Murcia y a la que unen demandas comunes como puede ser el rechazo de la inmigración o el desempleo ligado a la estacionalidad del turismo. Desde la semana pasada, tras la dimisión del coordinador general de Vox en la zona, Raúl Serna, se han sucedido una serie de dimisiones que alcanzan ya los cincuenta cargos. Todo por diferencias con la presidencia provincial Ana Vega. Eso puede conllevar que la formación no sea capaz de presentar candidaturas en mayo por falta de alternativas. Ya pasó algo parecido en la anterior convocatoria: frente a las autonómicas adelantadas, Vox dejó por el camino más de 16.000 votos por no tener equipos en distintas localidades.
Serna ha atribuido su renuncia y baja de militancia a la falta de confianza por parte de la dirección autonómica. Asimismo, varios audios del excoordinador en los que critica la labor de la presidenta Vega, se han filtrado. En ellos, denuncia la falta de atención al territorio, todo cuando se trata del "calador mayor de votos de toda la provincia. Pueden salir diez o trece alcaldes perfectamente", apunta Serna. La orfandad que deje Vox en el territorio puede perjudicar a la formación de cara a las generales si Olona da el paso. Sobre todo, al haber nacido en Alicante y por cercanía social. En este caso, todo el potencial político puede ser aprovechado para tejer una estructura.
La ventaja electoral de Madrid
Olona tendría la opción de presentarse por la Comunidad Valenciana y arañar uno de los tres escaños de Vox, pero estaría en desventaja en comparación con la Comunidad de Madrid. Por un aspecto: se trata de una circunscripción única donde se reparten 37 escaños al Congreso. Los politólogos consultados por este medio creen que sería la apuesta más segura para ella, asemejando esta acción con la candidatura de Íñigo Errejón y Más País tras su salida de Podemos. Solo necesitaría un 5% del voto, unos 170.000-210.000 votos. Con uno o dos escaños madrileños, uno por Alicante y otro de Murcia, Olona tendría voz en el Congreso, pese a no poder crear un grupo parlamentario propio.
A los apoyos políticos de Olona, se unen otros ideológicos -también económicos-. Es el caso de la plataforma provida y ultraconservadora y ultracatólica Hazte Oír. Tras el cierre de puertas protagonizado por Vox a la excandidata de Andalucía, la organización le mostró su respaldo: "Macarena, no dejes de ser el azote de la izquierda". Este recae, entre otros, por la pérdida de confianza de su presidente Ignacio Arsuaga, después de apoyar los anteriores presupuestos de la Comunidad de Madrid sin ser más exigentes con las cuestiones de género y LGTBI.
Vox considera que Olona concurrirá a las generales hagan lo que hagan sus candidaturas. No obstante, la capacidad inicial de Olona no irá más allá de los territorios mencionados. País Vasco y Navarra son territorios hostiles para Vox, en Cataluña el partido es sólido por su discurso anti secesionista y el PP solo empieza a recuperarse hacia su izquierda. En Asturias, Cantabria, La Rioja y Aragón el grupo cuenta con estabilidad, también en Castilla-La Mancha, donde aspiran a cogobernar, como en Castilla y León. En Extremadura, pueden ser decisivos para un vuelco, según la última encuesta de GAD3. Esos logros territoriales pueden fortalecer al partido en las zonas. Andalucía, por otro lado, representa el fracaso más reciente y directo de Olona, pese a denunciar que no participó en la confección de la estrategia.
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