El catalán ha vuelto al centro de la batalla política en Cataluña y el Govern de Pere Aragonès ha decidido tomar las riendas de esa batalla. De ahí la escenificación, este martes, de un Consell Executiu extraordinario centrado en la promoción de la lengua en el que todos los departamentos han presentado sus propuestas para promover el uso del catalán. Un plan sin dotación presupuestaria -cada departamento deberá dedicar recursos propios a la promoción del catalán en su ámbito- pero que incluye aumentar el presupuesto de la Secretaría de Política Lingüística de 23 a 30 millones de euros el próximo año.
Desde la reforma del Código de consumo para que todos los comercios tengan la obligación de atender en catalán hasta exámenes de conducir en esta lengua, pasando por la introducción de la lengua como requisito para trabajar en cualquier ámbito de los servicios sociales -desde residencias a actividades para jóvenes-. Sin olvidar cursos para los sanitarios o la introducción de una asignatura en los máster de profesores de secundaria para dotarlos de "herramientas para mantener el catalán" en las aulas.
Los últimos datos sobre el uso de la lengua han despertado una creciente alarma en el nacionalismo. Primero fue el estudio sobre el uso del catalán en las aulas; después la alerta del informe de Òmnium sobre la pérdida de medio millón de hablantes; y este mes un sondeo del Ayuntamiento de Barcelona, según el cual el 50% de los jóvenes no utilizan el catalán en ningún ámbito.
El catalán en la ONU
En este contexto, el Govern ha anunciado la implementación de 100 medidas en todos los departamentos de la Generalitat para fomentar el uso del catalán. El objetivo, ha asegurado Aragonès, es "no tener que justificarnos para hablar nuestra lengua". El president ha incluido en ese empeño la intervención que hará este jueves ante el Comité de Naciones Unidas sobre las minorías, en el que participará para explicar la situación del catalán.
"Trataremos la situación del catalán no como una lengua minoritaria sino como una lengua minorizada por un Estado que aun hoy dificulta su normalización" ha denunciado.
Aragonès ha destacado además los encuentros mantenidos esta semana por la consejera de Exteriores, Meritxell Serret, con una diputada de la Comisión de peticiones del Parlamento Europeo para frenar la visita a Cataluña para analizar la situación del español en las aulas, como han solicitado PP y Cs.
100 medidas
El presidente catalán ha destacado cinco medidas del programa: en primer lugar, un plan impulso del catalán en el ámbito sanitario, porque "todo el mundo tiene derecho a ser atendido en catalán". Se traducirá en la introducción de un "referente lingüístico" en todos los centros de salud, como ya ha hecho el Hospital Clínic en una experiencia piloto, además de cursos para todos los profesionales de Instituto Catalán de la Salud (ICS).
En Educación se introducirá una asignatura en el máster de secundaria -el curso obligatorio para dar clase en la ESO- sobre inmersión y multilingüísmo "para que todos docentes tengan herramientas para mantener el catalán en todas las situaciones en las aulas" ha explicado la consejera Garriga.
El catalán será también un requisito en los procesos de selección de personal en los servicios de atención a mayores -residencias, centros de día o servicios a domicilio- con "medidas de apoyo y formación previa" a los trabajadores que no tengan conocimientos de catalán.
Catalán en las pantallas y el carné de conducir
Aragonès ha destacado además el esfuerzo en el ámbito audiovisual, "consolidando el giro normativo" pactado en los Presupuestos de 2022. Garriga ha destacado en este sentido la financiación de 5 películas y 5 series de gran formato en catalán en el último año, y el aumento de contenidos disponibles en las plataformas. En el último año se han introducido 700 títulos doblados al catalán y otros 2000 con subtítulos en esta lengua.
Respecto a las autoescuelas, el Govern se propone facilitar cursos y materiales a los centros para que den sus clases en catalán, y aumentar así también el número de exámenes en catalán. Como los exámenes dependen del Estado, es el examinado quien tiene que solicitar en catalán, situación que el Govern quiere revertir también.
Polémicas en redes
Otro de los objetivos del Govern es el comercio, aunque ni Aragonès ni Garriga lo han destacado. En los últimos meses, sin embargo, se han reiniciado en redes las campañas contra comercios y restaurantes en los que algún empleado declara no poder atender en catalán. Unas campañas que se hicieron virales en el periodo post-procés.
En este contexto, el Govern promoverá una actualización del Código de Consumo para que sea obligatorio tanto ofrecer toda la documentación "de forma inmediata" en catalán, como en la atención oral a los clientes. Para facilitarlo, Garriga ha anunciado que se ofrecerá a las empresas conmutar las multas lingüísticas por cursos de catalán y concienciación lingüística para sus empleados.
Garriga ha detallado que el ejecutivo catalán ha impuesto este año 33 multas lingüísticas, y suma más de un centenar desde la entrada en vigor de esta normativa. El 60% del millar de denuncias registradas se han archivado, ha asegurado la consejera de Cultura.
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