Si algo está caracterizando el discurso de Macarena Olona (Alicante, 1979) desde su regreso a la escena pública es la ambigüedad de sus palabras y el delicado uso de los dobles sentidos. En conversaciones con El Independiente, la exdiputada de Vox afirma que puede iniciar un nuevo camino político de manera particular, pero rechaza dar un paso "irresponsable" para no "fragmentar el tablero político" y no impedir que quede "garantizado el Gobierno de España". Puede entenderse entre el PP y Vox, pero añade un "a derecha e izquierda". Pese a todo, deja la puerta abierta para concurrir electoralmente en el futuro y solo si lo piden los españoles: "Estoy a disposición de ellos para dar un paso al frente si fuera necesario". Aunque no lo circunscribe únicamente a ello, considera un buen termómetro las elecciones locales y autonómicas de may0.
Por ahora, Olona dice estar centrada en sus responsabilidades como presidenta de la Fundación Igualdad Iberoamericana, que combate la "ideología de género" y que presentó hace un mes en la Casa América de Madrid. En ese plazo, ha dejado varios titulares, entre los que destacan que ya no comparte el proyecto político de Vox o que se arrepiente de haber aceptado ser candidata paracaidista en Andalucía. Ha anunciado que en retomará su actividad como abogada del Estado tras la excedencia solicitada y la compaginará con su proyecto y la Iniciativa Popular Legislativa (IPL) que presentará en el Congreso de los Diputados para derogar "las leyes de género" existentes. Entre ellas, la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual o la ley contra la Violencia de Género.
Pregunta-. Ha anunciado que vuelve a la Abogacía del Estado en enero. ¿Será así?
Respuesta-. Sí, es mi profesión. No soy de los políticos que necesitan montar un chiringuito fuera de la política para buscarse la vida y depender de las subvenciones públicas. Puedo compatibilizarla con la batalla cultural que estoy dando y no voy a facilitar una escusa a Vox por mi situación dependiendo cuales sean los resultados [de mayo].
P.- ¿En qué estado se encuentra la recogida de firmas necesarias para que su IPL pueda ser defendida en las Cortes y qué plazos prevé?
R.- Aún no ha comenzado, vamos etapa por etapa. Hay un plazo de nueve meses máximo para poder recabar el medio millón de firmas necesario. Lo más importante son dos cosas: el estudio jurídico y una estructura territorial lo más amplia posible para poder comenzar la recogida. En cuanto a los plazos, dependerá de las elecciones generales. Hay voces que apuntan a que podría haber una concurrencia conjunta con municipales y autonómicas. Pero si se mantiene la fecha, se podría llegar a tiempo.
P-. El equilibrio de fuerzas parlamentarias, con todo, limita las posibilidades de la IPL y complica su aprobación si llega al hemiciclo.
R-. El objetivo de esta iniciativa es decir que no estamos de acuerdo con esas políticas, llevar un 'no' directo de la calle y provocar el debate sin ningún tipo de corsé político. Sin excusas. Es algo que he visto a lo largo de estos tres años. Cuando yo estaba en Vox se hacía igualmente: se rechazaban iniciativas buenas porque venían con otro sello político. Desconozco si se aprobará o no, dependerá de cada formación y se tendrá en cuenta en las urnas. Pero es una forma de levantar la voz junto a miles de españoles para denunciar la falta de sentido común que se ha instalado en la legislación española, que criminaliza a la mitad de la población por el mero hecho de ser varones. Se han creado tribunales de excepción y lo más grave es que se ha dejado de lado a las mujeres víctimas de violencia doméstica. No se ha reducido el promedio anual de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, mientras se excluyen otros tipos de violencia como la que se ejerce en el ámbito de las parejas homosexuales.
P-. Hay quien sugiere que esta IPL es un pretexto para medir apoyos en la calle y, posteriormente, captar la atención desde la tribuna de las Cortes en la defensa de la misma después de mayo.
R-. Lamento las filtraciones que están haciéndose desde mi antiguo partido. Pediría un poco de coherencia. Si se ha dicho "este es el final del camino" espero que miren de una vez por todas por los españoles y dejen de mirar a quien intenta aportar en estas circunstancias.
P.- ¿Lo desmiente?
R.- Totalmente.
P.- No negará que está creando ciertas expectativas con su notable presencia en actos y medios de comunicación. ¿Teme decepcionar a los que esperan que vuelva a la política?
R.- Cuando a mí se me ha dicho [desde Vox] "este es el final del camino", no he permitido que nadie marque mis pasos más que mis principios y la voluntad de servir a los españoles. No se puede generar frustración cuando estás siendo tan clara, y creo que lo he sido. Dije que el tiempo me daría la razón, y lo está haciendo: respecto de Vox, como de mis pasos. Generaría frustración si mintiese o estuviera dando unas expectativas que no son coherentes con los pasos que estoy dando. Voy a estar al lado de los españoles y a su disposición. Tanto como abogada del Estado como en la batalla cultural que estoy dando.
P-. Estar "a disposición de los españoles" puede pasar también por entrar en otro partido político. ¿Ha recibido ofertas del Partido Popular o de Isabel Díaz Ayuso para integrar sus listas?
R-. No. De ningún partido existente. La oferta más seria que he podido recibir para dar un paso al frente, en cuanto a la financiación y la estructura, es como independiente para las próximas elecciones autonómicas de la Comunidad Valenciana. Con los datos de encuestas y proyecciones de escaños que me han ido ofreciendo, sé que el resultado no sería malo. Pero creo, y me reafirmo, en que no es el momento de fragmentar el tablero. Me parece una incoherencia, además, concurrir por otro lugar cuando no he podido cumplir mi compromiso adoptado con Andalucía. Valemos lo que vale nuestra palabra, y de lo que están hartos los españoles es de políticos que les toman el pelo. No estoy en ese partido [de la política], estoy en el partido de la calle.
Me han ofrecido encabezar una candidatura independiente en la Comunidad Valenciana, pero es una incoherencia cuando no he cumplido el compromiso con Andalucía"
P.- En esa dinámica [de tanteo de otros partidos entre los que destacan Vox y Cs] parece que sí se enmarca a la diputada por Barcelona por el PP Cayetana Álvarez de Toledo. Comparten un perfil político parecido, ¿cómo es su relación con ella?
R-. Desconozco sus planes. No tenemos una relación personal. Eso no quita que sea una mujer que como política he admirado y admiro. Desde que estaba en el Congreso como en la actualidad. Sigo diciendo que la pérdida de su voz en las Cortes es terrible para los españoles de muy distinta ideología.
P-. Una de esas normas de género que quiere combatir es la coloquialmente denominada del 'solo sí es sí', que es una de la promesa electorales estrella de Unidas Podemos. ¿No aprecia nada positivo en ella?
R-. Lo que estamos viendo es un fiel ejemplo de cómo el sectarismo ideológico se antepone a la seriedad, al rigor técnico legislativo. Las cifras son contundentes, más allá de discusiones jurídicas y de interpretaciones. La realidad a fecha de hoy, cuando estamos haciendo esta entrevista, 42 delincuentes sexuales se han visto beneficiados de una norma porque nuestros legisladores no fueron capaces de introducir una disposición transitoria que previera estas situación de excarcelaciones, de hasta catorce violadores, y reducciones sustanciales de condena. Aunque es algo que ni si quiera se ha planteado, ya no se podrían revertir estas modificaciones que se han aplicado por la norma.
P-. La ley ha generado polémica en el Congreso.
R-. Lo que hemos visto en el hemiciclo cuando se ha abordado el debate es cómo los intereses partidistas se han antepuesto a las necesidades de los españoles. Porque cuando teníamos que estar hablando de las verdaderas víctimas de la legislación, que son las de abusos y agresiones sexuales, hemos presenciado un debate parlamentario en el que los insultos han sustituido a un debate con rigor. Eso ha permitido que la ministra de Igualdad, que por momentos se ha encontrado en una situación política muy comprometida haya salido del Congreso como una auténtica mártir y a hombros.
P.- Pero usted protagonizó discursos muy duros en las Cortes.
R.- Fui consciente del clima de crispación extraordinario que existe en el Congreso en el Parlamento andaluz, y no me esculpo del mismo. Pude comprobar el distinto clima y ambiente entre grupos de diferente corte ideológico. En ese momento es cuando fui verdaderamente consciente del tono que había atesorado durante estos tres años. Ojalá hubiera podido hacer una oposición mucho menos dura. Pero tengo que decir que he llevado bajo la piel el dolor de los españoles. Los he defendido tras múltiples reuniones con diversos colectivos. ¿Quién es el responsable? No creo que podamos atribuirlo de manera exclusiva, solo puedo decirle que cuando he sufrido la violencia de tener a una diputada de ERC, me es indiferente al partido que pertenezca, a medio metro de distancia gritándome fascista y escupiéndome, creo que ahí el papel de la presidenta tendría que haber sido el de adoptar medidas. Si no impedir, haber adoptado medidas a posteriori. Porque si no, el mensaje que se traslada es el que todo está permitido. O al menos según a quién vayan dirigidos los insultos. Siempre son inaceptables.
P-. ¿Es una desautorización a Vox decir que ha convertido a la ministra Irene Montero en un mártir?
R-. Es que hierran y se confunden quienes en esta situación intentan interpretar mis pasos bajo el prisma o las gafas a favor o en contra de Vox. Han quedado atrás, y yo ahora camino con total libertad sobre mis tacones. Experimentando la absoluta libertad de no tener ataduras políticas. [Olona lo ejemplifica con las críticas recibidas en Twitter por alabar un anuncio de la marca de whisky escocés JB que aborda la identidad sexual y las relaciones familiares]: cuando lo he compartido [ríe] creo que he quedado bastante comedida por la reacción. No me representan ese tipo de comentarios [homófobos], ni cuando estaba en Vox, ni ahora.
P-. ¿En algún momento Abascal, Espinosa de los Monteros u otro dirigente de Vox le ha pedido que pare su actividad pública por la posibilidad de hacer daño al partido?
Hierra y se confunde quien intenta interpretar mis pasos bajo el prisma o las gafas a favor o en contra de Vox"
R-. No sé muy bien qué significa "parar para no hacer daño al partido". No he vuelto a hablar con Santiago desde mi reunión con él a finales de julio cuando de la mano emitimos el comunicado sobre mi salida del partido. Sí hablo con muchos miembros de Vox que ocupan distintas responsabilidades. Y a todos les digo lo mismo: la discreción es lo mejor en estos momentos.
P-. Son conocidas sus desavenencias con Javier Ortega Smith, que se unen a otras ya denunciadas por cargos provinciales. Ello ha precipitado su baja como secretario general y el relevo de sus subalternos. ¿Qué cambios puede aportar Ignacio Garriga?
R-. Nunca he tenido ninguna desavenencia con él. Cualquier desavenencia que él sí haya tenido conmigo, me hubiera gustado que hubiese ido de frente. Sobre cuestiones internas de Vox, como cualquier otro partido, mi máximo respeto y ojalá sea para bien de los españoles los cambios que se han implementado. Lo que yo he hecho es trabajar 24/7 por un proyecto que no es Vox, sino España. He dado lo mejor de mí misma a todos los españoles, ni siquiera exclusivamente a los votantes de Vox. Especialmente me refiero a los 36 recursos ante el Tribunal Constitucional, que para mí ha sido un honor se la responsable de su interposición.
P-. ¿Pero cree que el perfil Garriga puede ayudar a cambiar la falta de democracia interna denunciada por exaltos cargos y de la que usted se ha hecho eco desde su salida de Vox?
R-. Es que cualquier respuesta que te pueda dar va a generar polémica. Lo único que puedo decir es que Ignacio y yo hemos sido compañeros durante tres años, del que al igual que el resto de los diputados de Vox solo puedo hablar con un inmenso cariño.
P-. Entiendo, entonces, que tampoco quiere hablar sobre la transparencia interna de Vox. ¿Considera al menos que ésta es importante dentro de los partidos?
R-. Insisto. Cualquier respuesta que pueda dar va a crear polémica y mi función en este momento no es mirar atrás. La transparencia es fundamental, está en la ley de partidos políticos. La Constitución dice que los partidos y su funcionamiento interno será democrático.
P.- ¿Y eso se cumple en Vox?
R.- Lo desconozco, porque todo lo que tiene que ver con cuestiones internas y organizativas de Vox ha sido algo que me ha sido por completo ajeno. Yo he estado centrada durante estos años en la actividad en el Congreso y en los recursos al TC. Y cuando he tenido un mayor conocimiento ha sido cuando he salido del partido y es una cuestión que desde luego no tiene nada que ver conmigo.
P.- Entiendo que no quiere dar nombres. Pero, si Mario Conde no le ha ofrecido financiar su fundación o un proyecto político, ¿de qué sectores económicos nacionales o extranjeros procede ese respaldo con el que dice contar?
R-. Procede de sectores económicos que como a mí les preocupa mucho España. Lo que si he dicho claramente es que el día en el que yo acepte financiación para recorrer un camino distinto al que estoy recorriendo en este momento, que es el de la batalla ideológica, será el día que yo pueda comparecer ante los españoles diciéndoles cuáles son las facturas que se me van a pasar al cobro para ejercer eso que tanto critico, que es la transparencia. A mí no se me va a poder imputar financiación de Venezuela, de Irán o que tenga un origen que no sea limpio o trasparente. [Ríe y titubea ante la repregunta de si las propuestas de financiación proceden de empresarios del Ibex]: De verdad que no... No es el momento de hay que hablar de ello. Mi camino no es el político, es el ideológico. Y hasta la fecha todos los gastos de mi actividad los he asumido con mi patrimonio y mis ahorro. Ni Ibex ni no Ibex.
P-. ¿Con qué apoyos políticos cuenta? Se ha dejado ver con excargos de Vox, caso del excandidato de Vox en Galicia, Ricardo Morado, y el parlamentario de la Asamblea de Murcia, ahora no adscrito, Juan José Liarte. El primero le acompañó en la presentación de su fundación y el segundo durante el Camino de Santiago.
R-. No es el momento. Son dos personas con los que he compartido proyecto y que ahora son amigos. Las reconozco como dos personas extraordinarias que han sufrido muy injustos ataques.
P-. ¿Por qué Panamá como sede central y el ámbito latinoamericano para actuar? Hay quien considera que quiere competir con la Fundación Disenso [afín a Vox] como laboratorio de ideas.
R-. Panamá es el epicentro geográfico y geopolítico en toda América actualmente. Especialmente después de las últimas elecciones que se han producido en Brasil o en Colombia. Y la razón de acudir a Iberoamérica es que ahí es donde se encuentran la sede de dos de las principales organizaciones internacionales que promueven esta ideología de género. Son el Grupo de Puebla y el Foro de Sao Paulo. También la conexión aérea con Iberoamérica. No tiene nada que ver con Disenso. He aceptado una propuesta de proyecto para ser una voz única de toda la hispanidad contra la ideología de género que está cogiendo forma.
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