Las elecciones al ayuntamiento de Barcelona son objetivo prioritario de Génova y no porque tengan ninguna posibilidad de conseguir el bastón de mando de la capital catalana ni, siquiera, ser determinantes en un juego de alianzas postelectorales del que están excluidos, sino porque servirá para medir el grado de recuperación electoral en un territorio donde son una fuerza residual.
De los dos exiguos concejales que obtuvieron en las municipales de 2019 con el controvertido empresario Josep Bou, estiman que este 28 de mayo podrán conseguir hasta seis concejales, según los datos demoscópicos que manejan. "Ese sería un buen resultado y nos vamos a volcar con Daniel Sirera", señalan fuentes populares a El Independiente en alusión a su candidato al ayuntamiento de Cataluña.
Cuentan en el PP con la debacle de Ciudadanos en el territorio que vio nacer a la formación que hoy preside Inés Arrimadas -en el que ella misma hizo la proeza de ganar las elecciones autonómicas de 2017 en un triunfo que malbarató- y con cierto estancamiento de Vox, a pesar de asumir que el debate sobre la derogación de la sedición "le va muy bien al partido de Santiago Abascal". Convertirse en la tercera fuerza del bloque de centro-derecha en el Parlament constituyó en su momento todo un golpe para los populares, que esperan ahora poder escalar posiciones.
CIS catalán, benevolente con el PP
Ya el último "CIS catalán" ha sido benevolente con el PP al confirmar cierta tendencia al alza, muy por encima de los exiguos tres escaños que consiguieron el 14 de febrero de 2021. La encuesta habla de una horquilla de entre 11 y 16 escaños autonómicos, aunque de momento y contra todo pronóstico, dada la inestabilidad política en Cataluña, nada permite aventurar que haya elecciones regionales antes de 2025.
Así, aunque sea al menos por incomparecencia del contrario o "porque el resultado en 2019 fue tan malo que no podemos caer más bajo" , Génova es optimista respecto a la posibilidad de recuperar terreno electoral en las municipales catalanas de este 28-M a pesar de la presencia de nuevas fórmulas como Valents . Recuerdan de Sirera que se conoce la política municipal, pues ya pasó por el ayuntamiento de Barcelona, "se mueve bien con la gente del partido tanto aquí como allí y es muy transversal", en definitiva "es la persona idónea".
Pero del mismo modo que subrayan que llevaban tiempo trabajando con el nombre de este ex presidente del PP catalán, cuya candidatura quedó cerrada antes de las vacaciones de Navidad, admiten que no siendo cabeza de lista por descarte o negativa de otros posibles candidatos "tampoco se ha encontrado nada mejor".
Alberto Núñez Feijóo es consciente de que para poder aspirar al gobierno de la nación uno de sus hándicaps es el agujero negro de los populares catalanes y el que puede lastrar un futuro triunfo electoral. La misma fuerza que llegó a sentar 15 diputados en la Cámara Baja en el año 2000 y hasta 19 en las autonómicas del 2012 en época de Alicia Sánchez Camacho pasa por uno de sus peores momentos. Por eso la estrategia de la dirección popular comenzó a fijarse en Cataluña desde el desembarco al liderazgo del PP de Núñez Feijóo. De hecho, aunque no de derecho, "él va a ser el candidato allí, él y la marca PP, que ahora tira para arriba".
Ir con las siglas del PP
Precisamente, se impone en la dirección nacional popular la tesis de presentarse en todos los territorios con su propia marca electoral. Ya lo advirtieron en Navarra, donde después de años de concurrir a las urnas bajo las siglas de UPN antes, y luego las de Navarra Suma, se plantaron ante Javier Esparza exigiendo que las siglas y la gaviota fueran visibles en la papeleta electoral. Finalmente, ese matrimonio de conveniencia ha saltado por los aires y Feijóo negocia ahora con los diputados Carlos García Adanero y Carlos Sayas la posibilidad de una integración de los mismos en el PP o una coalición electoral.
Esta estrategia es también de aplicación en Cataluña. Si bien creen que "cuanta más gente se pueda atraer, mejor" y hasta se llegó a hablar de una amplia plataform, los populares quieren poner el acento en su marca, la que representa Núñez Feijóo y olvidar otras denominaciones.
Asimismo, independientemente de que conforme a los estatutos le corresponda al Comité Electoral nacional -que se reúne este jueves- decidir los cabeza de lista de las capitales de provincia, Génova ha orillado completamente a la dirección del PP en Cataluña, encabezada por un parlamentario brillante, Alejandro Fernández, en su momento próximo a Pablo Casado con quien tampoco acabó en buenos términos.
"No se cuenta con el equipo de allí. Está la nacional viendo nombres, listas, candidaturas porque se juega mucho, porque las elecciones municipales y autonómicas son una antesala de las generales y se tienen que ganar" afirman las mismas fuentes consultadas. En Cataluña, además, "es indispensable sacar un resultado digno porque con el candidato municipal anterior fue pésimo" en alusión a Bou con el que no tardaron en estallar las hostilidades al poco tiempo de resultar elegido concejal.
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