"Es muy importante reivindicar lo que estamos haciendo aquí, los gobiernos de la gente que representamos todos y cada uno de los que tenemos el honor de ostentar responsabilidades, desde una concejalía, una Presidencia del Gobierno o una alcaldía". Podía ser una aseveración perdida dentro de su discurso en el mitin de este sábado en Sevilla, el que daba comienzo oficial a la larga precampaña de un año enteramente electoral y en una ciudad fetiche. Pero Pedro Sánchez estaba verbalizando ante sus bases una encomienda clave para el partido y que hace extensiva no solo a sus dirigentes, afiliados y simpatizantes, sino también a sus ministros, incluso a los que no tienen carné del PSOE. Ferraz es muy consciente de que solo poniendo toda la carne en el asador, echando carbón a la caldera, movilizando al máximo a sus cuadros y a su electorado, podrá superar la doble prueba de 2023. El encargo del presidente es nítido: partido y Gobierno han de implicarse como nunca en la defensa del proyecto socialista, poniendo el acento en la gestión y evitando el "ruido", las interferencias por las decisiones más controvertidas, como las ligadas al "impulso de la convivencia" en Cataluña, con la derogación de la sedición y la rebaja de la malversación en el centro de la diana.
Encargo explícito de movilización que Sánchez trasladó a los miembros de la ejecutiva federal y a todos sus ministros en la reunión especial, híbrida y extraordinaria, del pasado viernes en el cuartel general del partido. La explicación de las medidas desplegadas por el Ejecutivo en toda España y en cada territorio como tabla de salvación del 28-M primero y, después, de las generales.
Pidió que los ministros también sean prescriptores, más proactivos, que salgan con orgullo, que expliquen lo realizado y lo que queda por realizar", resume una dirigente
"Pedro nos pidió actitud y defensa de las políticas que hacemos. Se dirigió al partido y al Gobierno. Que los ministros también sean prescriptores, que sean más proactivos, que salgan con orgullo, que expliquen lo realizado y lo que queda por realizar", sintetiza una integrante de la dirección.
Un llamamiento que ahora adquiere más fuerza por cuanto la Moncloa y Ferraz despliegan la estrategia de esta última parte de la legislatura. Menos reformas —y, sobre todo, menos conflictivas y polémicas— y más campaña. El Gobierno pisa el freno parlamentario después de haber aprobado 192 iniciativas legislativas en estos últimos tres años y se centra en el desarrollo, explicación y venta de esas leyes. En la carpeta de normas pendientes, de gran calado, apenas quedan dos, la ley de vivienda y el fin de la ley mordaza.
En la reunión del viernes, el secretario de Acción Electoral de la ejecutiva (y del comité de campaña del 28-M), Javier Izquierdo, y el director de Gabinete del presidente en la Moncloa, Óscar López, presentaron a los miembros de la cúpula y a los ministros —acudieron 16 de los 17, todos menos la vicepresidenta Teresa Ribera, de viaje oficial en Abu Dabi— los resultados de los últimos estudios cualitativos encargados por Ferraz y las grandes líneas de la estrategia a seguir a partir de ahora. La conclusión de los primeros es que la marca "aguanta, es como una roca" y que son los jóvenes los que más valoran la imagen de Sánchez. La lectura de los cualitativos es, apunta un ministro, "optimista".
Unidad conjugando la "singularidad"
La línea de los primeros compases de precampaña será la de explicación. La pedagogía. Y acción concertada, mensaje único. Un objetivo que todos compartieron. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, incidió por ejemplo en la necesidad de guardar una coherencia en toda España en la política fiscal, apreciación que algunos de los presentes interpretaron como una crítica implícita al barón madrileño, Juan Lobato, que la semana pasada volvió a defender su propuesta de bajada del IRPF para rentas de menos de 100.000 euros y dejar exentos del pago de los impuestos de patrimonio, sucesiones y donaciones a aquellas rentas que sean "productivas". La titular de Hacienda y vicesecretaria general del partido, María Jesús Montero, defendió a su vez que cerca de las urnas había que entender las "particularidades" de cada territorio, según la reconstrucción de varios asistentes a la cita en la sede federal. Y es que los barones tendrán autonomía para organizar sus campañas.
Iceta recuerda que salvo contadas excepciones, "aporta tanto o más la marca" y si esta "se erosiona, perjudica a todos y cada uno de los candidatos"
"En definitiva, tenemos que trabajar todos alineados, permitiendo que haya singularidades, pero con una sintonía que suene común, sin disonancias como lo de Lobato o las críticas de Emiliano [García-Page, presidente de Castilla-La Mancha]", concluye un mando de la cúpula. La idea la resumió el titular de Cultura y Deporte, Miquel Iceta: "Somos los que somos por las siglas". Es decir, siguió el exlíder del PSC, que "salvo contadísimas excepciones, aporta tanto o más la marca que el candidato. Y no solo eso: si se erosiona la marca, eso perjudica a todos y cada uno de los candidatos". "O sea, alejarse de la acción del Gobierno no suma. Nos da votos y lo ves en la calle", comparte otra compañera del Gabinete.
Dirigentes y ministros afirmaban a este diario haber salido con las pilas cargadas, "animados", convencidos de que "hay pelea" y nada está dicho el 28-M, porque la tendencia seguida por Alberto Núñez Feijóo "no es buena" —el partido abona la teoría, no en vano, de que quizá no llegue vivo a las generales si se estrella en mayo, en cuyo caso podría ser relevado por Isabel Díaz Ayuso o Juanma Moreno— y la economía marcha "bien", mejor de lo previsto. "Pero debemos sobreponernos al ruido", se concluyó. Ruido que sale en muchas ocasiones del propio Gabinete de coalición y que también expande, a juicio de los socialistas, la derecha, que coloniza buena parte de su estrategia en la crítica a la reforma del Código Penal, como este mismo sábado hizo Feijóo desde Zaragoza.
Sánchez señaló en Sevilla a los suyos cómo tienen que intentar centrar el debate, evitar que el 28-M se convierta en un plebiscito contra él, como pretende el jefe de los populares. Los españoles, dijo, tienen que cuestionarse en mayo y en diciembre qué país quieren. "¿Un país en el que se suba el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o en el que se congele, como pasó en el pasado? ¿Un país donde se revaloricen las pensiones conforme al IPC o que suban un 0,25%, como ocurrió en el pasado? ¿Un país donde prime la convivencia o prime la confrontación territorial, como ocurrió en el pasado?". El PSOE, dijo, es la mejor opción, y "lo demás" es "ruido y marear la perdiz". "El 28 de mayo habrá dos alternativas: la de los socialistas, centrados en dignificar las condiciones laborales, los salarios y las pensiones, y la otra, la de una minoría de poderosos que solamente defienden sus intereses y solo ofrecen a la mayoría social de este país el sálvese quien pueda", enfatizó.
Los efectos de la reforma penal
El claim de la campaña ya lo adelantó el propio presidente en su comparecencia de balance de año: "Avanzar y proteger". Esto es, España "avanza" con el Gobierno de coalición progresista y su mayoría social está "protegida" por las medidas del Ejecutivo.
Salimos de Ferraz con la tarea de seguir gestionando nuestros departamentos, pero también explicar medidas que no todo el mundo ve o que no todos nos atribuyen", conviene una ministra
"Si en algo estamos todos de acuerdo —conviene una ministra, en conversación con El Independiente—, es que debemos reforzar la comunicación. Contar lo que hacemos y contarlo mejor. Salimos de Ferraz con la tarea de seguir gestionando nuestros departamentos, pero también explicar medidas que no todo el mundo ve o que no todos nos atribuyen, como la gratuidad del transporte público o el despliegue de los fondos europeos, que se quieren apropiar las comunidades. No sé si todos debemos ser portavoces, pero desde luego sí todos debemos hacer un esfuerzo por trasladar lo que hacemos. Hacemos bien las medidas, pero mal contamos el impacto que tienen en la vida de la gente". "Compartimos análisis y estrategia y explicar la gestión del Gobierno es fundamental —abunda otra colega del Consejo de Ministros—. Estamos unidos, motivados y a tope".
En la reunión del viernes, no hubo referencias a las consecuencias de la reforma penal, a si puede producirse un goteo de revisiones de condenas a políticos corruptos, como ha ocurrido con la ley del solo sí es sí. Es el elefante en la habitación para el PSOE, pero de momento en la dirección sienten que no se ha producido el golpe más insoportable, pese a que el plan diseñado inicialmente no ha prosperado, ya que el Supremo no cree que los comportamientos del procés, desaparecida la sedición, encajen en el nuevo delito de desórdenes públicos agravados, y que quepa aplicar los atenuantes en la malversación. La Moncloa cree que ya ha cumplido con ERC y ha hecho su parte en el compromiso de desjudicializar la política. No prevé una nueva inflamación en las calles, aunque una primera prueba se verá el jueves en Barcelona, con ocasión de la cumbre hispanofrancesa ante la que se ha convocado una protesta independentista que secundan los republicanos (no, incongruentemente, el Govern). Y sigue confiando en que no habrá beneficios para los políticos acusados o condenados por corrupción, pero si llegan la bofetada será severísima, ya en zona de riesgo, muy cerca de las urnas.
Sánchez arranca la precampaña oficial en Sevilla, en un mitin con 1.300 personas. Conservar la capital andaluza, en manos de Antonio Muñoz, es fundamental para los socialistas
Por lo pronto, Sánchez arrancó oficialmente la precampaña en Sevilla del lado de su alcalde, Antonio Muñoz, en un mitin en el que la organización congregó, según sus cifras, a unas 1.300 personas. La capital andaluza es la principal ciudad en manos de los socialistas, y cuya conservación es clave para el partido. Las encuestas están apretadas con el PP, aunque Muñoz, que relevó hace un año a Juan Espadas, mantiene una buena valoración y esta semana logró cerrar un acuerdo con Ciudadanos para sacar adelante el presupuesto municipal. El presidente pidió a los ciudadanos que tengan en cuenta qué país o ciudad desean, al margen de lo que hayan votado antes. Una forma de decir que el voto autonómico de 2021, elecciones en las que el PP de Juanma Moreno arrasó, no debe influir el 28-M, porque la pregunta es distinta.
Pero lo ocurrido en Castilla y León sirvió un nuevo argumento de campaña a los socialistas. El nuevo protocolo para embarazadas pactado por PP y su socio en la Junta, Vox, por el que se insta a los sanitarios a que ofrezcan a esas mujeres, incluidas las que quieran abortar, la posibilidad de acceder a una ecografía 4D, escuchar el latido del corazón del feto o recibir asistencia psicológica.
El protocolo para embarazadas en Castilla y León da munición al PSOE frente a la "coalición del miedo entre el PP y Vox"
La medida está nutriendo de munición al PSOE. Frente a la "coalición del miedo entre el PP y Vox", los gobiernos socialistas, dijo el presidente, con los que "habrá avances" en beneficio de las mujeres y "ni un solo retroceso", porque no habrá ninguna regresión en el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. La derecha, aseguró, "decide qué camino tomar", y es "el que le marca la ultraderecha". Desde el verano pasado, tras el batacazo en Andalucía, Ferraz centró el tiro en Feijóo, para procurar su desgaste. Ahora Castilla y León le ofrece de nuevo la opción de agitar el temor a la suma del PP con los de Santiago Abascal.
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