El malestar es evidente. El modelo de acogida a la inmigración enfrenta estos días al Gobierno vasco y al Ejecutivo central por la construcción de un 'macrocentro' con capacidad para 350 personas y una superficie de 13.000 metros cuadrados en una antigua residencia de Vitoria. El proyecto ha sido calificado hoy por el alcalde de la capital alavesa, Gorka Urtaran como un "repositorio de personas" que no contribuirá a integrar en la sociedad a quienes allí sean trasladados.

El proyecto de construcción de este centro que depende de la Administración del Estado ya está en marcha. La reforma, por un valor de 14,1 millones de euros, permitirá habilitar este inmueble, propiedad de la Tesorería General del Estado, y convertir Vitoria en uno de los centros de destino para la primera acogida de la inmigración que llegue al País Vasco. Las autoridades vascas, tanto el Gobierno vasco, como la Diputación de Alava y el alcalde de Vitoria, han rechazado el proyecto por considerar que aplica un modelo de atención a las personas refugiadas y solicitantes de asilo que no se corresponde con el que quiere promover Euskadi: "Nosotros vamos a modelos mucho más redimensionados, más individualizados, con un un proyecto más acercado a la comunidad y la realidad vasca", ha asegurado hoy Urtaran.

El primer edil ha descrito como "macrocentro" el proyecto que impulsa el Ejecutivo central y ha asegurado que de este modo no se favorece "el objetivo último de integrarles en la sociedad". Ha lamentado, en declaraciones a Radio Euskadi, que ni "en el fondo ni en la forma" comparte el modo de actuar del Estado para poner en marcha este proyecto. Recuerda que en julio recibió una comunicación de la Secretaría de Estado "y le trasladé estas consideraciones e incluso que Euskadi estaba a la espera de que se transfiriera la competencia de atención migratoria y hubo la callada por respuesta". La siguiente notificación recibida tan sólo informaba del inicio de los trabajos de rehabilitación del inmueble: "Esta es una decisión absolutamente unilateral", ha señalado.

Atención "individualizada"

Precisamente la competencia de migración es una de las que el Gobierno vasco confiaba en poder haber recibido antes de concluir el año pasado. Esta materia está en fase de negociación e incluida en el calendario de materias pactadas con el Gobierno, pese a que por el momento no se conoce cuándo se completará la cesión de la misma.

También ayer el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria se refirió a esta cuestión. Lamentó que se apueste por proyectos que difieren de modo notable con el modelo de acogida que se defiende Euskadi frente a estos centros de larga estancia en la acogida de inmigrantes y solicitantes de asilo y refugio. Recordó que el modelo por el que el Ejecutivo de Urkullu aboga se basa en una atención individualizada que facilite su integración.

Zupiria recordó que la transferencia de la competencia en inmigración fue abordada en la última visita del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, a finales del año pasado. La cuestión ha sido requerida desde entonces en varias ocasiones sin que por ahora esté cerrado ningún compromiso. Aspectos como la posibilidad de facilitar el acceso a contratos de trabajo por parte de los inmigrantes fueron algunos de los extremos que se negociaron y que siguen pendientes: "Este modelo que está planteando el Gobierno central de acogida de refugiados, donde podrían convivir seis meses o un año, no casa bien con el modelo de integración que estamos promoviendo desde las instituciones vascas".