No hay previsión de una crisis de gobierno inminente. Al menos, por el momento. Eso creen distintos dirigentes y ministros en el PSOE, que Pedro Sánchez optará por apurar algo más y sacar a Reyes Maroto y Carolina Darias del Ejecutivo más adelante. Hacia marzo, si se cumple el horizonte que él mismo se dio. El objetivo sería emular —no calcar— el precedente de Salvador Illa a primeros de 2021, cuando abandonó Sanidad apenas tres días antes de que arrancara la campaña de las autonómicas catalanas del 13 de febrero. En su caso, aguantar hasta el final, venciendo las presiones de sus rivales electorales, no le erosionó: el PSC se convirtió en primera fuerza, empatado en escaños (33) con ERC, aunque no pudo gobernar. La idea, pues, es que la titular de Industria, Comercio y Turismo y la de Sanidad compaginen su labor institucional con su faceta de candidatas a la alcaldía de Madrid y Las Palmas. Que sus respectivos ministerios, pues, les sirvan de trampolín para la carrera electoral del 28 de mayo.

Ahora bien, desde luego no se contempla, ni en la Moncloa ni en el partido, esperar hasta el ultimísimo minuto para cesar a las dos ministras. Es decir, ambas saldrán, previsiblemente, semanas antes del 12 de mayo, cuando oficialmente arranca la campaña de las municipales y autonómicas del 28-M. ¿Pero cuándo? En el círculo del presidente insisten en que "solo él sabe la fecha exacta" en la que remodelará su Ejecutivo. "Y hace bien siendo hiperdiscreto con estas cosas", puntualiza una ministra, miembro a su vez de su núcleo duro.

"Tenemos cargadas las próximas semanas con otras cosas", señalan en la Moncloa. Sánchez tiene comparecencia en Congreso y Senado el 24 y el 31 de enero, y la cumbre con Marruecos, el 1 y 2 de febrero

Sánchez, cuando ha sido preguntado recientemente cuándo acometerá la reestructuración de su Gabinete, ha preferido ser cauto y lacónico. El Día de la Constitución situó la "minicrisis de gobierno" —porque solo habría esos dos relevos, dijo— hacia marzo, y en la comparecencia de balance de año, el pasado 27 de diciembre, aseguró que se produciría "en los próximos meses". "Meses", en plural.

Son esas señales las que han acabado por convencer a dirigentes federales de que el cambio limitado de su Ejecutivo no será "inminente". Esto es, que seguirá su plan y estirará la incógnita, tal vez, hasta marzo o, como pronto, finales de febrero. El umbral que se maneja en el seno del partido, y que probablemente el presidente no rebase, es el comité federal previo a las urnas, aún no fijado pero previsto para la segunda quincena de marzo.

En la Moncloa, los colaboradores del presidente sí coinciden en señalar que ahora mismo la prioridad no se sitúa en la salida de Darias y Maroto. "Tenemos cargadas las próximas semanas con otras cosas", señalan en el Gabinete del jefe del Ejecutivo. En lo inmediato, el líder socialista tiene dos comparecencias importantes por delante: este martes 24, en el Congreso, y el día 31, en el Senado, frente a Alberto Núñez Feijóo. El 1 y 2 de febrero se celebra la Reunión de Alto Nivel (RAN) con Marruecos —aplazada desde diciembre de 2020— y, la semana siguiente, 9 y 10 de febrero, el presidente acudirá al Consejo Europeo extraordinario en Bruselas.

"A tope visitando barrios"

La percepción en las federaciones socialistas de Madrid y Canarias también coincide: la crisis de gobierno no se atisba inmediata. "Creo que más que marzo puede ser más en febrero, pero no tenemos información", apuntan fuentes próximas al secretario madrileño, Juan Lobato. En la cúpula del archipiélago prefieren no hacer cálculos aproximados de fechas: "Estamos en la calle y con las circunstancias que tenemos, y Carolina ya está a tope visitando barrios. El viernes tenemos a Pedro aquí [el presidente protagonizará un acto con la candidata en Las Palmas, el próximo 27 de enero]. Nos va bien cuando decida. No trabajamos con previsiones. Nos adaptamos, simplemente".

Darias, aseguran fuentes muy próximas, no ha pedido salir del Ejecutivo, y remarca que no hay priesas porque conoce la institución y los ciudadanos saben quién es

Las dos ministras, por su parte, tampoco cuentan con ser relevadas prontamente. Y las dos, según indican a este diario fuentes muy próximas a ambas, consideran que pueden seguir compatibilizando su cargo en sus departamentos con su labor como candidatas, dado que además eso les garantiza una proyección y presencia mediática. En concreto, y pese a lo publicado en los últimos días, Darias, como confirma su entorno absolutamente más cercano, no ha reclamado al presidente salir ya del Ejecutivo por la dificultad de compaginar su actividad como ministra y la precampaña a casi 2.000 kilómetros: "Está a tope aquí y allí, todo el mundo sabe su capacidad de trabajo. Está ilusionada y está siguiendo la hoja de ruta marcada. Además, sus circunstancias no son las de Reyes".

En ese sentido, advierten de que la titular de Sanidad, a diferencia de su compañera de Gabinete, no tiene un problema de conocimiento en su territorio. Recuerdan que ya fue concejala del Ayuntamiento de Las Palmas entre 1999 y 2004. Fue su primer cargo político, de hecho, antes de convertirse en subdelegada del Gobierno en la provincia de Las Palmas (2004-2007), diputada autonómica (2007-2008), delegada del Gobierno en las islas (2008-2011), consejera y portavoz en el Cabildo de Gran Canaria (2011-2015), presidenta del Parlamento autonómico (2015-2019) y consejera de Economía (2019-2020). "Carolina se conoce la institución y la conoce la gente", insisten fuentes muy próximas a la ministra. Además, el PSOE gobierna Las Palmas desde 2015. Su actual alcalde, Augusto Hidalgo, ha pasado a ser candidato a la presidencia del Cabildo insular.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias (i), y la directora de la Organización Nacional de Trasplantes, Beatriz Domínguez (d), en rueda de prensa para el balance de actividad de la ONT en 2022, en la sede del ministerio, el pasado 19 de enero de 2023, en Madrid. EUROPA PRESS / ALEJANDRO MARTÍNEZ VÉLEZ

El PSOE no ha logrado conquistar el bastón de mando en la capital, en cambio, desde 1989, y sus resultados fueron pésimos en 2019: 13,75% de los votos y cuarta fuerza política, vagón de cola que el partido confía en dejar atrás. Aunque no será nada fácil. Maroto tiene primero que conseguir un objetivo básico: ser un rostro familiar para los madrileños. Por lo pronto, su nivel de conocimiento ha crecido ligeramente, según el CIS: en octubre de 2022, le ponía cara el 49,6% de los ciudadanos; en el barómetro de enero de 2023, la identifica ya un 57,9%. O sea, 8,3 puntos más, aunque el instituto oficial no desglosa los datos por comunidades.

Maroto ha ganado en conocimiento, según el CIS. Fuentes muy cercanas indican que los impactos "van a ir cambiando", aliviándose la ansiedad en el PSOE, porque ya está haciendo más actos de candidata

"Carolina tiene como ventaja un entorno donde la conocen y Reyes no es tan conocida aquí pero está en Madrid y no hay prisa —aseguran fuentes muy cercanas a la ministra—. Es verdad que hay ansiedad en el partido para que salga del Gobierno, pero los impactos van a ir cambiando y en un mes su imagen va a ser otra". En su equipo aducen que eso sucederá porque ya sí que está haciendo más actos en Madrid. Ya ha cogido, dicen, "velocidad de crucero", y la pretensión es que prácticamente a diario tenga actividad como candidata. Por ejemplo, participó en una marcha para pedir el cierre de la incineradora de Valdemingómez, en Vallecas, y después se desplazó a un homenaje al exalcalde de la capital Enrique Tierno Galván en el parque que lleva su nombre, cerca del Planetario. Y este lunes visita Aranjuez con el candidato socialista a la alcaldía, Óscar Blanco.

A la vez, Maroto preserva su agenda como ministra: la semana pasada ejerció de anfitriona en la feria Fitur y continuará con actos públicos. Viajará a Marruecos para la cumbre bilateral y aspira a que, antes de su partida, pueda volver al Consejo de Ministros en segunda lectura, para su remisión al Congreso, el proyecto de Ley de Industria. Maroto ha reiterado que ella puede simultanear dos cargos, igual que José Luis Martínez-Almeida, alcalde y, desde este mismo domingo, oficialmente cabeza de cartel por la ciudad por segunda vez. El regidor plantea estos comicios, como hace Feijóo, como un duelo directo contra Sánchez, de modo que esa polarización con la responsable de Industria, creen en su equipo, puede ayudarle a sacar la cabeza por delante de Más Madrid, primer grupo de la oposición tanto en el Consistorio como en la Asamblea regional.

El cambio de Luis Arroyo por Enma López

En el PSOE-M reconocen que la inquietud de las últimas semanas se ha mitigado porque sus cuadros perciben a Maroto más activa y también ven "más referencias, aparte de ella". Un veterano dirigente subraya que ha sido un paso positivo que la ministra haya elegido finalmente como coordinadora de su campaña a Enma López, concejala en el Ayuntamiento de Madrid desde 2019, inspectora de Seguros del Estado y cuerpo técnico de Hacienda y uno de los claros valores emergentes de la federación.

La titular de Industria remodeló su equipo por el caos en el PERTE del vehículo eléctrico, pero no ha dejado caer finalmente a la secretaria de Estado de Comercio

El nombramiento de López, eso sí, vino precedido de las turbulencias internas, ya que a quien primero fichó Maroto como jefe de campaña fue al experto en comunicación política —y asesor muy ligado a los gobiernos socialistas— Luis Arroyo. Pero, según relatan en el PSOE-M, sus "discrepancias" con el director de Gabinete de la ministra, Juan Ignacio Díaz Bidart, precipitaron su abrupta caída. Desavenencias debidas, precisan otras fuentes del partido, al "bajo rendimiento de Arroyo". Bidart ha sido mano derecha de Maroto desde su llegada al Ejecutivo, en 2018, y de hecho ella pensaba promocionarle como secretario de Estado de Comercio, en sustitución de Xiana Méndez, pero ese movimiento, indican fuentes de la Moncloa, fue paralizado en la última semana por el Gabinete del presidente, en buena medida porque "no tenía sentido destituir a más altos cargos" cuando ella se marchará de su departamento en cuestión de semanas.

A finales del pasado diciembre, la ministra sí destituyó al secretario general de Industria, Raül Blanco, por el caos del PERTE del vehículo eléctrico, y lo relevó por el senador socialista asturiano Francisco Blanco. Además, ha nombrado a tres nuevos comisionados para los tres PERTE que gestiona su ministerio —era un paso lógico porque así ha sucedido con los otros grandes proyectos— y a una nueva secretaria de Estado de Turismo, Rosana Morillo. Es decir, que prácticamente toda la cúpula del departamento ha cambiado con Maroto con un pie fuera de él.

Sánchez se ha deshecho en elogios hacia sus dos ministras, lógicamente, y ambas son apuestas personales suyas, aunque también de los dos barones regionales, el madrileño Juan Lobato y el presidente canario, Ángel Víctor Torres. El secretario general del PSOE mitineará con Darias este viernes en Las Palmas y también lo hará con Maroto en Madrid, previsiblemente en febrero, aunque aún no hay fecha fijada.

No se sabe quién relevará a Darias y Maroto. Para Industria ha circulado el nombre de Manuel de la Rocha, 'sherpa' económico de Sánchez

¿Y quién sustituirá a ambas? Todavía se desconoce quiénes serán sus sucesores. Para Industria, ha sonado en las quinielas un hombre muy cercano al presidente, Manuel de la Rocha Vázquez, secretario general de Asuntos Económicos y G20 en la Moncloa. Pero precisamente como jefe de la Oficina Económica de Sánchez, y a las puertas de la presidencia española de la UE —arranca el 1 de julio—, en el entorno de Maroto y en Ferraz se cree poco probable que se produzca ese movimiento. La lógica lleva a pensar, razonan, que el líder socialista nombrará a otra persona para Industria para mantener a su lado como sherpa económico a De la Rocha. Para Sanidad no se han escuchado por ahora nombres con fuerza.

En principio, la crisis de gobierno se solventará con los reemplazos de Darias y Maroto, sin más cambios en el ala socialista y en la de Unidas Podemos. Pero con Sánchez nunca nada es del todo seguro, y menos en su cuaderno azul. En la Moncloa hay cargos que deslizan la posibilidad, no obstante, de que el presidente acometa un mínimo ajuste de estructura, al trocear el ministerio de Maroto entre Economía —que se llevaría las áreas de Industria y Comercio— y Cultura —que podría quedarse con Turismo—, pero esta es una opción que tanto miembros del Consejo de Ministros como en el círculo más próximo al líder descartan, al menos por ahora.

Se espera "dar continuidad absoluta al proyecto", ya que precisamente Sánchez devolvió el rango ministerial a Industria en 2018 y ha insistido mucho todos estos años en la necesidad de reindustrializar el país, y más ahora en plena transición ecológica y digital y con la agresiva competencia de EEUU. "No tendría sentido dividirlo en tres, y menos con la presidencia de la UE del segundo semestre del año. Es muy complicado cambiar la estructura del Gobierno y que no tuviera impacto. Son 10.000 millones de euros los que tiene que gestionar este ministerio", indican fuentes próximas a Maroto. Reorganizar un Ejecutivo lleva tiempo y la legislatura ha entrado ya en tiempo de descuento: tras el 28-M, el país seguirá de campaña, y con la directa puesta en las generales previstas para diciembre.