Enero deja pocos cambios electorales en comparación con el cierre del año pasado, que en diciembre posicionó al Partido Popular (PP) con 131 escaños frente a un PSOE ubicado en los 101. Es más, apenas se producen diferencias respecto a la media elaborada por este medio a mitad de mes, donde los socialistas vieron un descenso por debajo de los cien representantes a raíz de las reformas del Gobierno de sedición y malversación. El escenario esbozado por el cómputo de las encuestas publicadas durante las últimas cuatro semanas, mantienen al inicio de febrero a los de Alberto Núñez Feijóo con una amplia diferencia de 36 parlamentarios respecto a la candidatura del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez situado aún por debajo de la centena.
Según la media elaborada por El Independiente, atendiendo a las catorce encuestas publicadas por las demoscópicas privadas, el Partido Popular sería la opción más votada por los españoles en las próximas elecciones generales, estimadas para el mes de diciembre. Génova recuperaría el primer puesto en el escrutinio siete años después de la segunda victoria de Mariano Rajoy -previa repetición electoral en junio de 2016-, y lo haría con 135 escaños y el 31,48% de los apoyos. Incrementaría, así, en dos décimas de porcentaje atribuido y en cuatro miembros, la estimación de representación en la cámara baja de diciembre. Por su parte, el PSOE se mantiene fijo en los 99 escaños, aunque asciende un 0,27% en comparación de diciembre, y se sitúa en una intención de voto del 25,93%.
Las 'casas' de análisis electoral atendidas para esta medición son las siguientes: GAD3 para NIUS (elaborada entre el 28 de diciembre y el 4 de enero); Simple Lógica para eldiario.es (30D-5E); Hamalgama Métrica para Vozpópuli (5-11E); InvyMark para La Sexta (una entre el 9 Y el 13E, y otra entre el 23 y 27E); Ágora Integral para Ahora Canarias (15E); DYM para el grupo Henneo (18-20E); Celeste-Tel para Onda Cero (12-20E); SigmaDos para Antena3 (25E); Data 10 para OkDiario (24-26E), así como tres ElectoPanel de Electomanía (del 30D al 5E, del 7 al 12E, y del 24 al 27E).
Dadas las estimaciones resultantes de consultar estas encuestas, a ambos brazos del bipartidismo se les hace irremediablemente necesario buscar pactos poselectorales para alcanzar o resistir en La Moncloa, en el caso de Sánchez. Sin embargo, el resultado que obtendría Vox limita las opciones de la izquierda y abocan a los populares a solo poder plantear un gobierno de coalición junto al partido de Santiago Abascal. La ultraderecha obtendría cinco escaños menos que en la pasada convocatoria del 10N en 2019. Descendería hasta los 47 escaños en el hemiciclo y muy ligeramente en el porcentaje de voto: del 15,2% al 15,05%. Feijóo, por tanto, no sumaría más que el bloque de izquierdas y nacionalistas-independentistas periféricos, una de las estrategias con las que a día de hoy cuenta para liderar con mayoría simple y con acuerdos esporádicos con el PNV.
El resultado de PP y Vox limita a la coalición mutua para evitar una repetición electoral o, en su defecto, un apoyo externo de los de Abascal. Pero eso en Vox no se contempla
Concretamente, el espacio de la izquierda a la izquierda del PSOE, con Yolanda Díaz a la cabeza, y aún sin contemplarse la presencia de la plataforma Sumar dejando así como único protagonista a Unidas Podemos, lograría diez representantes menos que el 10N. Los morados se ubicarían en el parlamento con 25 miembros, lo que decrecería la actual alianza entre socialistas y morados de 155 a 124. Por su parte, Más País, en solitario y de no formalizarse el espacio de Díaz para las elecciones, conseguiría los mismos tres representantes con los que cuenta ahora -incluido el parlamentario de Compromís fruto de su confluencia-.
El nacionalismo y el independentismo se refuerza
De no conseguir entablar un acuerdo con Vox, Feijóo no podría gobernar en solitario por la presencia mayoritaria de la izquierda y el nacionalismo, pero tampoco lo podría hacer el actual Gobierno junto a sus socios habituales, todo, pese a que estos contarían con un leve reforzamiento que se traduce en más representación. La capacidad máxima proyectada a PSOE y Unidas Podemos es de 150 diputados con la suma de ERC, EH Bildu, PNV y el BNG. Los republicanos de Gabriel Rufián verían una bajada de un diputado, posicionándose en los doce escaños (2,87%). Ese mismo representante lo ganarían los nacionalistas vascos, ampliando su grupo a siete diputados (1,54%), y los nacionalistas gallegos del BNG (0,71%), que lograrían dos. En el caso de la izquierda abertzale, EH Bildu aguantaría sus cinco asientos (1,25%).
Los partidos regionalistas, como Teruel Existe (0,22%) o el Partido Regionalista de Cantabria (0,21%), resisten cada uno en el Grupo Mixto con un diputado. También mantendría su representante Coalición Canaria (0,47%), que por la salida de Pedro Quevedo de Nueva Canaria, con quien concurrió en coalición, implementó a mitad de legislatura a dos su presencia parlamentaria. Otros socios independentistas, pero críticos con la gestión del Gobierno y los pactos 'blancos' con ERC en relación a la autonomía catalana, como Junts y la CUP, mantendrían los ocho y dos escaños logrados en 2019, respectivamente. El caso destacable es el de la UPN (0,31%). Tras romperse la alianza de Navarra Suma con el PP y Ciudadanos, los de Javier Esparza entrarían con su cabeza de lista en las Cortes.
Ciudadanos resistiría con un diputado
Uno de los aspectos más llamativos de esta media electoral, es que Ciudadanos podría mantener la representación en el Congreso de los Diputados. Eso sí, lo haría con un solo escaño, el 1,74% de los sufragios e integrado dentro del Mixto, un papel que ahora ejerce de esa manera junto a Teruel Existe en el Senado. El partido, que abordó el término de su refundación a mediados de enero, ha conseguido paliar la revuelta interna en su grupo con el mantenimiento de Edmundo Bal como portavoz adjunto, aunque el sector afín a la expresidenta Inés Arrimadas ha conseguido desplazarlo del primer plano. Ahora no será Bal quien protagonice las ruedas de prensa posterior a la Junta de Portavoces del Congreso cada martes, lo hará el diputado Guillermo Díaz o, en su defecto, Arrimadas, exclusivamente centrada en las responsabilidades de portavoz.
Esta estimación de un diputado, no obstante, peligra por el difícil frente que se les presenta a los naranjas en este inicio de febrero, con las primarias de Madrid, Barcelona y once comunidades por delante, y con sus principal referente local, Begoña Villacís, al borde de no presentarse y dar un salto al PP de Feijóo para concurrir en las listas de los comicios generales.
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