A cuatro escaños de la mayoría absoluta. Así quedó Isabel Díaz Ayuso en los comicios autonómicos del 4 de mayo de 2021, en una convocatoria inopinada destinada a evitar una moción de censura entre su socio de Gobierno, Ciudadanos, y el PSOE, supuesta intención que nunca llegó a ser confirmada.
En un movimiento, sin duda arriesgado, la dirigente madrileña se deshizo de los naranjas, sacó más escaños que el conjunto de la izquierda, llevó a Pablo Iglesias a abandonar la primera línea política y relegó a Vox al papel de actor secundario. El 28 de mayo se somete a un nuevo examen, pero lejos de flojear en las encuestas, éstas no solo le vuelven a garantizar una amplia mayoría sino la posibilidad de conseguir la absoluta, esto es, el 47,6 por ciento del voto, según los cálculos de la Comunidad de Madrid.
Y para que eso sea posible tiene que sacar de la carrera a uno de los contendientes, el que da más señales de fatiga electoral, esto es, Podemos. "Con Podemos fuera de la Asamblea de Madrid entran en liza 1o escaños nuevos y menos fuerzas políticas para repartir dichos asientos. Eso nos facilita conseguir los cuatro diputados que nos separan de la mayoría absoluta", dicen fuentes cercanas a la presidenta autonómica conforme los datos que arrojan sus encuestas internas.
Los exiguos diez escaños de Iglesias palidecieron frente a los 24 de Mónica García, de Más Madrid, que se negó entonces a ir en coalición con los morados. Y ahora, con la candidatura de Alejandra Jacinto "todo puede ir a peor para ellos". De hecho, algunos sondeos con intención de voto ya les colocan al borde de la irrelevancia electoral en la Asamblea de Madrid, salvo que hubiera una coalición entre la izquierda a la izquierda del PSOE, lo que se antoja como un imposible aunque haya desaparecido de la ecuación la figura siempre distorsionadora y disruptiva de Iglesias.
Las mayorías absolutas en la Comunidad de Madrid no son baratas
Las mayorías absolutas en la Comunidad de Madrid no son baratas, frente a otras regiones que, como Andalucía no exigen de porcentajes tan altos. "Necesitamos alcanzar el 47,6 por ciento del voto", aseguran las fuentes consultadas en conversación con El Independiente, para poder llegar a la barrera de los 69 diputados en un parlamento autonómico formado por 136 escaños. El andaluz Juan Manuel Moreno se alzó con la mayoría absoluta el 19 de junio del pasado año con un 42,1 de porcentaje de voto. Ayuso tiene ahora mismo el 44,7.
La gran diferencia radica en que Madrid es una única circunscripción electoral y el sistema de reparto del voto, una vez superada la barrera del 5 por ciento (artículo 10.6 del Estatuto de autonomía) es casi proporcional puro. Lo mismo pasa en Murcia. También su presidente autonómico, el barón popular Fernando López Miras, se queja de que la mayoría absoluta le exige hacerse con el 48 por ciento del voto. Andalucía, con ocho provincias, reparte restos, lo que beneficia a la lista más votada.
Podemos sólo consiguió un 7,2 porciento de voto en 2021, si esta vez no llega al 5, queda fuera de la Asamblea
Si en 2021 el objetivo era hacerse con todo el voto de Ciudadanos, que pasó de gobernar en coalición junto a Díaz Ayuso a desaparecer con la candidatura, casi suicida de Edmundo Bal, ahora el foco está en intentar laminar a Podemos, aunque no se compita por el mismo electorado. Que los morados acaben siendo un partido extraparlamentario no es un escenario descabellado. De hecho el cofundador de Podemos sólo consiguió convencer en 2021 a un 7,2 del electorado de izquierdas. Todo lo que quede por debajo del 5 por ciento no consigue representación. Y Podemos "es un partido que cotiza a la baja".
Además, hechos como lo acontecido en la Universidad Complutense, donde grupos de la izquierda intentaron reventar la entrega de la distinción de Alumna Ilustre a Díaz Ayuso "nos ayudan electoralmente. Parece que la izquierda no aprende de sus anteriores errores", afirma un miembro del equipo de la presidenta autonómica respecto a una estrategia, la de la descalificación, el insulto y el acoso que no sirvió hace dos años.
Todavía queda tiempo para configurar alianzas electorales, pero Más Madrid sólo se abre a pactos con Podemos e Izquierda Unida en el ámbito municipal, no para las autonómicas. Mónica García quiere revalidar el liderazgo de la oposición frente al PSM y teme que las siglas moradas le lastren. Avalan este análisis los decepcionantes resultados cosechados también en otros territorios como Castilla y León y Andalucía por citar las consultas más recientes. Si nos retrotraemos a fechas anteriores, tampoco les fue bien a los morados y a sus distintas marcas electorales en Galicia, donde desaparecieron, ni en el País Vasco.
Unidad Podemos-IU
Podemos e Izquierda Unida sí han firmado un pacto preelectoral para la Comunidad y el ayuntamiento de la capital de España, en ambos casos con los candidatos morados de cabeza de lista, que superaron sus respectivos procesos de primarias. Se trata de la antes citada Alejandra Jacinto y del ex atleta Roberto Sotomayor. Pero ni siquiera por esas, tienen grandes expectativas electorales.
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