La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha cerrado la polémica generada a lo largo de esta semana sobre su continuidad en Ciudadanos y una posible marcha al Partido Popular (PP), confirmando que aspirará a liderar la candidatura a la alcaldía de Madrid en mayo. Así se ha reafirmado en la tarde del miercoles desde la primera planta del Hotel URSO de Madrid, en un espacio habilitado para ello y reservado horas antes; a 600 metros de Génova 13. Después de guardar silencio todo el martes, de manera posterior a la celebración del pleno de Madrid, y reunirse con el alcalde popular José Luis Martínez-Almeida, Villacís reitera que nunca se ha "propuesto al PP" porque sigue confiando en el espacio liberal como elemento "fundamental" para defender "las libertades en un momento donde vemos política baja y polarización". Ahora bien, esa defensa del ámbito ideológico no ha correspondido a un respaldo férreo de la marca como vehículo para conseguir ser influyente y "evitar que Vox" condicione el próximo gobierno.

Fuentes del entorno de Villacís explican que el convencimiento de la madrileña sigue siendo el mismo, el de la necesidad de ampliar la mirada para tejer alianzas que permitan ser más competitivos y tener opciones de inclinar la balanza hacia gobiernos moderados. Esta idea la defiende la cúpula de Ciudadanos, de hecho la anterior dirección y durante el proceso de refundación, ya se abordó este tipo de concurrencias como formatos estratégicos aunque aislados. Se ha planteado, de hecho, para zonas aisladas de Baleares, Canarias y Zaragoza. Pero no se ha contemplado para Madrid, como pidió Villacís, que en su solicitud del viernes pasado iba implícita una propuesta de pacto preelectoral con el PP mediante la integración de Ciudadanos a modo de "corriente interna". Algo que, sin embargo, Génova ha rechazado resaltando que quien quiera entrar al proyecto debe hacerlo aportando y sin condiciones.

El problema, es que Villacís pone como ejemplo a seguir, según indican las mismas fuentes consultadas, al actual alcalde de Paracuellos del Jarama Jorge Alberto Campos. Éste, el primer edil más votado de los naranjas a nivel regional en la Comunidad de Madrid en mayo de 2019, participó en el proceso de renovación a finales de septiembre, en la apuesta del partido de aspirar a estar más atento y cerca del ámbito local; virar, en definitiva, hacia una propuesta más municipalista. Sin embargo, después de la petición hecha por Villacís a la Ejecutiva para ser más "flexibles" con las candidaturas, y la sucesiva negativa de la portavoz política Patricia Guasp y el secretario general Adrián Vázquez, Campos abandonó las filas del partido, y se sumó al proyecto localista Contigo. A este, además, conformado en 2017 por representantes de Ciudadanos, se ha llevado a varios cargos liberales de la población.

Públicamente, en su comparecencia de ayer, Villacís justificó el planteamiento para sacrificar las siglas allí donde fuese necesario a la aclamación hecha por parte de afiliados locales, que ven poco recorrido al partido en sus respectivos feudos si no se amplía el foco político y se va de la mano con otras organizaciones ideológicamente cercanas. Pero no dio más protagonismo a la manifestación hecha en los días anteriores y echó balones fuera. "Cuando las cosas se ponen difíciles, uno tiene que estar. Hay gente que está en momentos buenos, pero no en los momentos malos. Quiero hacerles saber no solo a vecinos de Madrid, que siempre he estado de su lado, sino también a afiliados de Ciudadanos, que siempre van a poder contar conmigo", ha mencionado, un compromiso, no obstante, que ha sonado distante con la propia estructura del partido, una muestra de poca confianza de las capacidades de la marca.

Villacís acatará los estatutos y se presentará bajo las siglas de CS, pero sigue defendiendo que la mejor opción para el espacio liberal es sacrificar la marca y confluir en aparatos amplios

Al rebufo de su comparecencia, la dirección nacional, que por la mañana afirmaba a este diario desconocer el movimiento de Villacís, ha emitido un comunicado asegurando que no tenían "ninguna duda de que Begoña se presentaría bajo nuestras siglas en las elecciones de mayo". Un texto en el que, tras atender a las declaraciones de la vicealcaldesa, se observa una auto reafirmación de las siglas y un intento de vincularlas con Villacis. Un ejemplo es cuando se incide en que la madrileña "es un gran activo de este partido, que es el único proyecto político liberal y reformista de España". Marcando distancia, así, primero con el PP, y después con otras organizaciones que pudieran ser entendidos como vehículo común. Otras expresiones que lo ejemplifican, para restar impulso a la demanda hecha por Villacís, que adelantó El País a las puertas del fin de semana, es que "quien se considera liberal, solo puede estar en Ciudadanos".

En las jornadas previas, en Ventas comentaban que la petición de Villacís era fruto del "nerviosismo electoral", del acercamiento de la convocatoria y la necesidad de cerrar candidaturas con unas encuestas adversas. Sin embargo, el martes, fuentes que integran la cúpula nacional incidían en el desasosiego interno que causaba que Villacís no matizase si se iba a presentar, evidenciando que en la sede nacional también afloraba esa sensación. "No puede esperar al mismo lunes o 24 horas antes de que se cierre el plazo para postularse a las primarias. Debemos zanjar este asunto y cauterizarlo para centrarnos en el proceso", pedían.

La decisión llega tras el cerrojazo del PP

Villacís ha negado por activa y por pasiva que haya querido integrarse en el PP, pese a defender a esa aproximación recientemente. Más cuando, tal y como publicó El Mundo, la política mantuvo un encuentro con el coordinador general del PP Elías Bendodo para negociar su entrada en la formación con condiciones en Madrid. Algo que la presidenta del PP en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, rechazó. Primero porque considera innecesaria a Villacís en el ámbito madrileño por que entiende que sería incluir en el partido un perfil indisciplinado y voz propia, a parte de entender que ya se ha adherido el talento suficiente de manera previa a la última convocatoria electoral. Y segundo, porque entiende erróneo que acudiera a Génova primero, lo que Feijóo respalda; sin imposiciones como las hechas en el pasado por la dirección Casado con Toni Cantó. Almeida, para evitar confrontación con Ayuso, acata la decisión.

La situación de Villacís de cara al votante, de no tener rival para las primarias o de superarlas, será complicada. Aunque reafirma una carta de presentación basada en la "lealtad" institucional y a los madrileños, la imagen que ha dejado en la última semana es de querer incorporarse al proyecto conservador. De hecho, internamente apuntan a este medio que "ha hecho mucho daño tras la refundación" con sus salidas de tono. Eso puede general en el votante la expectación de que, independientemente de si su voto es naranja o azul, Villacís facilitará a Almeida liderar de nuevo el Ejecutivo municipal, por lo que podría primar el voto útil hacia el PP.

El mayor activo de Ciudadanos en esta etapa, junto a Inés Arrimadas, puede convertirse en el principal lastre en Madrid por unas formas que internamente se han definido como "poco adecuadas". Frente a ella, podría competir el también concejal de Madrid Santiago Saura, que en las pasadas primarias del partido optó junto a Edmundo Bal a la secretaría general. La duda aún es quién se presentará al proceso para rivalizar con Ayuso por la autonomía.