Tres semanas después de presentar su candidatura a liderar el partido, Edmundo Bal recorría la Carrera de San Jerónimo desde la entrada al Congreso de los Diputados en la calle Cedaceros hasta la Plaza de las Cortes. Lo hacía escoltado por su núcleo duro parlamentario, para presentar los tres primeros puestos que concurrirían a primarias con él. Junto a los diputados, y a su derecha, transitaba el concejal de Ciudadanos en Madrid, 'dos' de Begoña Villacís en las últimas elecciones municipales, Santiago Saura. Éste, tal y como confirmó Bal a una maraña de medios de comunicación era su hombre elegido para hacer tándem en el proceso interno y optar a la secretaría general de la organización. Pasadas otras tres semanas más, el camino se interrumpió por la victoria de la lista oficial conformada por Ventas; la arrimadista, la que más miembros del G-8 para la refundación integró.
La victoria de Patricia Guasp y Adrián Vázquez se ha saldado con un arrinconamiento en diferido de Bal, no en funciones ya que se mantiene como portavoz adjunto en las Cortes, pero sí en lo público. En la previa a la sexta asamblea general, que selló los nuevos estatutos, Vázquez y Saura debatieron la mejor manera de integrar a las dos principales candidaturas en el proyecto renovado. El acuerdo fue un tercio de presencia de los afines a Bal en el Consejo General de Ciudadanos -el máximo órgano entre asambleas y el que puede decidir la disolución de la marca- y dos quintos en el Comité de Garantías. A cambio, los de Bal apoyarían la enmienda al artículo en los estatutos que impedirían a Vázquez compaginar sus competencias como secretario general con su acta de eurodiputado. Así fue.
El problema es que, pese a mantener a Bal en el Congreso, la nueva dirección ha creado la figura de enlace y coordinador del grupo parlamentario. El designado para ejercerlo ha sido el diputado malagueño Guillermo Díaz, quien a partir de ahora, realizará las comparecencias en sala de prensa, desplazando así a Bal de ese cometido. El primer pronunciamiento áspero desde entonces, ha sido el protagonizado el viernes pasado tras la petición de Villacís a la cúpula naranja de dotar de mayor libertad a las agrupaciones municipales para encontrar la modalidad idónea de candidatura. Entre ellas, plataformas, asociación preelectoral con otros partidos o integrarse dentro del PP como "corriente interna". Eso encendió al diputado, que envió una queja escrita a Vázquez y escribió en Twitter: "Una refundación con tantas horas de trabajo de técnicos, militantes y cargos; un proceso de primarias para debatir sobre el proyecto, y tantos kilómetros visitando agrupaciones. No vinimos a Ciudadanos para esto. Que tengas mucha suerte, Begoña".
Los contactos de Bal con Saura habrían transcurrido, al menos, desde este lunes. Pero él insiste en que no se va a presentar a las primarias por Madrid
A partir de ahí, Bal ha mantenido silencio, si bien su entorno coincide en que con ese pronunciamiento, Villacís "ha hecho mucho daño" al proceso de renovación de las siglas. Y consideran que podría haberse posicionado así con anterioridad, sin esperar al cierre de la refundación. Un mutismo público que no quita que no haya habido movimiento por parte del diputado. Según ha adelantado La Razón este jueves, el abogado del Estado y su equipo meditan hacer frente a la vicealcaldesa de Ciudadanos en las primarias locales de Madrid para hacerle abandonar la política o limitarse a un papel testimonial como vocal de la Ejecutiva. Y la vía planteada para ello, habría sido el sondeo de Bal a Saura para dar el paso este fin de semana, y es que entre mañana sábado y el domingo se abre el plazo para presentar candidaturas. Las votaciones serán entre el 15 y 16 de febrero.
Después de que Villacís despejase su futuro próximo desde el Hotel URSO de Madrid, confirmando que seguirá en el partido y que optará a ser la aspirante de los liberales a la alcaldía, Bal movió ficha y contactó nuevamente con Saura. Según ha podido saber El Independiente, las propuestas para dar el paso vienen dándose, al menos desde el lunes, dos días después de que la vicealcaldesa se pronunciara a favor de la cesión de las siglas y el mismo día que concedió una entrevista en El Mundo reiterando lo mismo. Y la respuesta dada por Saura fue negativa. "No quiere, el lunes lo dijo", comentan fuentes al tanto de las conversaciones. Estas, no obstante, no han comprendido a todos los respaldos de Bal en el grupo parlamentario: "No es un tema que hayamos tratado en el grupo". Otros, directamente, guardan silencio cuando se les pregunta y otros consideran que mantener las cosas como están "es lo mejor tras varios días de zozobra".
Saura declina presentarse frente a Villacís
El propio Saura, contactado por este periódico, insiste en que mantiene intacta su posición: "En efecto. No me voy a presentar". Aunque, pese a todo, no matiza si lo hace por evitar un enfrentamiento explícito con Villacís, por temor a otra derrota en poco más de un mes tras las primarias nacionales, o porque no tiene interés en ser el cabeza de cartel de la formación naranja a los próximos comicios de mayo. Entre las razones podría estar, además, el difuso escenario electoral en Madrid. Mientras Villacís sostiene que el partido entrará, las encuestas internas que maneja Ciudadanos amplían la horquilla a de cero a tres, cabiendo pues la posibilidad de quedar fuera.
Situar a Saura como candidato en Madrid supondría para Bal un plus de autoestima en un momento complicado y de protagonismo secundario, especialmente si aún prosigue en la idea de presentarse, en otoño, al proceso de primarias para elegir al candidato que participará en las generales para aspirar a la presidencia del Gobierno. Igualmente, tumbar a Villacís en las primarias contribuiría a paliar la corriente que aboga por la aproximación al PP, algo que denunció y fomentó que diera el paso frente a la anterior dirección de la que él mismo formaba parte. Pese al pronunciamiento de Saura, en el entorno de Villacís no descartan que de el salto a última hora, porque la desconfianza hacia el es patente desde que aceptó apoyar a Bal en diciembre.
Las tensiones entre Bal y Villacís vienen de largo, quienes, según fuentes del partido, tienen una relación casi nula y no aluden al otro de manera muy cordial en las esferas más íntimas. De manera previa y durante la campaña, Villacís ya dejó claro que el proyecto que Bal defendía era virar el partido para ser "subalternos del sanchismo" y reivindicaba que nadie le podía dar lecciones sobre los motivos que llevaron a ver la luz al proyecto. Es más, al término de la campaña de primarias la vicealcaldesa acusó a su compañero de ser uno de los principales responsables -por pertenecer al Comité Permanente- de "los errores más importantes" del Ciudadanos: entre ellos el intento de moción de censura en Murcia y el apoyo de la ley del 'solo sí es sí'.
La incapacidad de convencer, a las puertas de que se abra el plazo de primarias, a Saura, supone la primera 'derrota' de los de Bal en esta nueva etapa al no poder intentar competir con Villacís, cuya ausencia de explicaciones a lo largo de esta semana y aproximación podría ponerla en un compromiso ante las bases en una votación con competencia. A escasos días de que se reanude oficialmente el ciclo de sesiones, el vínculo entre mayoría parlamentaria del grupo y la dirección nacional es difícil, quedó demostrado en el último pleno extraordinario de enero.
De Bendodo a Ayuso, y a seguir en Ciudadanos
Uno de los principales "activos" de Ciudadanos a travesado un proceso de acercamiento con el PP, en el que asegura que no se ha "propuesto", que comenzó con sus declaraciones públicas valorando ser una "corriente" independiente dentro del PP de Madrid. A ello, le siguió la constancia de una reunión con el coordinador general popular Elías Bendodo cuatro días antes que le abrió las puertas del partido pero sin condiciones, con actualización de la voluntad mostrada a finales de este año, cuando daba certeza a que el partido buscaba absorber todo "el talento" disponible en el ámbito naranja. En ese encuentro, el número 'tres' de Génova le instó a citarse directamente con el alcalde de Almeida. Por haberse "equivocado de puerta", Ayuso vetó una posible incorporación de Villacís, a quien siguió su partner para abrir una disputa.
Ese encuentro con el alcalde llegó el martes, horas después de que la edil reuniera a su grupo para transmitirles que tenía "dudas" sobre su continuidad en el partido y en un salto a las filas de Almeida. Ese cara a cara, de quince minutos, tuvo lugar en la quinta planta del Palacio de Cibeles. Allí, oficialmente, Villacís le quiso dar explicaciones de lo sucedido en los últimos días. "No se abordó una incorporación", trasladaron a este medio fuentes municipales. El miércoles, finalmente, Villacís anunció su compromiso con presentarse por "el espacio liberal". Pese a no incorporarla, el PP ya ha sacado rédito de un intento de operación y la opacidad de la vicealcaldesa a la hora de dar explicaciones.
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